El recambio de los líderes partidarios

Con la designación de Manlio Fabio Beltrones como dirigente nacional del Revolucionario Institucional, la previsible elección de Ricardo Anaya en Acción Nacional el pasado fin de semana, y el cambio de dirigencia en el Partido de la Revolución Democrática el mes próximo, las principales organizaciones políticas del país habrán renovado sus liderazgos para enfrentar la gran contienda que culminará dentro de tres años escasos, pero en cuyos términos tienen lugar ya todas las estrategias y movimientos luego de los comicios de junio.
En otros grupos, los más pequeños, no se vislumbran procesos de sucesión de las dirigencias. Muchos de ellos son franquicias escrituradas a sus dueños, como es para empezar el reciente Morena, o como los son desde hace muchos años el llamado Partido Verde o el ahora Movimiento Ciudadano, o el propio Panal, una especie de partido sindical magisterial, cuyas transformaciones ocurren cuando en la organización gremial algo cambia.
Así que los grandes estrategas que deberán preparar a sus grupos y conformar los escenarios internos y externos en que tendrá lugar la sucesión presidencial, ya están definidos en dos casos, y sólo falta por precisar quién encabezará al partido de negro y amarillo, lastimado por la división de la izquierda, víctima de una crisis que hizo eclosión en las elecciones de hace dos meses, pero realmente fraguada en los trágicos días de Iguala, hace ya once meses.
La tragedia del perredismo erosionó hasta el fin la figura de Carlos Navarrete, un hombre lúcido que llegó revestido de un gran prestigio político, pero que no pudo controlar la bola de nieve echada a rodar con los muertos de Ayotzinapa.
Este trance ha llevado a inducir un relevo de emergencia en el PRD, que no estaba contemplado en el calendario político, al que se han visto obligados sus integrantes en una especie de apresurado “borrón y cuenta nueva”, asustados por la no por anunciada menos terrible –para ellos— irrupción de los morenos, que llegaron proclamando –como las sectas religiosas— “el fin está cerca”.
A partir de estos recambios, en la vida política nacional veremos desplegarse el camino sin retorno rumbo al 2018.