Artritis reumatoide

La artritis reumatoide es la inflamación más grave, dolorosa e incapacitante de las enfermedades crónico-degenerativas en las articulaciones.

Se considera un padecimiento autoinmune porque el organismo desarrolla resistencia contra los propios tejidos.

A pesar de que su síntoma principal es el dolor e inflamación articular, también puede ocasionar fiebre, debilidad y otras alteraciones en diversos tejidos conectivos del organismo.

Aunque la causa de la artritis reumatoide es desconocida, recientes estudios demuestran que algunas personas tienen una tendencia hereditaria a desarrollarla.

Se controla mediante fármacos antiinflamatorios, programas de rehabilitación, termoterapia y dispositivos ortopédicos para mantener la movilidad.

En casos avanzados, la cirugía juega un papel importante en la corrección de la rigidez y la deformidad.

Otras artritis frecuentes son las causadas por la gota, la fiebre reumática y la espondilitis anquilosante, la cual afecta básicamente a la columna vertebral.

No existe un tratamiento curativo para la artritis reumatoide; sin embargo, los actuales esfuerzos por encontrarlo permiten ofrecer a los pacientes una considerable mejoría de los síntomas y el mantenimiento de su capacidad funcional a niveles casi normales.

El éxito del tratamiento depende del diagnóstico oportuno y una terapia agresiva antes del deterioro funcional o un daño irreversible en las articulaciones.

Ejercitarse también es importante para mantener flexibilidad y movimiento