Precaria educación en comunidades rurales de Acapulco

Adentrados en el sinuoso camino hacia la “Ruta del sol”, entre caminos accidentados de terracería y paisajes secos que denotan el abandono y descuido del campo por las autoridades de los tres órdenes de gobierno, se encuentran varias comunidades pertenecientes al municipio de Acapulco, donde los habitantes sobreviven con lo indispensable y los alumnos de las distintas escuelas de la zona, tienen que tomar clases en sillas de plástico ante la carencia de aulas dignas.

Comunidades como Ejido Nuevo, Sabanillas, Dos Arroyos, Agua de Perro, Colonia Guerrero (Los Guajes), Altos del Camarón, entre otras, claman el apoyo de las autoridades, ya que a decir de los pobladores, mencionan que se encuentran en el olvido por los gobernantes y que sólo son visitados en época de elecciones, mientras que la mayoría del tiempo se encuentran sumidos en la marginación y pobreza extrema.

El director de la Preparatoria Popular “Dos Arroyos”, Arturo Alemán Ortega, comentó: “Tenemos varios años en condiciones deplorables. Ni siquiera contamos con una escuela digna para que los alumnos puedan educarse en condiciones óptimas y tengan mejor retención del conocimiento. Hemos hecho gestorías ante la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), con el fin de que se construya un plantel para los más de 40 alumnos de la zona”.

“Los ejidatarios de la comunidad de Dos Arroyos nos donaron un terreno para que ya dejemos de dar clases en la Comisaría Ejidal y se nos construya un plantel, donde hayan butacas para los estudiantes, ya que tienen que trabajar en sillas de plástico, por lo que no son las condiciones óptimas para que aprendan, por lo que tenemos bajo rendimiento en los jóvenes, quienes tienen derecho de contar con una prepa en buenas condiciones”, dijo el mentor.

Arturo Alemán manifestó que la SEG ha hecho caso omiso a las múltiples solicitudes para que la prepa de Dos Arroyos entre en los diversos programas que maneja la dependencia, como equipamiento de aulas y la posibilidad de que se construya un plantel digno, con el objetivo de que los alumnos dejen de estudiar en condiciones deplorables, con el fin de que aprovechen bien a sus maestros y sus clases.

Al entrevistar a la maestra de los más de 40 alumnos de diversos grados, ya que no hay salones de clases para dividir a los jóvenes, Filomena García González, mencionó: “Necesitamos el apoyo de los tres órdenes de gobierno, ya que todos los alumnos guerrerenses tienen derecho a una escuela en mejores condiciones, con el fin de que en un futuro los alumnos sean hombres y mujeres de bien que vean por su comunidad, sin embargo, en la actualidad no los estamos preparando bien”.

La profesora que todos los días tiene que recorrer más de dos horas de trayecto de Chilpancingo a la comunidad de Dos Arroyos, en Acapulco, explicó que “necesitamos urgente la ayuda de los funcionarios y de la sociedad en general para que donen butacas y materiales escolares básicos para la educación de los alumnos, quienes al no contar con las condiciones óptimas para aprender, difícilmente ponen atención en las clases, lo que se refleja en su bajo promedio”.

Tanto el director como la maestra de la Preparatoria Popular “Dos Arroyos”, en la “Ruta del sol”, exhortaron también a la Secretaría de Educación Pública (SEP), con el propósito de que agilice los nuevos cambios y programas que traerá consigo la Reforma Educativa recién aprobada por los legisladores federales, por lo que reiteraron que los alumnos merecen condiciones dignas para aprender, para que el día de mañana continúen con sus estudios en el nivel Superior.

PREPARATORIA DE PALO EN SABANILLAS

Al hacer un recorrido en la “Ruta del sol”, se observó que una situación similar o peor que en Dos Arroyos, se vive en el poblado de Sabanillas, donde los alumnos además de estudiar en sillas de madera y plástico, aprenden bajo palos de madera de palma y lámina de cartón, por lo que los maestros pidieron el apoyo de las autoridades para la construcción de aulas dignas.

