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Agosto 08, 2024 02:07 hrs.

Guillermo Pimentel Balderas › diarioalmomento.com

Política ›


• Dirigentes habían apoyado la política agropecuaria de 4T. Fueron desmanteladas, descapitalizadas, sin programas ni presupuestos; su gestión fue sustituida por ’siervos de la nación’.

• Sexenio de degradación campesina. ¡Anti-Zapatas: cómplices del Mesías!, en el pecado llevan la penitencia.

El presidente López Obrador dijo al inicio de su mandato en una de sus tantas mañaneras que su gobierno no usará ’intermediarios’ para entregar recursos a los campesinos. Enfatizó: ’Imagínense… ¿cuánto se les daba a las organizaciones campesinas? ’Por respeto –dijo-, no lo hemos dicho, porque no queremos la confrontación. Vamos resolviendo el problema, nada más que se entienda que esto ya cambió’.

O sea, ’lo que era Desarrollo Social les daban recursos. Entonces, ya no; ahora, es directo al campesino, sea ejidatario, sea comunero, sea pequeño propietario’.

Dirigentes campesinos, académicos, agrónomos y ejidatarios consultados por este reportero, coincidieron en recordar que López Obrador como virtual presidente electo de México, en Jerez, Zacatecas y ante dirigentes campesinos de todo el país, prometió que iba a impulsar mejoras en el campo con el fin de reactivar la industria y el consumo de productos agrícolas nacionales.

Además, resaltó que reactivaría la industria agropecuaria, y como parte del compromiso, firmó el 10 de abril el Plan de Ayala Siglo XXI 2.0, precisamente ’para el rescate del campo y la soberanía alimentaria de México’.

Hubo esperanza de tantas promesas para fortalecer el campo, lograr la soberanía y seguridad alimentaria, acabar con la corrupción, más presupuesto y programas sociales como el fortalecimiento de las organizaciones sociales, indígenas y de mujeres; promesas en ocasión del 99 aniversario del fallecimiento del General Emiliano Zapata.

El líder moral de Morena se comprometió a implementar un nuevo pacto político del Estado mexicano con el movimiento campesino, con carácter estratégico y de interés público, para impulsar una nueva era de revalorización plena del campesinado, los pueblos indígenas y las comunidades afromexicanas sobre la base del reconocimiento de varios derechos dados a conocer en el documento signado.

Sin embargo, sin saber que en este futuro -que hoy es presente- y después de casi 6 años, se llevarían el fiasco de su vida, pues fue todo lo contrario.

Ante nulos resultados y persecución a las organizaciones campesinas por parte del gobierno de la ’transformación’, fue que varias dirigencia de organizaciones campesinas alertaron: ’el gobierno de la República carece de una política agraria para resolver los conflictos que quedan’.

Es decir, no hay fin del neoliberalismo; no se tocó la reforma más neoliberal que fue la regresiva al 27 Constitucional: ’atentatoria a la soberanía nacional y de la propiedad social de la tierra que, comprende el 52 % del territorio nacional en alrededor de un poco más de 32 mil ejidos y comunidades, las cuales carecen de una política de desarrollo y de presupuesto para atender sus necesidades’.

Líderes agrarios, en este caso en específico, habían denunciado que a la Secretaria de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu) –junto con su ’florero’ la Procuraduría Agraria (PA)-, la convirtieron en una entidad de desarrollo urbano de manera exclusiva. ’Sus obras de dudosa utilidad pública y caras se realizan en el ámbito urbano’.

Lamentaron que el sector Agrario ha sido desmantelado y, lo que queda, lo opera una burocracia que carece de experiencia, mas bien ineficaz y corrupta. En resumen, consideran a la Sedatu, a la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), al Registro Agrario Nacional (RAN), a la Procuraduría Agraria y a los Tribunales Agrarios, ’más dedicados al negocio que a apoyar a la clase agraria y a la campesina’.

Lo que es una realidad es que después de casi 6 años de gobierno Obradorista las organizaciones agrarias que quedan y, los conflictos agrarios pendientes, se encuentran en el limbo. ’Un país con una larga trayectoria en el reparto Agrario, hoy deja a la deriva a los dueños de la tierra y a quienes cargan con conflictos agrarios sin resolver. La justicia Agraria para los campesinos e indígenas no existe’.

Hoy, el campo se encuentra en el desamparo, la Justicia Agraria es inexistente y los conflictos duermen el sueño de lo injusto. El abandono lo pagara caro nuestro país, no hay suficiente producción y tendremos falta de alimentos. Lo más grave está por llegar, gracias a la ineptitud del gobierno ’cuatrista’, sentenciaron.

Los entrevistados refieren que hoy, éstas organizaciones que apoyaron a AMLO y, ’las que no lo apoyaron como la Confederación Nacional Campesina (CNC), Antorcha Campesina y los Sistemas Producto, están desmanteladas, descapitalizadas, sin programas ni presupuestos; su gestión fue sustituido por los siervos de la nación que les ganaron, tanto los espacios, organizativa presupuestales y políticos’.

Cabe reflexionar que fueron dirigentes, no sus organizaciones, no sus integrantes, quienes traicionaron sus causas y, hoy, son funcionarios, fueron y son diputados, senadores, ’en una entrega más por sus interese personales y el deslinde de sus compromisos con las estructuras que los hicieron fuertes’.

¿Ejemplos…? Mencionaron a Alfonso Ramírez Cuéllar, Víctor Suárez, Eraclio Rodríguez "Yaco" y José Narro Céspedes, entre los que siguieron y siguen el ejemplo del Mesías, dando atole con el dedo a muchos productores ingenuos.

Las fuentes, resaltaron el tema de los espacios participativos que brindó en su momento la Ley de Desarrollo Rural Sustentable como el Consejo de Desarrollo Rural Sustentable, máximo órgano de representación de actores del sector agropecuario y pesquero y, órgano obligado de consulta que, quedó en letra muerta y congelado en su actuar. ’Ni influye en el presupuesto, mucho menos en la política pública del campo’.

Igualmente, mencionan que el mismo destino han sufrido las Leyes Federales Agraria y Ganadera, que siguen en la burocracia y deteniendo el proceso organizativo de las asociaciones, uniones regionales y uniones nacionales agrícolas y ganaderas. ’No se diga de los sistemas producto que se volvieron ’tigres de papel’, pues la estrategia de la 4T fue desmoralizar, disolver y congelar las organizaciones sociales, económicas y productivas del sector’.

Afirman que esto, se logró con el retiro de presupuestos, de programas en la política pública y la complicidad de líderes traidores que decidieron por sus intereses personales y entreguismo, despreciando, presionando y anulando su compromiso con sus organizaciones, agremiados y sobre todo con el sector agropecuario.

Por eso el refrán de que: ’en el pecado llevan la penitencia’ O sea que cada cual pagará las consecuencias de sus actos. ’Son los ’anti Zapatas’, cómplices del Mesías. Así pasarán a la historia’, sentenciaron.

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AMLO traicionó el Plan de Ayala Siglo XXI 2.0

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