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Enero 27, 2015 16:07 hrs.

Francisco Gómez Maza/almomento.mx › todotexcoco.com

Periodismo ›


Da tristeza, profundo dolor, angosturas en el pecho, incontrolable rabia, ser asesinado un día de estos, un día y otro, aquí, allá y acullá, tan sólo por poner en peligro la seguridad, la impunidad de un cacique, de un político, de un gobernante, de un criminal. (¿De veras un periodista tiene tanto poder como para hacer peligrar la estabilidad de los poderosos?).

No estoy seguro de que el periodista tenga tanto poder para ello, pero eso es lo que les ha venido ocurriendo a muchos periodistas, muchos de ellos muy incómodos a la inconciencia de los poderosos, de presidentes municipales… de… Simplemente son desaparecidos y uno de estos días aparecidos hechos cadáver en algún paraje solitario o concurrido.

Ya hay que salir a reportear no sólo con la libreta y el lápiz, sino con el contrato de la funeraria, incluido el derecho a la cremación, si es que no te creman como a los de Ayotzinapa, y dejar en casa una atractiva póliza que le asegure la vida a la familia, principalmente en el estado que gobierna Javier Duarte Ochoa, con el palmarés de ser uno de los lugares más propicios para secuestrar, desaparecer y liquidar periodistas de profesión o ciudadanos periodistas por necesidad por necesidad de protección y seguridad.

Pues a pesar de todas las medidas precautorias, a pesar de los mecanismos de protección inventados los legisladores y por Gobernación, a pesar de las fiscalías, a pesar de todo, siguen cayendo periodistas, y en Veracruz, el estado más peligroso para los reporteros, por lo visto (Qué hace el gobernador para protegerlos).

El asesinato más reciente en la historia asesina de periodistas es el de José Moisés Sánchez Cerezo, taxista para sobrevivir y periodista para denunciar injusticias, ocurrido en la población veracruzana de Medellín. José Moisés Sánchez Cerezo era editor del periódico La Unión de Veracruz.

El taxista-periodista o al revés fue secuestrado y desaparecido el 2 de este enero, en Medellín, y fue hallado muerto este sábado 24 de enero, según lo dio a conocer el domingo el procurador veracruzano Luis Ángel Bravo Contreras.

Por el asesinato fue detenido Clemente Noé Rodríguez Martínez, exintegrante de la extinta Policía Intermunicipal, quien confesó haber matado a Sánchez Cerezo el pasado 2 de enero. El de Moisés es considerado como homicidio doloso calificado.

De acuerdo con lo dicho por el procurador, Rodríguez Martínez, el presunto asesino, era miembro de una banda dedicada a la venta de droga en Medellín, y en su declaración reconoció que la muerte del periodista fue por encargo de Martín López Meneses, subdirector de la Policía Municipal de Medellín, así como chofer y escolta personal del presidente municipal, Omar Cruz Reyes. Éste estaba este fin de semana arraigado por disposición judicial para determinar la responsabilidad que le resulte.

Y hay otros imputados identificados por Clemente Noé como el Harry, el Chelo, el Piolín, el Moi y el Olmos. La Procuraduría solicitará a la 63 Legislatura del estado el juicio de procedencia en contra de Omar Cruz Reyes, presidente municipal de Medellín, pues éste goza de fuero constitucional.


fgomezmaza@analisisafondo.com
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