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Agosto 10, 2019 08:49 hrs.

Sócrates A. Campos Lemus › diarioalmomento.com

Política ›


El otro día uno de mis amigos, molesto contra AMLO declaraba que esto nos pasa a los mexicanos, generalizando su molestia como si fuera de todos, porque seguramente estamos pagando un KARMA y otro le contestó, tu molestia es tuya, no es karma general por tanto no culpes al karma por las pendejadas que haces o que te hacen.

Pareciera como si en el entorno existieran malestares o maleficios o diablos sueltos que hacen que las gentes se distancien, se peleen, discutan, derramen sus odios y resentimientos en contra de todos y de todas, así tal parece que en muchos casos no se trata de buscar justicia sino de acomodar madrazos para la venganza, no queremos construir, tratamos de destruir todo como si todo estuviera podrido y maloliente. Hace años, alguna gente sensata explicaba que su generación, incluyendo parte de la nuestra, no buscábamos lo efímero, lo inmediato, sabíamos que las relaciones deberían se largas y por siempre, cuando menos era el objetivo, así, asistí al lado de mis padres a las famosas ’bodas de otro’ de cincuenta años de varios de sus amigos que eran mayores a ellos, no tiraban las camisas cuando se luían los cuellos las enviaban a las costureras para que los voltearan y volvieran a servir, no andaban con envases desechables, llevaban las bolsas donde cargaban los comestibles o los productos que se utilizarían en las casas, se compraba por orden, de los más pesados a los que no se pudieran aplastar y se acomodaban, llevábamos las botellas de leche cada día para cambiarlas por otras y no existían envases ni de cartón ni de plástico, de plástico solamente las cubetas y algunas tinas que se utilizaban para poner a remojar la ropa para que al lavarla salieran las manchas fácilmente y no se usaban esos contaminantes jabones que hoy en todos lados anuncian…cuando la radio que era un bien preciado y cuidado por toda la familia se descomponía por la falla de algún bulbo pues se llevaba a componer y el técnico tenía un grupo de gentes que admiraba su labor, cómo usaba los aparatos para medir cada potencia en cada lado del sistema y así se llevaba el bulbo viejo para el juego de los niños, los tocadiscos cambiaban las agujas y se cuidaba cada disco limpiándolo y evitando el polvo, los zapatos eran boleados y cambiados los tacones que tampoco se desperdiciaban, se usaban para jugar al ’Tacón’ pegándole a una moneda hasta que llegara a la meta fijada, los diarios se acomodaban ya sea para regarlos a los comerciantes o tener para limpiar vidrios y no existían esas bolsitas de plástico que tanto contaminan ahora cuando las gentes solicitan su bolsita para el jugo o el refresco con su popote y los tiran en cualquier parte y las calles y se tapan en sus coladeras, se mascaba el verdadero chicle de árbol, lo vendían en los mercados en pequeñas bolitas y explicaban que lo raspaban de los árboles del chico zapote, en fin, los colchones se vareaban cada tiempo y a las almohadas se les sacaba la borra o las plumas para lavarlas y secarlas, no existían más que las barberías y los peluqueros que no permitían consultar las revistas VEA, porque salían chamacas en traje de baño y los cines eran clasificados para adolescentes, niños o adultos y hasta en las mismas pulcatas se leían aquellos anuncios de que no se permitían personal uniformado, damas o gente en estado inconveniente, ahí se jugaba al rentoy y las cartas y se olía a varias frutas con las que curaban los pulques, en fin, tiempos idos pero que al parecer no dejaron la huella de lo bueno y sucumbimos a lo moderno que nos viene jodiendo al planeta y nos jode la salud y, dentro de lo moderno, pues las malas mañas, las drogas y la violencia, antes, para que una gente en su casa tuviera un arma era un milagro, los pillos y rateros andaban con cuchillos y navajas, cadenas y algunas cachiporras, no asaltaban a cualquiera y se respetaba a la gente del barrio, la prostitución se ejercía en calles controladas o en las famosos casas de ’citas’, en fin, algunos dirán que las nostalgias de los viejillos son aburridas pero en la realidad haciendo un balance de los días creo que éramos felices, no teníamos tantas ambiciones de riquezas sino de aventuras, no es que se fuera mediocre o poco afortunado, no, la gente trabajaba y cobraba honestamente por lo que hacía y no defraudaba a los demás, incluso los que más tenían fama de tramposos eran los abogados y muchos recuerdan las famosos historias de Bernabé Jurado un abogado que hacía pillería y media… ahora, lo difícil, es encontrar a un abogado serio y decente, honesto y leal con el cliente que no venda el caso, los hay sin duda como también hay algunos, pocos, pero serios periodistas que no son ’chayoteros’ como dice el presidente y, me preguntaría y le preguntaría a AMLO: ’Él ¿sería capaz de meter la mano al fuego por sus aliados los multimillonarios que le brindan tanta confianza y dicen que le apoyan cuando lo que siempre buscan son negocios y ganancias?’ ¿Metería las manos al fuego por muchos de los políticos que andan con él, cerquita, e incluso familias enteras gozando de la 4T?, me dirá que cada uno es responsable de lo que haga y que se tiene que atener a la ley y la justicia, en fin, frases hermosas, convincentes, claras y lógicas ,como esa de que, no pueden existir políticos ricos con un pueblo pobre y, le añadiría, que no deben existir multimillonarios a su lado, con un gobernante de pueblo pobre, a menos que den respuestas claras de que son honestos y quieren a la gente y, no dudamos, la inmensa mayoría de los ricachones quiere al pueblo, pero lo quieren seguir jodiendo, igual que quieren a las masas los políticos para que los sostengan en el poder y les den chance, tantito, de seguirse enriqueciendo…. Bueno, AMLO, no, los demás, pues quién sabe…

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AMLO, el honesto, los demás quién sabe

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