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Enero 20, 2014 09:11 hrs.

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CIUDAD DE MÉXICO, 20 de enero (Al Momento Noticias).- Ayer se cumplieron 13 años que Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, está prófugo; en esa lapso su mala fama y poder crecieron desmesuradamente y ahora o sólo figura en archivos policiales, sino aparece en revistas internacionales (Forbes y Times), como uno de los hombres más ricos e influyentes del mundo.



“El Chapo” Guzmán, cuyo nombre de Archibaldo no le gustó y se lo cambio por el de Joaquín, se “escapó” (versión oficial) del penal de Puente Grande, Jalisco el 19 de enero de 2001 y a partir de esa fecha bautizaron al presidio como “Puerta Grande”.



Yo soy Joaquín el Chapo Guzmán

Al que busca el gobierno y lo quiere encerrar

Ya me les pelé y más de una vez

Que les quede claro que no volveré

A ese penal a pasar soledad

Bonita es la vida y la libertad



Durante los 13 años, según las autoridades, ha estado a punto de ser atrapado varias veces pero en el momento clave el operativo fracasa y se escapa; la última vez se le esfumó al ex zar antidrogas José Cuitláhuac Salinas Martínez, por lo que sigue en calidad de fugitivo lo que no le ha impedido seguir operando y convertirse en el más peligroso narcotraficante no sólo de México sino internacionalmente.



Su escapatoria situó a México en el umbral de una escalada de violencia sin precedentes, en la que los narcos cobrarían viejas facturas, prohijadas por “La Madre de las Batallas” de Vicente Fox y la “Guerra Contra las Drogas” de Felipe Calderón, lo que dejaría en los dos sexenios una estela de sangre que cubriría a toda la República Mexicana provocando cerca de 200 mil muertos, miles de desaparecidos y muchos miles más de víctimas “colaterales”.



¿QUIÉN ES EL “CHAPO” GUZMAN?



Archibaldo Guzmán Loera nació hace 57 años, el 4 de abril de 1957, en el poblado de La Tuna, municipio de Badiraguato, Sinaloa, en el que también nacieron los narcotraficantes Miguel Angel Félix Gallardo, “El Jefe de Jefes”; Juan José Esparragoza Moreno, “El Azul”; Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de los Cielos”; Ismael “El Mayo Zambada García; Rafael Caro Quintero, “El Narco de Narcos” y Ernesto Fonseca Carrillo, “Don Neto”, entre otros narcotraficantes de importancia.



La historia del “Chapo” Guzmán, de apenas 1.55 metros de estatura, de ahí su apodo de “Chapo” (en Sinaloa se les dice chapos a los chaparros), no puede desligarse de la Miguel Angel Félix Gallardo, capi di tutti capi, que mantuvo el control de todo el país durante más de dos décadas, apoyado en narcos de menor nivel como “El Chapo” que de cierta manera operaba con libertad y mantenía el orden en parte del estado de Sinaloa. Su especialidad era la mariguana y sólo en raras ocasiones se atrevía a traficar con cocaína, heroína o goma de opio.



Soy de las montañas me han llamado ya

Así soy feliz en este lugar

Donde a la gente yo puedo ayudar

No existen las clases aquí hay igualdad

Por eso mi mano les he de brindar

Y p’a lo que ocupen el Chapo Guzmán



Félix Gallardo tenía como ejecutor a Ramón Laija Serrano, hermano de María Guadalupe, casada con Héctor Luis “El Güero” Palma Salazar, en ese entonces un raterillo más dedicado a desvalijar automóviles o a robar bolsos, lo mismo que Guzmán Loera. Fue su cuñado quien acercó al “Güero” Palma con Miguel Angel.



Luego de ganarse la confianza de su jefe, merced a su habilidad con las armas y a su carácter violento, ambos se convirtieron en sus principales sicarios y poco a poco fueron escalando peldaños en la organización criminal de Félix Gallardo.



Cuando cayó en desgracia Félix Gallardo, de quien se dice que fue el mismo “Chapo” Guzmán quien lo entregó a las autoridades, éste formó su propia organización pero pareciera que estaba destinado al anonimato pues no había nada que hiciera presumir a las autoridades que al paso de los años se convertiría en el más importante capo mexicano.



