Amatl Xoxoktli

Nadie sabe quién inventó la rueda, pero todo el mundo la usa. Para algunas personas es el mejor invento habido y por haber. También se desconoce si fue primero la rueda de alfarería o del vehículo puesto que se cree que las primeras fueron de madera y por eso no resistieron tanto como evidencia arqueológica, sobre todo las de los vehículos por la superficie abrupta de los caminos de la antigüedad.

El binomio camino-rueda logró conectar y crear todo tipo de relaciones entre pueblos, sobre todo comerciales. Desde las primeras carretas hasta las llantas de los aviones, la rueda está presente en todo tipo de transporte si no de manera directa siempre será necesaria en su proceso constructivo.

La rueda, convertida en llanta, nos ayuda a transportarnos desde antes de poder caminar hasta cuando ya no podemos.
La rueda, puesta en un automóvil pisa más que los propios pies las calles, aunque sólo pise y no camine, es decir, esté sólo estacionada. El 95% del tiempo de vida de un automóvil se encuentra estacionado y por si fuera poco el costo que se genera por cada viaje también cuesta que esté estacionado. Injusticia o ironía. Y, por otro lado, los coches ocupan el 70% del espacio en las calles.

Ante esto, ¿por qué no optar por otros medios de transporte que no privilegie estos despilfarros de espacio y muchos recursos?

Y lo digo de manera tajante, los vehículos híbridos o eléctricos en este momento no son viables en México puesto que la sustentabilidad implica la procuración económica. Si en este país, hasta 2018, sólo 55.6 millones de personas eran población económicamente activa y de las cuales sólo 2.5 millones percibe un salario mayor a 13 mil pesos mensuales mientras que en Guerrero sólo el 14% de la población económicamente activa gana más de 8 mil pesos mensuales (Según información de Ana Karen de El Economista), es evidente que no estamos en condición para gastar más de medio millón de pesos en un coche híbrido (además de la falta de infraestructura adecuada) cuando la prioridad es el alimento y la vivienda. Por ello se opta por coches convencionales que se pueden adquirir con 20 mil pesos más o menos.

Pero estos coches son unidades viejas, con poco servicio y por tanto muy contaminantes. La opción ha sido en muchas ciudades el uso de motocicletas.

Desafortunadamente esto se ha convertido en un problema y ha transformado la dinámica urbana en forma negativa por el hecho de su abundancia y uso excesivo.

¿Qué opción tenemos entonces? ¿cómo se puede resolver el problema de movilidad en ciudades medias? Y menciono estas porque son las que nos competen, son en las que vivimos y si se puede decir las que queremos y esperamos que se desarrollen.

El transporte público es una medida muy eficiente, aunque hasta ahora es Acapulco, por su casi un millón de habitantes, quien está a la vanguardia, por su puesto se requieren algunas mejoras por parte de los usuarios del Acabús. Estas mejoras en el sentido de educación vial de choferes, las condiciones físicas de los vehículos y la seguridad carretera del viajero son exigencias constantes en todas las ciudades y por ello optan por un vehículo privado que regularmente es usado por una o dos personas cuando tienen capacidad de cuatro o más, representando un déficit del uso.

¿Cuál es la opción?
Muchos procesos son cíclicos y hay clásicos en toda temática. No tenemos que inventar ’la rueda negra’. El vehículo del futuro llegó hace tiempo; la bicicleta.
Casi todas las personas sabemos usar bicicleta y en casi todas las casas existe al menos una. Tenemos muchas calles pavimentadas y zonas planas en casi todas las ciudades. Debemos utilizar los recursos disponibles para lograr la eficiencia urbana en cuestión de movilidad.

Debemos optar por movilidad limpia y la más adecuada para nuestras ciudades es el uso de la bicicleta, al menos para actividades sencillas como ir de compras, ir a un parque e incluso a la escuela. No es suficiente con organizar rodadas en bicicleta puesto que se aísla esta actividad y más que poner esta práctica en la carta de la movilidad urbana se trata como un espectáculo ocasional.

Para incluir la movilidad urbana sustentable es necesario un proyecto integral basado en un estudio de tránsito y complementado con políticas públicas.

El Colectivo Wiltlan de Chilapa, motivado por el uso de bicitaxis en la localidad, ha trabajado una iniciativa que resumo en los siguientes párrafos.

Se propone la calendarización de calles y horarios para uso exclusivo de las bicicletas alternando rutas. Esto, con el objetivo de saltar ese obstáculo de inversión monetaria en construcción de ciclovías y utilizar las calles existentes creando ciclorutas que conecten escuelas y centros deportivos, principalmente.

A título personal el uso compartido de vehículos y bicicletas en avenidas importantes es incompatible por la agitación y necesidad más intensa de respiración que implica el pedaleo.

Además, esta alternación contempla zonas periféricas y no sólo la zona central o avenidas importantes como se acostumbra en todos los proyectos de ciclovías donde los beneficiarios son personas que viven en la zona de intervención o turistas, de esta forma se puede reducir la desigualdad social.

Las zonas altas no son obstáculo, diariamente bajan y suben personas en bicicleta en muchas ciudades.
La iniciativa también se incluye educación vial integral desde peatones hasta choferes, así como el uso de protección al conducir cualquier vehículo y la adecuación con equipamiento urbano como estacionamientos seguros para bicicletas en zonas muy visitadas, en todos los centros deportivos y todas las escuelas. Importante también es que las autoridades pongan el ejemplo y no sólo asistan a los banderazos de las rodadas, sino que cuando menos una vez al mes acudan al trabajo en bicicleta.

A estas alturas de la emergencia ambiental y sobre todo el uso del lema de la ONU que tanto se pregona en los gobiernos municipales: ’Sin contaminación del aire’, debiera aplicarse en todos los rubros del cuidado ambiental desde evitar los incendios, separar los residuos, plantar árboles y utilizar transporte limpio, por mencionar los de mayor discusión.

Debemos aplicar proyectos ambientales integrales y respetarlos cabalmente, no sólo los que nos convienen.
Es importante recordar que las calles la pagan toda la ciudadanía y no es justo que se construyan sólo para quienes tienen coche y aunque es cierto que todas las personas los usamos, el parque de vehículos privados increíblemente alto y algunas políticas como el ’hoy no circula’ sólo han incentivado la compra de un vehículo extra como lo manifiesta Mario Molina. En otras ciudades se cobra una cuota mayor al entrar a ciertas zonas con coche. En ambos casos el gasto monetario y el consumo de recursos sólo aumenta.

Por lo tanto, la mejora del servicio de transporte público, pero sobre todo políticas urbanas que mejoren los reglamentos de tránsito y vialidad, así como planes de desarrollo urbano (elaborados con la participación de direcciones de ecología y comités de cambio climático y participación y propuestas ciudadanas) que contemplen el uso de bicicleta perece ser la mejor opción ante esta emergencia. Puede traer beneficios a la salud, a la economía y al ambiente, aspectos clave de la sustentabilidad en el entendido que las personas con buena salud pueden realizar casi cualquier actividad y por lo tanto tener un desarrollo en todos los sentidos.

El cinco de junio se celebró el día mundial del medio ambiente y el 3 de junio el día mundial de la bicicleta y el 12 el día contra el trabajo infantil. Si quiere que las niñas y niños trabajen que sea en unas clases para montar bicicleta, eso les hará felices y además es una competencia para la vida y posible habilidad para un empleo futuro.

Por todo lo dicho, invito a todas las personas a usar más bicicleta y si visitan Chilapa hagan uso de un bicitaxi. También que exijan a las autoridades la aplica