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Agosto 22, 2016 15:15 hrs.

Psicóloga Marina Castro Ricaño › diarioalmomento.com

Educación ›


El hombre tiene dentro de sí las pasiones que son los orígenes del sufrimiento.
Si tú quieres aprender a quererte existen cinco maneras de librarte de las pasiones que nos hacen perder la paz.
1.- El saber que la causa de todos los sufrimientos son las pasiones terrenales que se encuentran dentro del alma, y que cuando se extinguen estas pasiones entra uno en un estado de tranquila placidez.
2.- La segunda manera de dar paz es el control de los deseos. Es decir. Evitar con un alma pura y clara, los deseos que nacen de las sensaciones de los ojos, oídos, nariz, lengua, cuerpo y mente.
3.- La tercera es tener una idea correcta en cuanto al uso propio de todas las cosas. La ropa y la comida están relacionadas a las necesidades del cuerpo y no deben ser utilizadas para la comodidad y el placer. La ropa es para proteger del calor y del frío. La comida para alimentar el cuerpo que practica la virtud.
4.- Es aprender a soportarlo todo; el calor, el frío, el hambre, la sed, y también las injurias y los abusos. Así el cuerpo no volverá a arder en la pasión.
5.- Es evitar los peligros, los lugares a donde no se debe ir, y alejar a los amigos con quienes no se debe tratar. Así se apaga la pasión.
Si te dejas llevar por estas pasiones, pronto envejecerás, enfermaras y morirás. Para gozar de buena salud, dar la verdadera felicidad a la familia y estar en paz con todos, uno debe disciplinar y controlar el alma. Solo así llegará con naturalidad la sabiduría y la virtud. El ser humano tiende a inclinarse hacia lo que piensa. Si piensa en la codicia nace en él el sentimiento de la codicia. Si piensa en la ira nace en él el sentimiento de la ira. Si piensa en hacer daño nace en él el deseo de hacer daño. Por lo que se recomienda al hombre deshacerse de la codicia, la ira y la necedad. Si lo hace alcanza la felicidad de una buena vida. El que busca el camino a una buena vida tienen que esforzarse en purificar el cuerpo, la lengua y la mente. Purificar la conducta del cuerpo significa no matar a ningún ser viviente, no robar y no adulterar. Purificar la conducta de la lengua significa no mentir, no hablar mal, no engañar y no hablar en vano. Purificar la conducta de la mente significa no codiciar, no sentir ira y no pensar mal. Cuando el alma se enturbia, la conducta se vuelve impura y así no hay manera de evitar el sufrimiento. Libro la enseñanza de Buda, 2002. Bukkyo Dendo Kyokai
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Curso: Aprenda a quererse

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