La primera vez que trascendió la fama de “El Chapo”, fue a mediados de 1991, cuando modestos patrulleros de la entonces Secretaría de Protección y Vialidad de la Ciudad de México detuvieron a cuatro individuos que viajaban en una camioneta Suburban, sin placas de circulación, con vidrios polarizados y armas de grueso calibre.



La suspicacia de los humildes gendarmes no hubiera salido a flote de no ser por la exorbitante cantidad de dinero que ofrecieron los desconocidos para que los dejaran libres. La “mordida” ofrecida fue de ¡10 mil dólares!



Tal cantidad, equivalente a 120 mil pesos, espantó a los uniformados y avisaron a su jefe, el primer inspector Rogelio Herrera Pérez, alias “El Pispión”, titular del sector Venustiano Carranza, éste, policía viejo, sospechó que se trataba de algo gordo y llamó a su amigo Fulvio Jiménez Turegano, ex motociclista de la Dirección de Policía y Tránsito, venido a comandante de la Policía Judicial Federal, quien le confió que se trataba de gente muy pesada del narcotráfico.



El asunto llegó a oídos de Santiago Tapia Aceves, entonces director operativo de la SPyV, y en helicóptero se trasladó de inmediato al sector policiaco para “arreglar el asunto” cuyo acuerdo derivó en la entrega de medio millón de dólares, según confesaría el mismo Tapia Aceves años después al ser detenido, aunque extraoficialmente se supo que habían sido no menos de 3 millones de dólares que se repartieron entre Tapia, Jiménez y Herrera. Todos ellos serían encarcelados más tarde pero por otros ilícitos.



Empezó de abajo y subió hasta arriba

Yo creo que por eso fácil no lo tumban

Aparte su equipo está bien unido

Pues trae buen cerebro el señor chapito

El es su compadre y lugarteniente

El bravo su clave cumple los deberes



Sin embargo un hecho lanzaría al estrellato delincuencial al “Chapo”, con el que alcanzaría la fama de verdadero capo. El 24 de mayo de 1993 el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo fue abatido por sicarios de los hermanos Arellano Félix, en el aeropuerto internacional de Guadalajara, Jalisco. La versión oficial de la PGR fue que el purpurado había sido asesinado al confundirlo con “El Chapo”.



El crimen levantó ámpula y menos de un mes después, el 9 de junio, “El Chapo” fue detenido en la frontera de Guatemala con México, por elementos del Ejército del vecino país y entregado al gobierno mexicano.



SEGUNDA DE TRES

Tras su captura surgieron añejos y pasados hechos y se le sujetó a diferentes procesos, tanto en Jalisco como en Sinaloa, Baja California, Chihuahua y en el Distrito Federal era reclamado, incluso se le responsabilizó de haber construido “narcotúneles” en la frontera con la Unión Americana para introducir grandes cargamentos de droga.



Durante los interrogatorios a que fue sometido, “El Chapo” aseguró que podía dar a conocer nombres de comandantes policiacos, principalmente de la Judicial Federal que se encontraban a su servicio, al mismo tiempo que afirmaba “estar arreglado muy arriba”.



Dijo que el doctor Javier Gómez y su hermano, el primero comandante en Toluca, estado de México, era uno de ellos, lo mismo que Salvador Peralta Pérez, inhabilitado posteriormente 20 años para ocupar cualquier puesto público; Daniel Zárate, ex “Yankee” (jefe regional de la AFI) en Jalisco y el director de Seguridad Pública de Zapopan, Luis Octavio López Vega, entre muchos otros más.



Pese a la cadena de cargos que se le imputaron, fue absuelto de la mayoría y de no haber escapado hubiera tenido que permanecer tras las rejas hasta el mes de marzo del 2014, independientemente de que le hubieran dictado otra sentencia por narcotráfico que lo mantendría más tiempo en la cárcel.



Tras su detención, fue confinado en el penal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez, Estado de México, donde quedaría ampliamente demostrado que desde ahí seguía detentando el poder y controlando el narcotráfico no sólo en Jalisco, sino en diversos estados de la República.



