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Septiembre 19, 2018 16:14 hrs.

Genaro Portillo › SN Noticias

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’Solo con una buena educación y con valores, se puede crear un ambiente de solidaridad, y eso se logró en el ejido Corerepe, Guasave, con la fundación de su Centro Comunitario, al impulso de la familia Soto Cota, que donó su casa; para abatir la violencia, México no necesita más armamento sino muchas gentes como don Enrique Soto Padilla y autoridades que las apoyen’, expresó el escritor
Leónidas Alfaro Bedoya.

Lo anterior al presentar su nuevo libro Centro Comunitario Corerepe: Semillas de un futuro mejor, en el Centro Sinaloa de las Artes Centenario de esta capital, con los comentarios de Papik Ramírez Bernal, director general del Instituto Sinaloense de Cultura, y de María de Lourdes Morales, profesora de la Universidad Católica y escritora, y como moderador, el cronista Teodoso Navidad Salazar.

Alfaro Bedoya precisó que el libro surgió tras su visita a ese centro comunitario, al participar en una de las Ferias del Libro de Los Mochis, por lo que se le programó para presentar uno de sus libros en dicho centro.

’Me pareció maravilloso y empecé a preguntar sobre su origen y quien lo manejaba, y me contestaron que una familia del lugar, los Soto Cota, y me dije: ‘esto merece una investigación a fondo, por lo inusitado’… Entrevisté a más de 40 personas y todas me dijeron que ‘antes del Centro, en Corerepe éramos así, y después del Centro somos asá… Aquí el narco ya no existe, y para eso no se ocuparon armas ni soldados’.

Agregó que ’es una historia novelada; yo no escribí esta historia; fui nada más el amanuense; solo transcribí lo que los habitantes de Corerepe me dijeron’.

Por su parte, en sus comentarios, Ramírez Bernal precisó que don Enrique Soto Padilla, el gran patriarca de la familia, construyó este Centro amparado en el estímulo de su esposa Manuela Cota, en la casa que había levantado como residencia para su progenie.

Narró la vida de don Enrique quien, adolescente aun, dejó la casa paterna por rebeldía hacia la autoridad paterna, trabajó con los pescadores de Yavaros, en Sonora, y desde Guaymas, viajó hasta Panamá en barcos pesqueros, en ’una vida de película’.

Agregó que ya radicado en Corerepe, con un oficio definido y una familia que, con su esposa Manuela Cota a la cabeza, sería su inspiración, decide donar su casa para levantar un centro comunitario.
Seguro había entendido que era el momento de hacer germinar en el valle otra semilla, acaso más duradera: la semilla de la libertad. Eso sería posible con el trabajo del Centro Comunitario Corerepe, obra levantada sin recurso oficial, con el trabajo de todos sus hijos y de la fundación ICASA.

A su vez, la maestra Ma. de Lourdes Morales, comentó que el Centro Comunitario Corerepe se inauguró en junio de 2013 y sus resultados ya están a la vista: Es un centro comunitario con instalaciones para promover el arte y la cultura, pero también el deporte, con canchas y un gimnasio, sala de computación, talleres de capacitación para el trabajo, sala de usos múltiples, entre otras.

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Con educación y valores se puede abatir la inseguridad: Leónidas Alfaro Bedoya

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