La Preparatoria Popular “Sabanillas”, se encuentra en la comunidad del mismo nombre donde más de 15 estudiantes de diversos grados y grupos comparten un salón de clases deplorable, donde no cuentan con las condiciones óptimas para que los maestros instruyan a los jóvenes, por lo que exhortaron a la SEG a mejorar las condiciones de la escuela.

“No tenemos butacas, tenemos que usar sillas y cuando escribimos es incómodo porque no tenemos donde recargarnos”, dijo un adolescente que con trabajo tomaba su lápiz y libreta para copiar los apuntes del maestro en un pizarrón de gis.

El profesor que no quiso decir su nombre por temor a represalias, comentó que tiene que arreglárselas para que los estudiantes aprendan lo más que se pueda ante las condiciones de marginación en el que viven y se educan, debido a que pese a las múltiples peticiones a las autoridades educativas, se niegan no sólo a construirles un plantel digno, sino que tampoco les brindan los materiales escolares y muebles que necesitan para instruir con éxito a los alumnos.

AUTORIDADES SORDAS ANTE LA PROBLEMÁTICA

Por su parte, el presidente del Consejo Consultivo de Comisariados Ejidales del Municipio de Acapulco, José Luis Daza García, manifestó que “las autoridades son indiferentes al pesar de la gente, de los alumnos, de los maestros, de los padres de familia que por años han tomado clases en casas rentadas o comisarías, cuando los gobernantes deben construir escuelas para que los alumnos se eduquen y sean personas de bien”.

“No es posible que los mismos padres se pongan de acuerdo con los maestros para construir escuelas de palo y lámina de cartón, o para comprar materiales escolares como para que los alumnos tomen sus clases, cuando todos sabemos que las autoridades están obligadas a dar educación a la ciudadanía, por lo que hago un llamado a los funcionarios para que se pongan a trabajar por el bien de los niños y jóvenes de las comunidades más pobres de Acapulco”.

El también Comisariado ejidal del Kilómetro 42, manifestó: “Ya es momento de que se mejore la calidad de educación en el estado y el municipio, ya que los principales problemas de la sociedad son producto de la falta de preparación de los ciudadanos y campesinos, por lo que queremos que las autoridades educativas atiendan a las comunidades marginadas y construyan planteles dignos para beneficio de cientos de estudiantes.

Para finalizar, Daza García comentó que ya es tiempo que también la sociedad se pongan de acuerdo y hagan un bien para el prójimo, como organizar rifas o donaciones de artículos escolares para las zonas más pobres, como es el caso de los poblados de la “Ruta del sol”, con el objetivo de que se mejores la calidad de la educación en los niños y jóvenes de las diversas comunidades.

CACAHUATEPEC, EN EL OLVIDO

También, en los Bienes Comunales de San Pedro Cacahuatepec, las condiciones de educación son aún más estremecedoras. Los niños de las comunidades como Agua Caliente, Amatillo y la más alejada del puerto, Apalani, donde hay una serie de desnutrición y pobreza extrema, los estudiantes toman clases en escuelas de palo, donde un maestro instruye a varios grupos ante la falta de mentores en la zona.

Entrevistado al respecto, el señor Agustín González Ochoa, quien es originario de Apalani, dijo: “Aquí nada más tenemos dos maestros que dan a todos los grupos y el director que de vez en cuando se presenta en el plantel, pero nosotros queremos que cada construyan una escuela digna, donde los niños se sientan seguros, porque horita las paredes son de palo y lámina, lo que se puede derrumbar con cualquier temblor”.

“A nosotros nos han visitado varias autoridades de los tres órdenes de gobierno y siempre nos prometen que nos ayudarán para construir una primaria digna, pero desde hace años nada más nos engañan, por lo que hacemos un llamado al gobernador Ángel Aguirre Rivero para que los niños tengan una educación de calidad, además de que manden más maestros para que los alumnos aprendan mejor y tengan la posibilidad de seguir estudiando”, acotó el paterfamilia.

Agustín González agregó que hay niños que terminan la primaria sin saber leer ni escribir bien, ya que los profesores dan clases a 40 o 50 niños, lo que no les permite garantizar que aprendan mejor, por lo que urgió que las autoridades pongan atención a esa zona de Acapulco, donde la marginación y la pobreza no permite el desarrollo de la educación.