Comunicación padres e hijos

En la actualidad se han estimulado las prácticas sexuales sin responsabilidad, estamos llenos de información exagerada y distorsionada que promueve una actitud sexual enfatizada en el deseo y “el dejarse llevar por la pasión”. Se enfatiza el placer físico y las relaciones con más de dos parejas, lo que trae como consecuencia (si no se utiliza correctamente el condón) enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados en chicos que impulsados por la curiosidad recurren a la falsa orientación del internet o a las películas, medios que no les ofrecen la ayuda requeridas y distorsionan severamente el tema.
Los jóvenes crecen con ideas equivocadas acerca del sexo, creen que es un juego de placer, se olvidan de cuidar su cuerpo y de pronto se ven en problemas. Cuando esto sucede no saben qué hacer y lo trágico es que estas situaciones se pueden evitar si los jóvenes se encuentran bien informados. Enamorados o confundidos no está dirigido a un solo género, sino a ambos: hombre y mujer. Tal vez pareciera que este tema exagera la idea, actualmente sobrevalorada, de vivir la sexualidad al máximo; pero es muy importante hablarle al hijo o a la hija de que el cuerpo es una fuente de estímulos, que hay que aprender a quererlo, valorarlo y cuidarlo porque nadie más lo hará por ellos.
Los padres, además de observar a los hijos, deben saber cómo comunicarse eficazmente con los adolescentes, Para esto pueden utilizar como referencia los siguientes puntos:

▪ Les gusta ser vistos como gente valiosa, especial y con identidad propia.
▪ Los amigos y la pareja deben formar parte activa en este proceso, ya que durante esta etapa el sexo se vuelve de suma importancia para ellos.
▪ La imagen que los demás tienen de ellos es muy importante, por lo que durante estos años ayuda mucho el cuidado de la apariencia física (estar limpios, bien vestidos, con un olor agradable).
▪ Cuando inicia su interés sexual se vuelven muy pudorosos con respecto a su cuerpo, por esto se debe procurar en la medida de lo posible, el respeto a la intimidad del adolescente.
▪ Hablar siempre con la verdad, escucharlos y animarlos a conversar.
▪ Nunca hay que decirles cómo deben sentirse; la mejor manera de comunicarse con ellos es no imponiéndoles normas.
▪ Permitirles expresar su opinión, tomar decisiones y respetarlas.
▪ Los adolescentes necesitan sentirse dueños de su vida para desarrollar su sentido de responsabilidad y compromiso. Debemos entender que necesitan madurar.
▪ Los padres tienen que observar su conducta para evitar un caso de depresión profunda, suicidio, o que lleven una sexualidad irresponsable y los problemas que acarrea esto