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Octubre 04, 2016 17:13 hrs.

Susana Vega López › diarioalmomento.com

Cultura ›


TEOTIHUACAN, Estado de México.- ¿Has escuchado el sonido del quetzal?, ¿te lo has imaginado siquiera? Pues resulta que cuando te paras a cinco metros frente a una de las pirámides de Teotihuacan, Estado de México, y aplaudes, se escucha claramente el sonido que emite esta ave-serpiente emplumada, Quetzalcóatl, sagrada para los mexicas. Algunos dicen que es el eco del aplauso, pero no.
A explicación de Ricardo Cervantes Cervantes, mejor conocido como ’El Gorila’, cuando se aplaude llega el sonido y regresa en arco, acústica; y cuando el sonido pega en el cuarto o quinto escalón de la pirámide y regresa, es eco porque se escucha el mismo tono que tú haces.
Teotihuacan, lugar o ciudad donde los hombres se convierten en dioses, donde la gente acude a cargarse de energía, a realizar ceremonias, a convivir, a caminar, a contemplar, a pedir deseos, a subir los 243 escalones de la Pirámide del Sol, a sudar, a comer, a beber pulque, temazcal, tequila… es el lugar más visitado de México.
El guía de turistas, danzante, estudioso de la cultura prehispánica, padre, abuelo, esposo, amigo, viajero, comenta que todas esas ondas electromagnéticas en combinación con el lugar en sí, sanan el cuerpo y asegura que aquí tenemos de las mejores alternativas en medicina.
El recorrido por la zona arqueológica más visitada es interesante. ’El Gorila’ revela a detalle los secretos del lugar y dice que cuando se visite el Museo de Antropología y se haga un alto frente al Calendario Azteca, se debe contemplar un buen rato para descubrir el círculo del abuelo, las dos serpientes, los 20 días, y agrega que fue tallado en una sola piedra que pesa más de 20 toneladas. ’Los revolucionarios la usaron como tiro al blanco, por lo que tiene muchos balazos e historias’.
Al referirse a los penachos que usan algunas personas que realizan ceremonias y danzas al son de los tambores y las flautas, pidió que se les respete porque son nuestras raíces. ’Se les debe enseñar a los hijos lo que hicieron nuestros antepasados; que aprendan a escuchar, que quieran a los abuelos porque ’todo lo que se siembra, se cosecha’.
¿Sabes qué es un chiquihuite?, pregunta cuando paramos en un basamento piramidal y explica que es eso, donde estamos, una especie de cesto que tiene la base cuadrada y termina en círculo. Luego señala una pirámide, al frente, y enfatiza que si se divide a la mitad y se cerraran sus lados, ’se vería que son perfectamente simétricos porque tienen una extraordinaria matemática-aritmética’. Acto seguido comienza a contar el conjunto de pirámides: uno, dos, tres… 17, el templo del agua; 18, el templo del fuego. Todo en armonía, dice, y repentinamente grita: Tlahuizcalpantecutli, Tekpatltépetl, Huitzilopochtli, Tlaloc, Axayácatl, después de otros nombres más que se escuchan lo mismo al norte, que al sur, al este o al oeste. ¡Asombroso!
’El Gorila’ llama al azahar a los visitantes: ’hola mexica; cómo estás tolteca; oye tú, huey’, y en seguida refiere: ’huey significa hermano, grande, alto’. En una ceremonia dice que el cinto rojo que se ponen -sólo los maestros- en la cabeza representa el atado del tiempo.
Al pasar por un hormiguero indicó que si las personas se paran en ese punto y los muerde la hormiga es porque son infieles... nadie quiso ser voluntario para demostrar su fidelidad.
Luego aseguró que el gran tesoro de Teotihuacan del que siempre se habla y andan en busca, no es tesoro de oro o dinero, no, es el tesoro de la madre naturaleza que te cura los males del hígado, del riñón, del pulmón, del estómago; que te energiza, que te alivia el cuerpo y el espíritu. El huizache, el pirul, las tunas, el nopal, el copal, la mirra, el incienso, el epazote, los tejocotes, la sábila, los chapulines, los gusanos, los insectos, todo, te brinda un bienestar.
Más adelante recordó que Diego Rivera visitaba mucho el lugar y les cambiaba radios de transistores por tenates de piedras originales, por piezas arqueológicas que fue con lo que hizo el Anahuacalli.
Así, con el sonido de aves y jaguares que emiten unas artesanías realizadas por manos mexicanas –no productos chinos, subraya-, los visitantes se asombran, se espantan, se maravillan de este enigmático lugar que requiere de un guía de turistas para conocer su historia.

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Teotihuacan, alternativa de curación

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