Viaje inolvidable por España y México a través del canto

La música es la expresión maravillosa del ser humano. Transmite diversas sensaciones que otras formas de arte no pueden. Espresa miedos, alegrías, sentimientos profundos de diversos tipos y permite canalizarlos para que la gente aliviane sus penas o haga crecer su alegría. Es el alma de los pueblos. México y España se enlazan en las voces del coro femenil “Amigas de la Música” y presentan un abanico de melodías que hacen revivir el pasado y presente de dos pueblos con historia.
Canciones de España y México que embelezan a los asistentes al concierto del coro femenil “Amigas de la Música”, en el extraordinario marco del Casino Español. Un programa espectacular bajo la dirección de Lucero Prado de Esteva.
El programa dio inicio después de la tercera llamada. Estaba previsto empezar el concierto coral con la música española. Sin embargo , deciden de última hora iniciar con la música mexicana.
Las integrantes del coro se preparan. Lucero Prado le da la indicación a la pianista Jazmín Sandragorsian y las voces del coro rompen el silencio con la melodía “Peregrina” de Ricardo Palmerín y letra del poeta Luis Rosado Vega. La directora del coro invita a los asistentes a cantar la bella canción. Nadie se anima... Aplauden, eso sí, con intensidad y admiración cuando termina la interpretación.
Le sigue “Tehuantepec” de José “Pepe” Guizar Morfín, nacido en Guadalajara, Jalisco, México, el 12 de febrero de 1906. Muere el 27 de septiembre de 1980...
“Trópico cálido y bello/ Istmo de Tehuantepec./ Música de una marimba/ maderas que cantan con voz de mujer...”
La gente se anima y empiezan los murmullos de los asistentes.
Se sigue el programa casi al ritmo de la música. De inmediato, las integrantes del coro de “Amigas de la Música” interpretan “Flor de Azalea”, compuesta en 1949 por Zacarías Gómez Urquiza y musicalizada por Manuel Esperón.
El ambiente se siente más cálido cuando interpretan “Dios nunca muere”, del compositor oaxaqueño y violinista, Macedonio Alcalá. Obra compuesta en 1868. El himno de facto de Oaxaca.
La velada coral se complementa con la melodía “Morir por tu amor”, de Belisario de Jesús García.
No podía faltar entre el repertorio a interpretar, la obra de la compositora mexicana, María Greever con “Alma mía”.
Dos de las obras que recibieron el mayor reconocimiento del público, fueron sin duda alguna “Veracruz” y “Farolito”, del músico poeta, Ángel Agustín María Carlos Fausto Mariano Alfonso del Sagrado Corazón de Jesús Lara y Aguirre del Pino, mejor conocido como Agustín Lara.
Para cerrar la primera parte del concierto, concluyeron con las melodías “Yucatán” y obra de Eduardo Salamonovitz Weinstock (Eduardo Salas) y Guadalupe Trigo, “Mi ciudad”.
Hay un receso de 15 minutos.
Reinicia el concierto.
La música nos transporta a la madre España. Lucero Prado de Esteva marca los tiemposs y la pianista Jazmín Sandragorsian da los primeros acordes. Las integrantes del coro comienzan... “12 cascabeles” de Ricardo Freire:
“Doce cascabeles lleva mi caballo por la carretera...”
Continúan con “Amapola” de Luis Roldán y música de José Lacalle; “Los Nardos” de Francisco Alonso, compositor especializado en zarzuelas; “Madrid” de Agustín Lara.
La melodía siguiente es el “Himno a la Virgen del Pilar” de Florencio Jarciel y música de Juan Baustista Lambert.
Para cerrar, la directora Lucero Prado de Esteva explica que “Salve Rociera del Olé” es una obra de Manuel Pareja Obregón y García y letra de Rafael de León.
Termina el concierto. La gente se pone de pie y aplaude largamente al coro “Amigas de la Música” y pide otra... Accede la directora con la condición de que la gente baile... Interpretaremos -dice- un danzón de Gabilondo Soler (Cri-Cri)...
“La negrita cucurumbé/ se fue a bañar al mar,/ para ver si en las blancas olas/ su carita podría blanquear...”.
La gente salió feliz. Una vez más queda demostrado que la música es el alma de los pueblos.