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Enero 22, 2019 12:55 hrs.

Carlos Ravelo Galindo › diarioalmomento.com

Entretenimiento ›


De vez en cuando algo diferente rompe la monotemática actual, de la cual ya muchos estamos hartos. No, de manera alguna hablamos del FCE. Hoy, también hablamos de cuentos.
Pedimos una disculpa a los inmersos en la política, que cuando abren la boca, mienten.
Un hombre viaja en un barco. Dos días después, el barco se encuentra con una tormenta y se hunde.
A duras penas, agarrado a un pequeño pedazo del mástil fue arrastrado a una isla desconocida.
El único problema es que era tan desconocida que ningún barco se le acercaba.
Pasa 10 años en la isla, y sobrevive solo, hasta que un día, de repente, nota una mancha inusual en la distancia.
"Ciertamente no es un barco", piensa para sí mismo. Ningún barco ha venido nunca.
A medida que la mota se acerca más y más, el hombre comienza a descartar la posibilidad de que sea un bote pequeño o incluso una balsa.
De repente de una ola aparece una hermosa mujer rubia que usa equipo de buceo y un traje de neopreno.
Ella se acerca al hombre, que no puede creer lo que ve. Y le dice que tiene un bote cerca, y que hacía unas inmersiones por el lugar. La mirada del pobre hombre le hace sentir lástima por él.
"Dime, ¿cuánto tiempo ha pasado desde que fumaste un cigarrillo?", Le pregunta al hombre.
"Han pasado 10 años", responde.
Con eso, la mujer se acerca y se desabrocha un bolsillo impermeable en la manga izquierda y saca un paquete de cigarrillos.
El hombre toma uno, lo enciende y da una larga calada.
’Caray, esto es bueno. Un placer.
"¿Y cuánto tiempo ha pasado desde que tomaste un sorbo de bourbon?", Pregunta la mujer.
Trémulo el náufrago explica que también han pasado 10 años.
Ella se acerca, se desabrocha la manga derecha y saca un frasco.
El hombre lo abre y toma un trago.
"Este es el mejor día de mi vida", dice.
La mujer comienza a desabrochar su larga cremallera que recorre la parte delantera de su traje de neopreno y mira al hombre seductoramente.
"Ahora, cuánto tiempo ha pasado desde que te has divertido realmente", Pregunta seductora.
Con lágrimas en los ojos, el hombre cae de rodillas y solloza.
"¡Dios mío! ¡No me digas que traes un juego de dominó ahí dentro! "
Ya no sabe, como los políticos, qué pedir.
Con todo el debido respeto así sucede en la vida real.
A un hombre se le muere la suegra y se dirige al periódico para publicar el obituario. El hombre entra a la oficina de anuncios y dice:
Quiero poner un anuncio por la muerte de mi suegrita.
Muy bien señor, le adelanto que son 10 pesos por palabra.
Murió Josefina.
Disculpe, creo que no me expliqué bien, son mínimo 5 palabras, o sea 50 pesos.
Pero yo sólo quiero gastar 20 pesos.
Ya le dije que no puede ser.
El hombre se va molesto y regresa a los 10 minutos y dice:
Ya sé qué poner en el anuncio...
Si, dígame...
Murió Josefina...
Y las otras 3 palabras
Vendo un Toyota.
craveloygalindo@gmail.com

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Un náufrago y la suegra

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