Perturbador regreso de Leyva Mena

En realidad, se debe ir. No es un capricho ni porque la fuerza del gobernador en turno lo respalde. Es que legalmente, el presidente municipal constitucional de Chilpancingo, es el priísta Marco Antonio Leyva Mena. Así lo dictaminó el voto popular de la elección del 7 de junio de 2015. Y el alcalde suplente, Jesús Tejeda Vargas, no tiene jurídicamente, ningún elemento en qué apoyarse. Porque nunca fue electo en urnas. La pugna política quedó esta vez, en manos del Congreso local. Pero es un poder que también proyecta ciertas limitaciones. Y hay otros perturbadores escenarios.
¿ENFRENTAR AL ESTADO?- La mayoría de los ex gobernantes y legisladores locales, han solicitado licencia sin retorno a sus cargos. A diferencia del actual alcalde tricolor de la capital, lo hicieron porque se vieron envueltos en hechos criminales: los ex gobernadores priístas Rubén Figueroa Alcocer y Ángel Aguirre Rivero, por la masacre de Aguas Blancas y la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, respectivamente. Y el diputado local tricolor por el distrito 17, Saúl Beltrán Orozco, por sus presumibles vínculos con el grupo delictivo Los Tequileros, encabezado por Reybel Jacobo de Almonte. Pero el eventual retorno de Marco Antonio Leyva Mena a la alcaldía, perturba. En cuando menos tres frentes: 1.- El edil con licencia se movió en una coyuntura de crisis política gubernamental. Similar a la que lo expulsó de la alcaldía: solicitó su reincorporación al cargo, justo cuando se cumplían cinco días de que dos jóvenes chilpancingueños -Jorge Arturo Vázquez Campos y Marco Eduardo Catalán Cabrera-, fueron encontrados muertos en el viejo libramiento a Tixtla. Y el escándalo se encontraba en su máximo nivel por el involucramiento de la Policía Preventiva Municipal con la delincuencia organizada, en esos dos homicidios. La propia cabeza del alcalde suplente, Jesús Tejeda Vargas, se puso en juego derivado de esa crisis. Los chilpancingueños comenzaron a cuestionarlo con severidad. Y por supuesto, esas fuertes chamuscadas alcanzaron al gobernador Héctor Astudillo Flores. En dicho escenario, la duda carcome: ¿Fue explotada la coyuntura realmente por Leyva Mena, como coartada para retornar a la alcaldía? ¿O con su sorpresiva presencia, ayudó a desviar la atención de esos dos hechos criminales recientes, que le estaban alcanzando los aparejos políticos tanto a Tejeda Vargas, como al propio gobernador? ¿Cuál sería su hipotética recompensa política por tan preciada y oportuna ayuda? 2.- Uno de los puntos que atrae la atención apunta hacia los prolongados silencios del gobernador Astudillo. Pese a que fue tildado por el alcalde con licencia de ’caprichoso’ y de ’no alinearme al Príncipe’, el mandatario estatal ha dejado que hablen por él, una instancia y un personaje: el Congreso local y el dirigente estatal del PRI, Heriberto Huicochea Vázquez. Ambos, para fustigar las pretensiones de retorno del polémico ex edil. 3.- En el Congreso local, la amenaza de reactivar el juicio de Revocación de Mandato contra Leyva Mena, está latente. Así lo advirtió el dirigente estatal tricolor. Es una forma prolongada de resolver el asunto. Porque la Revocación de Mandato, implica que la propia legislatura local convoque a los ciudadanos de Chilpancingo a un referéndum, con el fin de que voten para cesar en definitiva, al edil con licencia. Y eso llevará muchos meses. En esa coyuntura, lo que se advierte es que hay abierta ya, una negociación política soterrada. Y con la misma sorpresa que empezó el escándalo en el ayuntamiento capitalino, con esa misma se diluirá. Y si no, al tiempo.
HOJEADAS DE PÁGINAS…El diputado local del partido MC, Ricardo Mejía Berdeja, ya se registró como aspirante de su partido a la alcaldía de Acapulco. Y dejó abierta la posibilidad de abanderar la coalición PAN-PRD-MC. Su problema sin embargo, es cuádruple: no ha participado en elección alguna; mantiene una confrontación abierta con el edil perredista, Evodio Velázquez Aguirre; el dueño del MC, Luis Walton, no apoyó a la ex candidata a gobernadora por el PRD, Beatriz Mojica Morga; y la fuerza del MC para ponerse al frente de esa candidatura tripartidista, es muy débil. Así de simple.