Alarma en Santa Ana Jilotzingo una bebita muerta hay desaparecidos 11 viviendas sepultadas y 200 personas desalojadas

Santa Ana Jilotzingo, Mex. - 14 de septiembre- Una bebe de 3 meses de nacida muerta, 15 desaparecidos, de los cuales 3 ya fueron encontrados y rescatados, 11 viviendas sepultadas y 200 desalojadas fue el saldo que hasta el momento ha dejado el aguacero y deslave de un cerro que se registró la noche del viernes en el poblado de San Luis Ayuca, en este municipio.
Aunque no se ha dado a conocer de manera oficial, policías estatales que pidieron anonimato revelaron a La Prensa que dentro de los trabajos que se realizan para encontrar a las 12 personas desaparecidas, ya localizaron a seis de ellas, aunque desafortunadamente muertas
Esta información, dijeron los uniformados, es preliminar en las próximas horas se dará a conocer de manera oficial.
En tanto, más de 200 elementos de la policía estatal, del Ejército, de la Marina, Guardia Nacional, y de los diferentes cuerpos de rescate municipal y estatal y de la Gestión Integral de Riesgos del Estado de México trabajan de manera titánica en la zona del siniestro, ubicada en los Barrios de Don Gus y el Grande, en busca de las personas desaparecidas.
Desde la misma noche de ayer policías y rescatistas, por instrucciones de la gobernadora Delfina Gómez arribaron a la zona siniestrada para dar todo el apoyo a las personas afectadas.
Dentro de los trabajos que se realizaron policías y socorrista rescataron vivas de entre los asombrosos a tres personas, un niño de 12 años de edad, una niña de 10 y una mujer de 34, todos ellos integrantes de una familia.
También sacaron a una bebé de 3 meses de nacida, aunque desafortunadamente muerta.
Las tres personas rescatadas fueron trasladadas al Hospital de Trautología de Lomas Verdes, a fin de que recibieran la atención médica necesaria, ya que presentaban lesiones de consideración.
Debido a que la zona se quedó sin luz y sin señal telefónica y existía poca visibilidad, además de que se corría el riesgo de nuevos deslaves, policías y rescatistas, como medida de seguridad, suspendieron las labores de auxilio y rescate.
Esta mañana, ya con la luz del día, policías, militares, marinos y elementos de los cuerpos de emergencia iniciaron de lleno con los trabajos de búsqueda.
Con palos, picos y palas sacaban tierra y pedazos de piedras en busca de los desaparecidos.
Debido a que del cerro cayeron toneladas de tierra y enormes piedras, el coordinador de Protección Civil estatal, Adrián Hernández, estaba estudiando la posibilidad de meter máquinas retroexcavadoras para agilizar los trabajos de búsqueda, pues consideraba que en esta situación el tiempo es oro para rescatar vivos a los desaparecidos, aunque también estaba consciente que la presencia de máquinas podía provocar nuevos derrumbes.
Mientras que los trabajos de búsqueda continúan, la carretera Naucalpan-Ixtlahuaca está cerrada a la circulación y solamente pasan patrullas, ambulancias y unidades de los cuerpos de rescate que siguen llegando para apoyar las labores de auxilio.
Para apoyar a todas las personas que resultaron afectadas, el gobierno municipal adaptó dos albergues, uno en la Iglesia de San Luis Obispo y otro en una casa, donde se les está apoyando con alimentos, agua y un lugar donde pernoctar, pues algunas de ellas lo perdieron todo.
DESALOJAN SUS CASAS
Asimismo, debido a que continúan los estruendos y desgajamientos de tierra, autoridades estatales y municipales, como medida de seguridad, están desalojado toda la zona.
A diferencia de otras ocasiones, los vecinos no pusieron resistencia para dejar sus casas, entraron, sacaron lo indispensable y conscientes de que se podían registrar nuevos desgajamientos de tierra y podían morir sepultados, pues escucharon los constantes estruendos, tomaron lo necesario y se retiraron.
Con lágrimas en los ojos y la impotencia reflejada en sus rostros los afectados que afirmaron tener más de 35 años en sus casas, abandonaron sus domicilios y caminaron por la calle, algunos de ellos para dirigirse a los albergues y otros a la casa de algún familiar que en el momento de la tragedia les ofrecieron hospitalidad.