’Tanto fue el Cántaro al agua que en la Astaug… ¡ya se rompió!’.

Nos enteramos de buena fuente que la Astaug recientemente sostuvo cuando menos 3 reuniones privadas, con carácter de urgente, para decidir cómo procederá contra los ataques en redes sociales que mediante perfiles falsos descalifican a miembros de esta asociación sindical y a funcionarios de la Universidad de Guanajuato. Esta determinación se realizó derivado de las muestras de apoyo de centenares de afiliados a la Astaug que les han externado sus molestias con respecto a las desacreditaciones que se han hecho en su contra.

Esta determinación no es muestra de intolerancia a la libertad de expresión o un atentado a la misma, sino que se hace en ejercicio del propio derecho que los afiliados de la Astaug también tienen para defenderse contra las constantes publicaciones carentes de fundamentos que se han hecho en redes sociales, que se ha convertido en un medio para difamar, calumniar, desprestigiar y ofender a cualquier persona, empleando la cobarde estrategia de los perfiles falsos.

En materia legal se dice que todo el que acusa se encuentra obligado a demostrarlo, y en los casos de publicaciones que se han hecho en algunos perfiles de Facebook en contra de la Astaug , de plano ya se pasaron de ’la raya’, pues sin presentar pruebas los han acusado de robo a los agremiados, han ofendido a sus familias e incluso recientemente los han difamado con supuestas relaciones sentimentales entre algunos de ellos, demostrando la carencia de valores, principios y credibilidad de sus detractores.

Dicen que este tipo de ataques más que perjudicar a la Astaug, ha sido contra producentes para sus detractores, pues son los mismos afiliados quienes habrían solicitado a sus dirigentes frenar este tipo de ataques por la vía legal en contra de quienes se encuentren detrás de las difamaciones. Para ello los propios afiliados de la Astaug habrían proporcionado datos precisos a su dirigencia de los presuntos responsables con las evidencias probatorias correspondientes, incluso de los nombres de los y las responsables de quienes están detrás de estos perfiles falsos en redes sociales, y de quien por cierto ya hay algunos otros reportes en su contra.

Las acciones que se emprenderán contra los difamadores, calumniadores y cobardes, ya están definidas y como se trata de un acuerdo interno se las reservarán con el compromiso de que antes de terminar este mes serán ejercitadas por la Astaug.

EMPRENDERÁN ACCIONES LEGALES.

Las acciones legales que emprenderá la Astaug irán principalmente en contra de quienes estén detrás de los perfiles de Eduardo Martínez y Eduardo Guzmán, que presuntamente corresponderían entre otros a un ex trabajador de la Universidad de Guanajuato y quien por lo tanto ya no tiene vela en el entierro y pretende desprestigiar a la Astaug a cambio de unos cuantos pesos para ayudar a los detractores del actual Comité Ejecutivo de la Asociación Sindical y sus afiliados. Las acusaciones han llegado incluso a acusar de complicidad al Rector General Luis Felipe Guerrero Agripino y a otras autoridades universitarias.

Bien dijimos que el problema de Eduardo Martínez Guzmán, como se hace llamar esta caricatura en las redes sociales, su problema con el alcohol no le iba a dejar nada bueno, pues aparte de que como empleado le genero distanciamiento con muchos trabajadores universitarios con quienes tuvo trato directo, al final su mismo alcoholismo fue lo que le ocasionó el despido de la UG al acumular actas por presentarse a trabajar en estado de ebriedad.

El proceso legal que de esto derive, marcará un precedente no solo en la defensa de la libertad de expresión responsable en redes sociales, sino del respeto a la integridad y dignidad de las personas ante quienes sin pruebas ni fundamentos traten de desprestigiarlas en las redes sociales cobardemente mediante perfiles falsos.

Quedará así pues este asunto en manos de la policía cibernética, así como de las autoridades competentes para que ejerciten todo el peso de la Ley contra estos cobardes, incluso del propio Congreso del Estado para acelerar la Legislación que ya cocina para este tipo de conductas antisociales.