A fines de 1995, luego de descubrirse un intento de fuga en Almoloya, se decidió que “El Chapo” fuera enviado al penal de Puente Grande, Jalisco donde supuestamente privaban férreas reglas, suposición que el tiempo desmentiría. En cuestión de meses, la disciplina se relajó y se impusieron privilegios, prebendas y canonjías dentro de la prisión que dirigía Leonardo Beltrán Santana, alias “El Frijol”.



Teléfonos celulares, drogas, licor, mujeres, celdas espaciosas, extorsión a reclusos y un autogobierno implantado por los reos de poder económico o físico dada su peligrosidad, se volvieron comunes, aunque quien llevaba la batuta era “El Chapo”, Puente Grande era ya propiedad del “Chapo”, mientras que “El Frijol” se llenaba las bolsas con cientos de miles de dólares.



Se supo entonces que los presos importantes, salían y entraban de la cárcel con todas las facilidades y que inclusive “El Chapo” no faltaba a ningún partido de sus equipos favoritos: Guadalajara y Atlas o bien que acudiera con cierta regularidad a los mejores restaurantes y antros de la región.



SUSPICACIAS DE LA FUGA

A fines de 1999, la Suprema Corte de Justicia de la Nación aprobó por mayoría de 10 votos la procedencia de extradición de delincuentes mexicanos a los Estados Unidos, principalmente aquellos relacionados con el narcotráfico o delincuencia organizada, lo que significaba para Guzmán Loera que en cualquier momento pudiera ser enviado al vecino país, donde le imputan no menos de 20 cargos por narcotráfico.



Se dice que con la facilidad que tenía para salir y entrar a prisión cuando le diera la gana, “El Chapo”, al enterarse de las reformas, simplemente ya no quiso regresar a su confinamiento cuando ante su posible extradición, de tal manera que su desaparición de dicho penal se establece desde la noche del 14 de enero y no la mañana del 19, como afirman las autoridades carcelarias. Nada de carritos de lavandería ni tampoco vestido de policía o de custodio.



La versión oficial indica que la fuga del narco ocurrió entre las 9 y 11 horas del viernes 19 de enero. Guzmán Loera ocupaba la celda del módulo 3. De ahí se dirigió hacia el comedor, después llegó hasta la lavandería, se escondió en uno de los carritos en el que llegó al área de mantenimiento y finalmente a la Sección de Desperdicios, donde se ocultó en un bote de basura y salió en uno de los camiones recolectores.



En una prisión común y corriente dicha fuga hubiera sido hasta cierto punto normal, pero no en un penal de máxima seguridad con: filmación permanente en áreas recreativas, comedores, oficinas administrativas, sensores en celdas, visita íntima y subterráneos para evitar excavaciones; muros de contención y refuerzo; mallas ciclónicas; zonas electrificadas, control de internos en pequeños grupos; revisión de celdas cada media hora; rotación del personal de vigilancia, cerraduras electromagnéticas, arcos detectores, zonas de revisión con perros adiestrados y puertas operadas a través de dispositivos electrónicos.



Para el destacado penalista Alberto Woolrich Ortiz, en esas circunstancias nadie puede escapar de una prisión de esa índole si no le abren la puerta por lo que no se evadió de la prisión sino que le dieron todas las facilidades para salir.



Y si se consideran los señalamientos de organizaciones criminales antagónicas al “Chapo”, añadió el también presidente de la Academia de Derecho Penal del Colegio de Abogados de México, en el sentido de que durante los años que ha estado prófugo ha sido protegido por el mismo gobierno, se explica el por qué no ha sido capturado, aunque los expertos en la materia confían que en este nuevo régimen la situación del “Chapo” será muy distinta.



Durante los 13 años que Guzmán Loera ha estado prófugo, su imperio creció y se ensanchó a tal frado que fue tomado en cuenta por la influyente revistas norteamericana Forbes para ocupar uno de los sitios de los hombres más ricos del mundo, con una fortuna superior a los mil millones de dólares.



En un amplio reportaje de la revista dominical del diario The New York Times, describen al “Chapo” como un empresario innovador y una figura que ha desafiado el destino que generalmente tiene la mayoría de los capos, que es la prisión o la muerte a temprana edad.



