Cómo se han abordado las políticas públicas para la juventud en México

José Francisco Landero Gutiérrez, director general de Fundemex, presentó la conferencia “Rola, balón y condón, crítica y propuesta a la política de juventud en México”, en el desayuno mensual de Red Familia, que vincula y coordina los esfuerzos de 983 instituciones de la sociedad civil, en la que cada año ayudan a más de 1 millón de familias, por ello, se realizó una reflexión acerca de cómo se ha abordado el tema de políticas públicas hacia y para la juventud en México.

El director de Fundemex, señaló que a lo largo de la historia la participación juvenil en temas políticos ha disminuido, en comparación con la época de la reforma con el nacimiento de la UNAM y de la Escuela Nacional Preparatoria, los jóvenes eran más activos en movimientos sociales y políticos, actualmente de 36 millones de jóvenes, sólo el 11% participa en alguna organización o asociación. “La baja participación de los jóvenes se debe a que es difícil lograr su confianza hacia la política pública, hoy confían más en un médico que en un político, la juventud debe ser el eje rector de los programas y políticas, su participación nos puede encaminar hacia programas juveniles de mayor calidad y con alcance presente y futuro”.
Hay quienes señalan que los jóvenes son el futuro del país, sin ver que son el presente; otros apuestan a que la juventud es una “enfermedad que se cura con el tiempo”. Para ellos, hacer política pública dirigida a la juventud no es relevante a menos que sirva para obtener votos en las elecciones.
Asimismo, indicó que para el año 2050 la población juvenil será de sólo el 19.2% de la población y aún con esta reducción son el grupo de población que cobra mayor importancia y trascendencia para México, no sólo por su índice demográfico, sino por su papel estratégico en el desarrollo de nuestro país. “La población joven determina algunos de los fenómenos sociales en nuestro país, tanto en un aspecto positivo, como puede ser su participación en el crecimiento económico, pero también en el aspecto negativo, como su participación en la delincuencia”.
Han existido pocos intentos de hacer políticas públicas a favor de la juventud y en su mayoría han sido programas fallidos sin objetivos poblacionales claros, sin resultados que garanticen nuestra viabilidad como nación, que tuvieron errores de tipo:
Reduccionista, son acciones a grupos limitados y temas específicos como pobreza, agenda homosexual, adicciones: Albergues Escolares para Jóvenes Indígenas, Programa Jóvenes en Situación de Riesgo, Diversidad Joven: Ciudad Incluyente.
Generalidad, se piensa que con dar solución en un rubro como el empleo o el embarazo adolescente, se solucionará toda la problemática juvenil: Jóvenes al empleo, Programa de Acción contra las Adicciones, Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo Adolescente.
Superficialidad y materialismo, se enfoca al joven únicamente desde una perspectiva física sin estrategia integral, como: Úsalo (Nosotros te lo regalamos), Programa de Becas a Jóvenes Embarazadas
Cortoplacista, usada para conseguir votos: Tarjeta “La efectiva”

En ese sentido, Landero Gutiérrez, indicó que los jóvenes mexicanos viven un entorno de desempleo, falta de espacios y calidad educativa, entre otros problemas, pero hoy cuentan con un mayor acceso a oportunidades, acceso a más información, opciones de participación, espacios de esparcimiento y libertades, que en décadas pasadas, “por esto es necesario realizar políticas públicas integrales que reconozcan a los jóvenes como actores estratégicos de la sociedad, que fortalezcan el ejercicio real de sus derechos y dotar de un sentido humanista a las políticas públicas que los afectan, además que incidan en el bienestar de sus familias presentes y futuras, de sus comunidades y de todos los espacios en los que participan y actúan”.
Propuso un modelo de 5 pasos para la creación de una política pública efectiva, donde contempla acciones como: identificar el problema de forma integral, realizar un diagnóstico completo y por edad, establecer prioridades, jerarquizar los problemas y las soluciones, incluir al organismo rector de la política dirigida a la juventud, fortalecer el marco jurídico, promover la participación, gestión de los recursos, evaluación, transparencia e indicadores.
Finalmente, remarcó que “el primer diagnóstico que nos encontramos en esta revisión es que en México tenemos una oportunidad esperanzadora para construir un país mejor, si se loga un equilibrio entre el poder ciudadano y el poder político, sólo de este modo puede pensarse una política pública integral, que enfoque su esfuerzo en ver al joven como un ser humano que necesita las condiciones idóneas para lograr su exitosa inserción en la sociedad, es necesario, también, el compromiso de todos los actores políticos, sociales y económicos”.
Por su parte Mario Romo, director nacional de Red Familia, puntualizó: “una política encaminada a la ampliación de posibilidades de estudio y con la visión de un futuro promisorio, son indispensables para pensar en la juventud de nuestro país a corto, mediano y largo plazos, que gocen del mejor entorno social para su pleno desarrollo y la creación de sus familias”.