1

5,612 vistas

Marzo 02, 2019 17:04 hrs.

José Sandoval › Líderes Políticos

Política ›


Después de tres meses (el juicio en sí comenzó el 13 de noviembre de 2018) y 57 testigos, miles de documentos y exhibiciones, el destino de quien fue considerado el capo más poderoso del mundo concluyó con El Chapo escuchando el veredicto y, sin palabras, enviado de regreso a un centro de detención en Nueva York para esperar su sentencia formal dentro de tres meses, que será cadena perpetua por lo que el sinaloense morirá en una cárcel de Estados Unidos, luego de haber realizado la ’hazaña’ de haberse fugado de dos de las prisiones de alta seguridad de México.

Miles de vidas cegadas, miles de funcionarios involucrados en la corrupción, miles de toneladas de cocaína después, el mexicano purgará una condena que difícilmente saldará el daño hecho a miles de familias mexicanas y de todo el mundo de manera directa o indirecta. Es la cereza del pastel de la guerra contra el narco emprendida durante dos sexenios por Felipe Calderón y Enrique Peña, antes de él, cayeron algunos más, fueron reemplazados por nuevos liderazgos, sus herederos se disputan a tiros el control del mercado. Sube el número de comunidades desplazadas por la violencia del narcotráfico, que a fuerza de notas en los medios se volvió cotidiano, miles de desaparecidos, cientos de muertos cada día, las drogas fluyendo sin control hacia Estados Unidos y envenenando a generaciones de jóvenes principalmente en las calles de todo México.

Son los saldos de una guerra que no logró combatir el narco, solo reacomodarlo, cambiar de líderes y disparar la violencia a cifras históricas, bañar a México de sangre como si realmente se librará una guerra civil del tamaño de la Independencia o la revolución mexicana, se cuentan por decenas los cadáveres deambulando en los tráileres de la muerte, por centenas la aparición de fosas clandestinas llenas de mujeres y hombres sin rostro, sin historia, sin huella, cientos de familias deambulando por el país en la búsqueda de sus hijos, hermanos, padres, hijas perdidas en medio de esta lucha sin fin, para que todo se resuma en la cadena perpetua del personaje de las series de Netflix, del héroe de muchos mexicanos.

Andrés Manuel López Obrador, dio la noticia hace unos días, la guerra contra el narco ha terminado, ya no perseguiremos narcos y las buenas conciencias de los políticos que propiciaron el baño de sangre, no se hicieron esperar, consideran que el camino que había tomado el país era correcto, siguen sin enterarse que su estrategia fue sepultada por millones votos el año anterior, no han acusado de recibido la derrota, el hartazgo. El Presidente apuesta a una estrategia que siempre debió estar presente, atacar las finanzas y las propiedades de los delincuentes, de nada sirve matar por cientos a burreros, halcones y sicarios, mientras la estructura que permite el tráfico en México y a Estados Unidos siga sin ser tocada, se acabó la simulación.

Ahora le toca a López Obrador salir bien librado de su propia guerra, esa que decidió emprender contra el huachicol de los combustibles nacionales, guerra a la que todos le piden sangre, cabezas y resultados concretos, el Presidente cuenta con un apoyo popular inmenso, muy diferente al de Calderón Hinojosa que utilizó la guerra para legitimarse y terminó peor, por lo tanto la apuesta está más alta de lo que piensa. Ha sido respaldo en toda su estrategia y habrá de dar resultados, acá en Hidalgo, el estado con mayor número de tomas clandestinas, se escucha, se percibe que efectivamente el negocio va a la baja, que la llave se cerró, se reestableció el abasto y hoy a los huachicoleros les cuesta cuatros veces más lograrse hacerse de combustible ilegal, todos esperamos que el problema sea cortado de tajo, no que cambie de dueños, ni que termine en nada, como la guerra contra el narco. Estamos cansados de la simulación, el Chapo está en la cárcel y el negocio sigue igual de fuerte que siempre. Podría caer Romero Deschamps, pero nada cambiará si el problema sigue. El Presidente tiene la palabra.

VER NOTA COMPLETA

CONTACTA AL AUTOR

Escribe un comentario directo al autor

El Chapo, el fin de la guerra y el huachicol

Éste sitio web usa cookies con fines publicitarios, si permanece aquí acepta su uso. Puede leer más sobre el uso de cookies en nuestra política de uso de cookies.