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Agosto 18, 2021 23:44 hrs.

Marco Antonio Baños Avendaño › diarioalmomento.com

Política ›


Un arquetipo es el primer modelo de alguna cosa. México ya vive el modelo de una Cuarta Transformación cuyas características son populistas, el concepto de un México Constitucional y Populista, es ya un prototipo para muchas naciones del mundo. México no ha cambiado sustancialmente en sus problemas como la seguridad pública, la falta de empleos, falta de oportunidades, aspiracionistas universitarios sin oportunidades académicas o laborales, el molde original del populismo se está generando en México con sus vicios y sus tropiezos, de forma lenta e inesperada.

Por primera vez se lucha contra la corrupción gubernamental desde el centro de la República, se habla de transformación y deseos de cambiar los rumbos, pero hacen falta figuras democráticas, instituciones públicas nuevas, mejoradas, transformadas, renovadas, sin los vicios que se vienen arrastrando desde el pasado.

Hay mucha burocracia, sindicalismos golpistas, eternos líderes sindicales como el de Telmex por citar un ejemplo, en que la clase trabajadora no tiene prestaciones sociales o laborales nuevas a jubilados o bien, desaparece la figura de la jubilación a los nuevos contratados por filiales de esta empresa a punto de colapsar.

Hay vicios que destruir e instituciones que construir nuevamente para beneficio de los mexicanos, los discursos indigenistas, por ejemplo, ya no suenan a beneficio de las comunidades indígenas, lo simbólico que tenían los indígenas como derechos sociales a la supervivencia o felicidad humanas, han desaparecido del discurso social y oficial. Podemos considerar el arquetipo de la Cuarta Transformación como un ejemplo de pragmatismo a seguir, como una forma de gobernar sin más filosofía que un pragmatismo para resolver los asuntos más delicados del país como vayan surgiendo, es un populismo a modo de lo que quiera el mexicano de hoy.

Hay cuatro corrientes del CONSTITUCIONALISMO o vertientes actuales que inducen a la Oralidad, la persuasión de los jueces, el uso del discurso por los operadores del Derecho.

1.-El NEO-CONSTITUCIONALISMO. Apuesta por el Poder Judicial. Apuesta al Tribunal Constitucional. Este responde a PRINCIPIOS con autores como Dworkin y, Atienza, Carbonell, Cossío. Es un Constitucionalismo de GARANTÍAS (Luigui Ferrrajoli). Tribunalizar la democracia.
2.- EL CONSTITUCIONALISMO POPULAR: Apuesta por tratar de combinar la democracia representativa y el Poder Judicial. Es la combinación del NEO-CONSTITUCIONALISMO con la DEMOCRACIA PARTICIPATIVA. Existe la consulta al pueblo, la ciudadanía no como mecanismo sino suplementario. De aquí que se desprenden las consultas ciudadanas, los candidatos independientes, la solicitud ciudadana transparencia.
3.-El CONSTITUCIONALISMO POPULISTA: Que es el que vivimos en México. En su modalidad alterna al Constitucionalismo Popular, este es un Modelo Sudamericano, el pueblo tiene la primer y la última palabra.
En este tipo de Constitucionalismo hay consulta y deliberación. Participación popular, Experimentación democrática.
4.- EL CONSTITUCIONALISMO ACTUAL: Busca perspectivas nuevas. Son orientaciones ideológicas basadas en efectividad de normas que sean garantistas (Luigui Ferrajoli es su máximo exponente).
Se debe atender a principios UNIVERSALES como la Agenda 2015-2030 de la ONU.
Hay una gran necesidad de rescatar principios y valores universales atendiendo al criterio de ponderación y constitucionalidad, Derechos Humanos y Desarrollo.
Los movimientos políticos deben orientarse a un pensamiento definido por ejemplo la Cuarta Transformación tiene tintes de Constitucionalismo Populista aún no desarrollado con Mecanismos de Control Constitucional.
Ante este panorama constitucionalista, en donde el populismo de la Cuarta Transformación no define una ruta sino meramente pragmática para gobernar resolviendo intereses que se presentan en el ejercicio del poder, al no existir una filosofía política, una forma de constitucionalismo nuevo, debemos optar por el transcurrir del tiempo sin mejoras ni reformas sustanciales a nuestros mecanismos de control constitucional y democrático. El poder de un solo hombre está totalmente fuera del contexto democrático en su relación frente a los demás poderes.
En la lucha por construir un México con la perspectiva de la Cuarta Transformación, aún no hay ideólogos, no hay propuestas o reformas constitucionales sustanciales, no hay más que los problemas que a lo largo de más de 70 años de poder establecido por otros partidos políticos, derrumbaron al país que hay que construir, sin más que, el pragmatismo de salir adelante sin rumbo definido, sin objetivos claros en la norma constitucional, pero si con claros objetivos democráticos para gobernar cada próximo periodo gubernamental del país y con miras a renovar el voto presidencial, el pretexto de esta forma de gobernar es dándole a la gente lo que pida, lo que opine, lo que no quiera o quiera, es totalmente mediático, por poner un ejemplo, la pasada consulta popular, por lo que el populismo será siempre el discurso en beneficio de una Democracia Mexicana que solamente exista en el discurso y no en lo que debe contener nuestra Constitución.
Pasamos de un Constitucionalismo Popular a un Populista que combate la corrupción y atiende personas mayores o jóvenes, el actual populismo es pasar de una forma de gobernar pragmática a una discursiva en apoyo a lo que quiera el pueblo de México, debemos pues, señalar una ruta nueva, un Constitucionalismo nuevo, con nuevas figuras jurídicas en la construcción de México para poder hablar plenamente de una Cuarta Transformación, pero siempre transformando primero nuestra Constitución.

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’Constitucionalismo Populista’

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