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Agosto 05, 2019 13:24 hrs.

Hernando Rocha (EW) › Portal Espacio Web (PEW)

Economía ›


La tranquilidad que vivió la economía mundial tras la tregua comercial pactada entre Estados Unidos y China, en junio pasado en Osaka, Japón, apenas duro algo más de un mes y de nuevo los indicadores son presas del nerviosismo que resurge con el nuevo tira y afloje que se da en la relación entre las dos potencias y lo mal encarados que se muestran los dos gobernantes, Donald Trump, de Estados Unidos, y Xi Jinping, de China.

A ello se suma el hecho de que el pasado viernes comenzaron a sonar los tambores de guerra ante la posibilidad de que el mundo tenga más armas de destrucción masiva al quedar en el aire el tratado que eliminaba la existencia de corto y medio alcance (INF) que en 1987 suscribieron el entonces líder soviético, Mijael Gorbachov y el presidente norteamericano, Ronald Reagan y que desde este 2 de agosto quedó en el aire por decisión del presidente ruso Vladimir Putin y del mandatario estadounidense Donald Trump.

Esa tregua que se pacto el 28 de junio en Japón y que dio un ambiente de tranquilidad mundial, se rompió nuevamente cuando Trump anunciará la decisión de su gobierno de crear nuevas acciones arancelaria para la importación de productos chinos de hasta 300 billones de dólares y se agravó el lunes con la determinación china de exhortar a sus empresas a no importar productos agropecuarios provenientes de Estados Unidos.

La ruptura y la respuesta

Para ello Trump anunció a través de Twitter que se están planteando añadir un 10% más de impuestos a la tarifa ya existente del 25%. Esto ha sido resultado de que China no ha comprado suficientes bienes procedentes de la agricultura americana como habían prometido.

Por su lado el gobierno de Jinping devaluó el lunes su moneda, el yuan, frente al dólar, lo que determinó que la divisa norteamericana rompiera la barrera del cambio por sobre los 7,02 yuanes, cotización que se vislumbró según la tasa ’onshore’ -la operada en mercados locales-. La devaluación hizo que el dólar subiera en 1,23% y su valor llegará a los altos niveles que no se veían desde el 2008.

Por su parte, la tasa "offshore" -la operada en mercados internacionales como Hong Kong- subió un 1,38% y se situaba en 7,0683 yuanes por dólar. Como consecuencia de la devaluación, los principales mercados asiáticos sufrían bajas entre el 1,4 y el 2,7%. La Bolsa de Tokio cerró con una caída de 1,74%.

Devaluación del yuan

En su página el estatal Banco Popular de China se aseguró que la depreciación del yuan viene dada por "las medidas unilaterales y el proteccionismo comercial", así como por "la imposición de subidas arancelarias contra China", en clara referencia al último giro de la guerra comercial que Beijing y Washington mantienen desde marzo de 2018.

El anuncio de Trump de imponer un 10% de aranceles adicionales a los productos chinos a partir del 1 de septiembre, recibió de inmediato la respuesta del Ministerio de Comercio el cual dijo que cabrían ’represalias’, sin especificar en qué consistirían.

Una de las principales quejas del Gobierno estadounidense en el marco del conflicto comercial es la denuncia de que Beijing supuestamente manipula su divisa para evitar que se aprecie en demasía y que, por tanto, sus exportaciones pierdan competitividad.

Productos más baratos

Un yuan más débil significa que los productos chinos denominados en dólares son más baratos, algo que ayudaría a frenar el efecto negativo de los nuevos aranceles estadounidenses sobre su competitividad.

Sin embargo, el BPC manifestó que las fluctuaciones del yuan se ajustan al mercado, pero que la divisa nacional ’sigue siendo estable y fuerte’, al tiempo que garantizó que tiene ’experiencia, confianza y habilidad’ para mantener la estabilidad dentro de un "nivel apropiado" -aunque no indicó cuál es ese nivel- en los tipos de cambio.

