Por la espalda matan

Ver a tantos periodistas reunidos. Sin distingos. De toda la República. Llama la atención. Provoca la emoción. Y crea lo insólito. Ellas, inteligentes y bellas. Y ellos, a secas.
Ciento treinta y dos comunicadores, acompañados de familia o amistades, recibieron reconocimiento por 25 años o más, por quinquenios, hasta llegar, como hoy, a setenta cumplidos.
Sí, en la profesión de mantener informada a la sociedad. En los diversos medios. El Club Primera Plana lo consigue así cada año. Desde hace veinticuatro. Refrendamos la libertad de expresión. Precaria, pero aún vigente. Y recordamos también a los cientos quienes han ’caído’, en el intento.
Allí, en el amplio auditorio de la federación de sindicatos de trabajadores al servicio del estado que nos facilita su presidente Joel Ayala, llenamos mil butacas. Y aplaudimos a nuestros colegas, al nombrarlos. Y claro a nuestros invitados, frente a frente.
Roberto Calleja, de la Presidencia del país. Saludó y transmitió el abrazo de su jefe, el primer mandatario. José Ramón Amieva Gálvez, del gobierno de la Cdmex, hizo lo mismo por el de la capital. Y Ricardo Celso Nájera Navarro, fiscal federal contra agresores de quienes escribimos, como testigo.
Raúl Gómez Espinosa, fue muy claro:
’Este galardón enaltece el compromiso y la perseverancia de colegas de todo el país, y pone de manifiesto una vez más que las turbulencias coyunturales nunca serán motivo suficiente para doblegar, la voluntad de un gremio, que siempre se ha distinguido, por acompañar las causas sociales más sentidas de México.
’Hoy nuestro país enfrenta un cambio dramático, tanto en los temas internos como en los externos, tarea en la cual la sociedad mexicana tendrá un papel protagónico en los próximos años’.
Ayudamos todos, refirió, o corremos el riesgo de que nos arrastre el indeseable caos social y la ingobernabilidad. A todos.
Recomendó serenidad. La objetividad debe prevalecer, dijo. Y sugirió aprender de nuestros errores para corregir el camino cuantas veces sea necesario.
México está en el centro, apuntó, al destacar que sin medios de comunicación libres, el proceso democrático se interrumpe. Y se pone en peligro su estabilidad. Porque la libertad de expresión es uno de los componentes claves para gobernar. Como se pretende.

Sentenció que en nuestro país el proceso democrático solo podrá avanzar cuando se respeten las libertades de prensa y expresión.
Y no sean un riesgo para la vida de los periodistas que comunican, agregaríamos, las vicisitudes que enlutan la nación.
Habló de don Teodoro Rentería Arroyave, fundador del Colegio Nacional de licenciados en Periodismo. Cumplió seis décadas en la digna profesión reconocida en los artículos seis y siete de la Carta Magna.
E inmerecidamente de quien escribe. Así lo dijo textualmente:
’Destaco a un periodista de largo aliento. Me refiero a mí querido amigo Don Carlos Fernando Ravelo y Galindo, decano del periodismo nacional y que hoy será reconocido no solo por su destacada trayectoria sino por sus setenta años de actividad periodística ininterrumpida’.
Nos dio oportunidad de improvisar, al cedernos la palabra. Creo que esto fue lo que dijimos ante invitados y colegas:
’Sí. Tengo setenta años de escribir. 86 de vida. Aún con la osadía de hacerlo de lunes a domingo, todavía. Su presencia me llena de entusiasmo. De alegría. Ver tantos colegas no me pasma. Me conforta para recordar que hoy con aplausos me reciben. Pero mañana, por decir la verdad, casi imposible, por la espalda, como a otros colegas, también matan.
Y les recuerdo que soy el de mayor edad. Pero no el más viejo. Gracias por oírme’.
Luego, ya más tranquilos. Después de la una, todos bebimos una. Al menos yo. De los demás, ya no recuerdo.
Fue una reunión, repito, de amistades que viven por toda la República, pero una vez al año convivimos para revalidad la unidad de los periodistas de México. Todo.
craveloygalindo@gmail.com