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Marzo 27, 2016 10:03 hrs.
Raymundo Ruiz Avilés › codice21.com.mx
Cultura ›
Dramatismo, penitencia de adultos y menores de edad, dolor y sangre, fueron elementos singulares para la composición del Vía Crucis, de la pasión de Jesús de Nazareth dentro de la Semana Santa en Taxco.
En varias comunidades, la pasión se vivió con fervor y respeto. Mujeres en la comunidad de Taxco el Viejo y Huixtac, cargaron pesados órganos sobre sus brazos donde fueron atados. Ellas, caminaron descalzas entre las piedras literalmente quemantes, cuando otro grupo hizo penitencia con cadenas en los pies.
La población se arremolinó entre las calles, para ver a los participantes y el sacrificio de las mujeres cargando los órganos haciendo su penitencia.
En la comunidad de Acamixtla, un grupo de niños Nazarenos, se colocaron una corona de hojas de naranjo con espinas, y en sus brazo, llevaron cargando una cruz del árbol de pochote, sobre sus hombros desnudos.
Los niños silentes, caminaron y fueron los que encabezaron la procesión de las Tres Caídas. Con rostros de aflicción y cansancio, los infantes recorrieron la vía dolorosa a paso lento, acompañados de sus padres de familia.
Atrás, un grupo de penitentes con capirote y dorso descubierto, cargaron una pesada cruz de madera; otros de pochote con espinas punzantes. Las mujeres arrastraron cadenas descalzas y con el rostro cubierto en su totalidad.
Más atrás, los hombres cargaron rollos de varas de zarzamora, cubriéndose la cara y descalzos.
El recorrido fue de tres horas, soportando el peso de los rollos y las cruces.
Miles de penitentes en Taxco hicieron penitencia, cargando rollos de zarzamora
En Taxco, desde el jueves por la noche miles de hombres y mujeres de distintas hermandades, salieron a las calles en anonimato para hacer sus respectivas penitencias.
Entre calles nutridas de turistas y de la población, los hombres cargaron rollos de varas de zarzamora y otros disciplinaron sus espaldas ante la expectación de la gente.
Las mujeres caminaron descalzas encorvadas y arrastrando cadenas, llevando velas o crucifijos en sus manos.
Las procesiones de El Prendimiento y de Los Cristos, fueron interesantes muestras de fe.
El viernes, los penitentes recordaron la vía dolorosa de Jesús de Nazareth, con su pasión y muerte.
En varias capillas, templos y parroquias los hombres realizaron sus actos penitenciales. Otros salieron en procesión de Las Tres Caídas, Descendimiento y Silencio.
El turismo quedó admirado de los encruzados de Taxco, al flagelarse las espaldas desnudas y sangrantes como parte de la Semana Santa.
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