Devaluaciones en cadena

La devaluación del yuan en cerca del 1,4% se constituye en la respuesta inmediata con la que el gobierno de Jinping hará frente, inicialmente al anuncio de Trump, decisión con la que determina que los productos chinos abaratan sus precios medidos en dólares y con ello se neutraliza el encarecimiento artificial que sufrieron las importaciones chinas por culpa de los nuevos aranceles.

En sentido contrario, con un yuan más débil, a los chinos se les encarecen sus propias importaciones. Y si los chinos le compran menos al mundo, el impacto se puede sentir inmediatamente sobre, por ejemplo, los precios de las materias primas.

El riesgo de esta movida china (el yuan no flota libremente) es que se desate una guerra de monedas, es decir que se sucedan las devaluaciones.

Un dólar más caro en Colombia

En Colombia los anuncios y las movidas económicas de Estados Unidos y China tuvieron repercusión en el valor de la divisa norteamericana, la cual registró este lunes su valor más alto en la historia cambiaria del país, al superar la barrera de los 3.460 pesos por dólar.

De acuerdo con el Bolsa de Valores de Colombia (BVC), la Tasa Representativa del Mercado (TRM) se comercializó el lunes en 3.483 pesos lo que se constituye en el máximo valor que logra la divisa estadounidense, lo que se convierte en una cifra récord alcista que no se veía desde el 12 de febrero del 2016, cuando la divisa llegó a 3.434,89 pesos, que hasta hoy era la más alta.

Para el analista bursátil Camilo Pérez, en diálogo con el portal Espacio Web (EW) lo que esta pasando en este momento hace que los inversionistas, en su aversión por el riesgo, están vendiendo activos en monedas y acciones de América Latina, lo que ha llevado a la disparada de casi 100 pesos del dólar y a que el índice Colcap, de la BVC retroceda un 1,7 por ciento.

El petróleo fue otro de los mercados afectados por este nuevo enfrentamiento de la guerra entre Estados Unidos y China y que hacen prever una posible limitación en la demanda del crudo por parte de los dos mayores consumidores mundiales.

El lunes los precios del crudo caían producto a las amenazas de nuevos aranceles a China. En la jornada matutina, los futuros del crudo referencial Brent cedían 62 centavos de dólar y su cotización fue de 61,27 dólares el barril. Por el lado de la referencia WTI, de Estados Unidos perdía 49 centavos, con un valor de 55,16 dólares el barril.

Ambos referenciales cayeron con fuerza la semana pasada tras el anuncio arancelario de Trump. El Brent sumó un desplome del 2,5% y el WTI, del 1%, tras perder más de un 7% el jueves, a su nivel más bajo en unas siete semanas.

La decisión del gobierno chino de devaluar su moneda generó de inmediato que en las principales bolsas del mundo, comenzando por las asiáticas cerrarán con número rojos.

En así que la bolsa de Shangai caía 1,6%, la de Tokio 1,7 y la de Seúl 2,2%. En Europa las principales bolsas caían en cerca del 2% en promedio. Los futuros de Wall Street caían más del 1% antes del arranque formal de la rueda.

Golpe político a Trump

Pero además de la devaluación de su moneda, el gobierno de China ha exigido a sus empresas estatales que suspendan las importaciones de productos agrícolas estadounidenses después de que las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China se dispararon aún más la semana pasada.

Las empresas agrícolas estatales de China ahora están esperando su momento, en previsión de nuevas conversaciones comerciales entre los dos países, agregaron las fuentes, optando por el anonimato.

Analistas colombianos consultados por EW consideran que la determinación del gobierno chino seguramente ’afectará a los agricultores estadounidenses’, lo que determinaría un duro golpe para el propósito de reelección de Trump ya que los agricultores son considerados como la base de la votación rural de Estados Unidos y que normalmente apoya a Trump’.

Recordaron que China en la parte de la guerra comercial que se vivió entre mayo y junio ese país recortó las compras agropecuarias provenientes de Estados Unidos, con lo que las importaciones de soja norteamericana cayeran en el primer semestre de este año, situación que favoreció a los productores de la soja brasileña.

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Se rompió la tregua de papel. El mundo amenazado por guerra comercial y más armas de destrucción masiva.

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