Y en su sección “Gente”, nuevamente la revista Forbes lo clasificó como uno de los hombres más influyentes del mundo, convirtiéndolo casi en todo un líder de opinión.



Nada de revistas y tampoco listas

Y menos la prensa que me clasifica

Como millonario todo eso es mentira

Tengo p’a vivir a gusto y contento

No pido prestado mejor lo regalo

P’a que a mis costillas sigan gobernando



También, a lo largo de más de una década de ser fugitivo, si bien la cúpula de su estructura criminal se mantiene intacta, toda vez que sus principales colaboradores y hombres de confianza, como Ismael “El Mayo” Zambada y Juan José Esparragoza Moreno, “El Azul” también continúan libres, su núcleo familiar si ha sido afectado así lo revelan las capturas, aseguramientos y muertes de algunos de sus seres queridos y de sus mujeres.



“El Chapo” ha estado casado con Alejandrina María Salazar Hernández, Griselda López Pérez, también conocida como Karla Pérez Rojo (en dos ocasiones) y Emma Coronel Aispuro con las que ha tenido 10 hijos en total.



Con Alejandrina procreó tres hijos: Iván Archivaldo, Jesús Alfredo y César Guzmán Salazar, los tres son requeridos en la Unión Americana por delitos relacionados con el narcotráfico.



Iván fue detenido en el 2005 y sentenciado en 2008 por delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, pero en abril de ese mismo año fue absuelto por el magistrado del Tercer Tribunal Unitario en Materia Penal, Jesús Guadalupe Luna Altamirano.



TERCERA Y ULTIMA

Jesús Alfredo cuenta con una orden de aprehensión en Chicago, Estados Unidos. Desde 2009, la Corte del Distrito Norte de Illinois le imputa el participar junto con su padre en una serie de delitos por tráfico de drogas. Además de que tiene una orden de extradición por parte del gobierno de los Estados Unidos de América.



La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, identificó a Jesús Alfredo y a su madre Alejandrina como agentes clave en las operaciones del tráfico de drogas del Cártel de Sinaloa, incluyéndolos en su lista de sancionados junto con empresas y personas vinculadas a diversos capos de drogas.



Al volverse a casar con Griselda López Pérez, también conocida como Karla Pérez Rojo, tuvo cuatro hijos: Édgar, Joaquín, Ovidio y Griselda Guadalupe. El primero sería ejecutado el 8 de mayo de 2008.

En mayo de 2010 Griselda López Pérez fue detenida por militares en Culiacán, Sinaloa y tras declarar en la SIEDO, en cuestión de horas se determinó su libertad con las reservas de ley.



Una caricatura en torno a lo ocurrido revelaba la protección otorgada al “Chapo”. Se veía al jefe policíaco, sumamente molesto que regañaba al subalterno y le reclamaba:



“¡Estúpidos! les dije tráiganme a la señora Beltrán (refiriéndose a la esposa de Héctor Herrera Beltrán, “El H”) no a la señora Guzmán”.



Antes, el 31 de diciembre de 2004, fue asesinado en el penal de Almoloya, después La Palma y hoy del Altiplano, Arturo Guzmán Loera, alias “El Pollo”. Se habló de una clara venganza de Vicente Carrillo Fuentes, “El Viceroy”, que ordenó la muerte de Arturo, hermano menor del “Chapo” en venganza por el asesinato de Rodolfo Carrillo Fuentes, el menor de la dinastía del Cártel de Juárez.



En noviembre de 2007, “El Chapo” Guzmán se casó con la entonces reina de belleza de 18 años, Emma Coronel Aispuro, sobrina de Ignacio “Nacho” Coronel Villarreal, en Canelas, Durango con quien procreó dos niñas en el 2011 en los Ángeles, California.



“El Nacho”, supuestamente fue abatido por el Ejército en julio del 2010, aunque de dicha muerte se guardan reservas ya que al igual que en otros casos, el gobierno confirmó su muerte ´pero nunca hubo cadáver.



