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Diciembre 01, 2013 22:05 hrs.
Alfredo Ibáñez › diarioalmomento.com
Política ›
El primer año de gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, presenta dos características que preocupan y afectan a la población severamente: la desaceleración económica y la inseguridad.
La crisis económica golpea el bolsillo de los mexicanos, sin importar el estrato social, hay parálisis e incertidumbre, sin olvidar el desempleo.
Los pronósticos de crecimiento del gobierno federal eran del 3.5%. Ganada la Presidencia, todo era euforia y más promesas, pero con el paso de los meses, el desencanto ha ido en aumento y ahora apenas se estima crecer 1.2 por ciento.
Es evidente la pobreza y la desaceleración económica. En la mesa de las familias, especialmente las que menos tienen, los alimentos son cada vez menos pues el raquítico salario no alcanza para más.
La administración del Presidente Enrique Peña no ha cumplido sus expectativas de crecimiento. En materia económica está en deuda con los mexicanos, como también en el rubro de la seguridad.
Si bien la estrategia de comunicación del gobierno federal es minimizar las operaciones del crimen organizado, lo cierto es que todos los días y en casi todo el país se sabe de su actuar.
Uno de los hechos recientes es la denuncia que hizo el cardenal Norberto Rivera Carrera, respecto a que se pretendía extorsionar a la Arquidiócesis primada de México, que él preside.
Durante una misa dominical dio a conocer que vía telefónica una organización criminal le pidió a él así como a seminaristas y sacerdotes les entregaran una cuota de 60 mil pesos mensuales a cambio de no hacerles daño.
Está visto que el crimen organizado ha diversificado su campo de acción, no sólo trafican enervantes, ahora la extorsión y el secuestro es parte de sus actividades. Esa es la realidad que impera y afecta a la población, en el primer año del gobierno federal.
alfredoibanezjuarez@yahoo.com.mx
Twitter: @ibanezalfredo
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