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Julio 09, 2022 00:49 hrs.

Marco Antonio Baños Avendaño › diarioalmomento.com

Política ›


Para poder entender que es la Ponderación, podemos señalar que los Principios ’Pesan’, que los razonamientos son algunos más de peso que otros, que hay argumentos más pesados que otros e ideas más fuertes que otras.

Si hacemos un balance de que pesa más en México, si la Honestidad y/o un señalamiento político, la Libertad de expresión y/o el derecho al honor; la Libertad de información y/o el derecho a la intimidad; la Libertad de empresa y/o el medio ambiente; el Derecho de manifestación y/o el orden público; el Derecho de propiedad y/o la función social de la propiedad; la Presunción de inocencia y/o la prisión preventiva, quien desempeña el poder y/o quien lo pretende, por poner algunos ejemplos, podemos saber que circunstancialmente existen valores con más importancia que otros en nuestro país.

Por supuesto, la cantidad de lesión o de frustración de un principio (su peso) no es una magnitud autónoma, sino que depende de la satisfacción o cumplimiento del principio en pugna; y, a la inversa, el peso de este último está en función del grado de lesión de su opuesto. Aun cuando uno de los principios en conflicto deba prevalecer en el caso concreto, no por ello debe considerarse al otro como inexistente o no consagrado.

¿Qué Vale más para los mexicanos en este momento? ¿La calidad de la educación o la salud? ¿Las refinerías o las vacunas contra el Covid 19 en los niños?, esto se llama ponderación cuando resolvemos el conflicto de saber en cada momento que necesitamos más en nuestra realidad nacional.

Vale la pena plantearse nuevas preguntas: ¿Qué vale más?, los Derechos Humanos que exponen las Naciones Unidas, lo que indica la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos y/o, nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos con Derechos Humanos restringidos y difusos en su concepción que dispone la Suprema Corte de Justicia de la Nación? La situación es responder, una vez ponderanda la respuesta, obviamente es, en estricto sentido, lo que dispone nuestra Corte.

Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua o cualquier otra condición. Todos tenemos los mismos derechos humanos, sin discriminación alguna. Estos derechos son interrelacionados, interdependientes e indivisibles.

¿Es más importante un Derecho Humano o un Derecho Político? Y después de Ponderar, nos orientamos a lo que nuestra actual necesidad nos haga responder en ese momento, por tanto, debemos ponderar siempre en la alta dignidad de responder con seguridad sobre preguntas de principios, reglas, valores y hasta normas cuáles son las prioritarias de atender en una ponderación.

¿Qué nos llama más la atención a los mexicanos? ¿La Cultura o la Política?, ¿La situación económica del país o la inseguridad pública?, ¿La falta de desarrollo tecnológico e industrial del país o los problemas de infraestructura de los municipios de México?, ¿La corrupción o los debates políticos sobre partidos en el poder?, México es una Nación en donde se ha dicho por políticos que ’siempre olvida’, que no importa lo que suceda en la economía, la política, la cultura, si siempre ’olvidamos’.

Nuestra conciencia debe ser definitoria ante una realidad pragmática del poder, debemos aprender a ponderar que es lo más apremiante para nuestra realidad que cambia momento a momento, sobre todo cuando el poder central, lejos de ser dogmático es pragmático. Tampoco podemos ponderar los conflictos resolviendo falsamente una realidad, como por ejemplo, definir que es más importante, el Aborto o las nuevas libertades sexuales, sin atender de cada problema lo crudo que es la realidad para definir sabiamente si están en conflicto estos dos principios o problemas o no lo están.

Este cambio de paradigmas en cuanto a resolver nuestro estatus de raciocinio nacional, de nuestra realidad política, científica, cultural, social, económica, donde se nos explica en medios nacionales que debemos ser autosuficientes en materia alimentaria y por el otro que se necesita tener gasolinas mas baratas, no lo resolvemos como ciudadanos, sino que estamos sujetos al pragmatismo de un discurso que se va haciendo realidad en la medida que el tiempo pasa y las políticas públicas de austeridad, inversión pública van logrando en el contexto del poder imperante.

Este cambio de concepciones, de problemas, de atender oportunamente principios es un ejercicio que debemos aprender como ciudadanos, debemos aprender a solucionar los principios constitucionales, a aprender a solucionar que es más prudente, justo y viable aplicar en cada problema, debemos aprender a solucionar conflictos y resolver oportunamente la política ’popularmente’. El pueblo mexicano ha sido sabio al luchar por sus libertades, pero no ha aprendido a solucionar sus conflictos internos, debe aprender a solucionarlos ponderando principios, ideas, resolviendo los conflictos planteados.

Aprender a pensar, razonar y argumentar en cada caso, para resolver la tensión entre derechos y casos difíciles de atender. México hoy vive cierta madurez en su política sin que haya desarrollado plenamente sus instituciones democráticas, los conflictos nacionales aún no se resuelven del todo, sin embargo, las interpretaciones dominantes se imponen en los medios masivos de comunicación, sin que se limite la libertad de expresión, en el que existen calificaciones, descalificaciones políticas y sociales, pero el resultado de lo que existe en la prensa aún es confuso, sin rumbo definido, sin expresiones ideológicas nuevas.

Debemos aprender a ponderar lo bueno de lo malo, lo político de lo que no lo es, lo económico de lo que es desarrollo, lo corrupto de lo inmoral, lo tecnológico de lo científico, lo periodístico de lo que no lo es, lo racional de lo irracional, lo simple de lo problemático, lo real de lo irreal. Si no aprendemos a ponderar cada situación sin interpretar correctamente cada caso, corremos el riesgo de ser afectados gravemente de una situación irreal, vivir en una irrealidad, cuando no atendemos lo principal de cada problema en nuestro país.

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’Aprendiendo a Ponderar’

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