La familia del capo en 13 años ha sufrido cuatro muertes de hijos y hermanos; además de 6 detenciones como fue el caso de Luis Alejandro Cabral Domene, hermano de “El Chapo”, sentenciado el 5 de febrero de 2008 a 13 años de prisión por lavado de dinero y portación de armas.



El junio de 2005, en Zapopan, fue detenido Iván Archivaldo Guzmán Salazar, otro de sus hijos, tras un accidente de tránsito. El mismo mes, el 15 de junio de 2005 detuvieron a Miguel Ángel Guzmán Loera, “El Mudo”, hermano del “Chapo”.



Esta larga guerra sí que me ha marcado

Me quitó a mi hijo que tanto he adorado

Y es que este gobierno no ha respetado

Familia y amigos los que me ha encerrado

De veras es cierto que me han provocado

Pero la violencia no es de mi agrado

Es común que cuando algún delincuente alcanza cierta fama en el mundo criminal, le hacen su corrido incluso se habla de muchos que pagan porque los “inmortalicen” en una de tantos cánticos populares, pero en el caso de “El Chapo” hay una media docena de corridos dedicados al capo.



Mando un saludo a toda la gente

Para que lo sepan y tengan presente

Seguiré mandando con rifle en mi mano

Si hay algún problema tengo mi abogado

Me cuida y protege y me da el amparo

Por hoy y por siempre Joaquín Archibaldo



Una de las las últimas acciones del Gabinete de Seguridad del actual gobierno, ha sido elaborar un informe pormenorizado de lo que considera los “tres puntos débiles del capo”: las mujeres, los lujos y la comodidad y el maltrato a sus operadores.



Ya en esta administración, en junio del pasado año se hizo un detallado informe que se actualizó en octubre con los datos biográficos de 22 de sus familiares, 21 colaboradores y 27 servidores públicos que le brindaron y le brindan protección institucional, fotografías inéditas de sus parejas sentimentales, esposas y amantes con sus respectivos hijos.



Entre la información recabada por los aparatos de inteligencia, se establece que Guzmán Loera tiene dos padecimientos graves: diabetes y problemas cardiovasculares, un tipo de cardiopatía que le exigen atención médica inmediata, habría que recordar que recientemente corrió el rumor que el capo tuvo que ser ingresado en un hospital de Jalisco por un presunto paro cardiaco.



Asimismo, el Departamento de Estado de los Estados Unidos estima que el poblado de Copán, una de las localidades de Honduras, limítrofe con Guatemala, sirve como uno de los refugios del capo donde se pasea libre e impunemente.



En noviembre pasado, el viceministro de defensa de Honduras, Carlos Roberto Funes, reconoció públicamente que “El Chapo” “El Chapo ha utilizado el lugar como un refugio pero no está mucho tiempo en el lugar y que los poblados de El Espíritu y El Paraíso son dos de los puntos ciegos donde nadie ve, nadie oye y nadie escucha.



Según la PGR, “El Chapo” opera en toda la República, mientras que la Oficina Europea de Policía (Europol), considera que ya penetrado en Europa y Oceanía, mientras que el gobierno de Hong Kong liga al capo las tríadas 14K y la Sun Yee On, de origen chino, con base en Hong Kong, Taiwán y China continental, y clasificadas como las más poderosas.



Lo cierto es que a 13 años de su increíble fuga, Joaquín Guzmán Loera, por el que la PGR ofrece 30 millones de pesos y Estados Unidos 5 millones de dólares, en total casi 100 millones de pesos, sigue operando a todo vapor y expande sus dominios y territorios a nivel internacional.



Las operaciones de su organización y diversas células criminales, han sido descubiertas no sólo en Norteamérica, Centro y Sudamérica, sino en la Unión Europea e incluso se han detectados grupúsculos de dicho cártel en Filipinas, mientras que en Australia se habla de gigantescos laboratorios en los que se procesan drogas sintéticas.



Es sabido que en cada sexenio figura un narco “consentido” cuyo poder concluye con el mismo régimen ¿pero en el caso de Joaquín Guzmán llegará a convertirse en EL “Capo Trisexenal”?

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“Chapo” Guzmán: Libre, poderoso e intocable

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