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Julio 15, 2019 19:26 hrs.

Carlos Ravelo Galindo › diarioalmomento.com

Entretenimiento ›


Don José Antonio Aspiros Villagómez nos dice:
’Estimado amigo Carlos:
Las palabras que pronunciaste en la paella (¿valenciana o coahuilense?) y otras crónicas que he conocido sobre la reunión para el cumpleaños del estimado Teodoro, me hacen sentir incómodamente ingrato por no haber asistido.
No tengo pretextos públicos, pero sí fuertes razones muy particulares para explicar mi ausencia; no tiene caso mencionarlas.
Lo que necesito ahora, son las palabras precisas para disculparme con él.
Por escrito, pues ya sabes que me falla la oreja.
Celebro que hayas asistido a esta fiesta; se te ve bien en las fotos y espero que, además, te sientas muy bien también.
Previamente recordó:
Lo que has hecho con tus Nubes, hoy y en otras ocasiones, es rescatar el género epistolar.
Antes de que tuviéramos el recurso digital con sus pros y sus contras, escribíamos cartas para estar comunicados con nuestras amistades y familias distantes.
Bueno, confieso que a mí me daba flojera escribir cartas, pero recibí muchas... ¡y las tengo guardadas! También tarjetas postales. Prometo que cuando sea grande las voy a seleccionar y escanear, para tener menos papeles y crear ociosamente un inútil archivo digital.
Ahora que quienes formamos este grupo de amigos, vivimos en lugares como el Estado de México, Morelos, Ciudad de México, Jalisco, Colima, Veracruz y Querétaro (¿me faltó alguien?), por la distancia y otras razones que Cronos e Hipócrates pueden explicar mejor, nos queda el recurso de escribirnos por medio del correo electrónico, y parece que en ocasiones ponemos comentarios a los que tú concedes el interés y sustancia suficientes como para que los conozcan los lectores de En las Nubes.
En el pasado, muchas de las cartas que se cruzaron personajes famosos también fueron del interés -entre crematístico y cultural- de las empresas editoriales y las publicaron en formato de libro.
Leí algunos y sé de otros, y me parece que sí valió la pena su edición. Su lectura aporta enseñanzas, da luces sobre esos próceres de la cultura y hasta es divertido o ilustrativo lo que exponen.
Finalmente, como no tomé una a la una, y comeré tarde, no te prometo que sean cuatro a las cuatro. Sólo una.
Abrazos y saludos para ti y los amigos. José Antonio Aspiros Villagómez’.
Aprovechamos esta ocasión, memorable, para presentarte una colección de chistes cortos.
Pese a no ser políticos te harán reír y sobre todo te harán pasar un muy buen rato.
Diviértete como si estuvieras en una sesión cameral. O en las mañaneras.
Juan ¿por qué estás llorando?
María, ¿recuerdas cuando tu padre me amenazó que si no me casaba contigo me darían 20 años de cárcel?
¿Y?
Hoy hubiera salido María. Hoy hubiera salido...

Anoche entró un ladrón a la casa. Buscaba dinero. Y nos pusimos a buscar los dos...

Un borracho se encuentra con un militar y le dice:
Disculpe sargento…
¿Cómo que sargento. Qué no ve las estrellas?
Bueno. Disculpe mi cielo

La última vez que alguien me dijo que sentía lo mismo que yo.
Fue durante un temblor...

Cuando eres joven, sueñas con comerte al mundo. A partir de los 40 engordas como si de verdad te lo hubieras comido

Un hombre ve a otro en un balcón y le pregunta:
Oiga amigo ¿qué hace en ese balcón?
Me voy a tirar, le responde.
Pero ¿por qué? Mi mujer me dejó
Ah, bueno, si ella le dio permiso, ni hablar

En un funeral:
Y ¿de qué murió? Lo mató la soledad
¿Vivió siempre solo?
No, la Soledad era su novia y lo encontró con otra.

Cuando regresa el marido de la cita médica, la esposa le pregunta:
Y bien, ¿Qué te dijo el médico?
Que tengo sonrisa simpática y que sea feliz
Mira, aquí está el diagnóstico
Lee bien. Lo que dice aquí es Cirrosis hepática y Sífilis.
craveloygalindo@gmail.com


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