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Julio 17, 2022 15:55 hrs.
alfredo contreras prado › diarioalmomento.com
Política ›
Toluca, Méx.- La sobrepoblación en los centros penitenciarios del Estado de México está asociada a un rezago judicial, lo que se refleja en que más del 60 por ciento de la población interna no ha sido sentenciada y genera problemas como déficit de espacios habitables, hacinamiento y falta de control de las cárceles, pues ante el mayor número de internos y el menor número de custodios, se presentan problemas de ingobernabilidad, advirtió el senador Higinio Martínez Miranda.
Refirió que el Estado de México tiene una población de alrededor de 30 mil reclusos que desborda la capacidad carcelaria de 13 mil 47 camas, es decir, en más de un 117 por ciento, debido a un sistema de justicia que privilegia el encierro a medidas alternas, sostuvo el senador.
Higinio Martínez afirmó que los penales siguen siendo puntos rojos de violencia, pues existen registros de homicidios dolosos, agresiones, lesionados y donde se cometen delitos, por lo que se requiere una reforma penitenciaria.
Ejemplificó, el senador, que durante más de cuatro décadas el penal de Barrientos ’ha sido escenario de motines, fugas, corrupción e injusticias. Desde hace décadas familiares de presos de Barrientos han denunciado la corrupción imperante y las exigencias de dinero por parte de otros internos y de custodios, nadie hace nada.
Presos enfermos y de la tercera edad, muchos de ellos con diabetes no atendidas, apenas y caminan recargados en las paredes del penal de Barrientos, sin que las autoridades penitenciarias se preocupen por ello. Así se vive en los penales, que son considerados como parte de la estrategia de seguridad determinada por el gobierno estatal, aunque carece de recursos públicos para la reinserción social, ironizó el senador.
El penal de Cuautitlán es uno de los más saturados del estado de México. El centro penitenciario contaba inicialmente con espacio para 250 reclusos y llegó albergar a más de mil, lo que vulnera los derechos humanos de los internos, señaló Higinio Martínez.
El senador texcocano, señaló que, de acuerdo a familiares de reclusos, la saturación es tal que los internos se acuestan en el suelo, otros en los baños, a veces se duermen parados, además de que les quitaron los espacios de trabajo y quienes los quieren tienen que pagar por ellos.
Consideró que es necesario garantizar que las condiciones de privación de libertad sean controladas de manera efectiva por las autoridades judiciales, además de realizar estudios de cada centro penitenciario para determinar los recursos requeridos para separar a personas procesadas de las sentenciadas.
Además, puntualizó, el funcionamiento permanente y eficaz de la inhibición de señales de telefonía celular y de acceso a internet, para evitar delitos como la extorsión.
Por otro lado, en su oportunidad, el fundador de la asociación civil Presunción de Inocencia y Derechos Humanos, José Humbertus Pérez Espinoza, coincidió con el senador Higinio Martínez sobre la problemática del hacinamiento en los 21 centros penitenciarios de la entidad, con más de 29 mil internos registrados oficialmente, ocasionada por el rezago judicial.
Refirió, que se tiene que obligar a los jueces de ejecución a despresurizar los penales, previo a los próximos comicios electorales del 2023 y será parte de la agenda de los candidatos a la gubernatura si funciona o no el sistema de justicia penal acusatorio.
El fundador de PIDH comentó que se debe dar celeridad para terminar con esta problemática en los penales mexiquenses, así como con la violación de los derechos humanos, con la liberación de los internos que cuentan con beneficios como la libertad anticipada y condicional, sobre todo para quienes ya obtuvieron brazalete electrónico, con el cual se puede verificar la localización del reo y revisar el cumplimiento de las medidas impuestas.
Por último, reconoció el trabajo y congruencia del senador Higinio Martínez, quien aseguró conoce plenamente la problemática de la entidad, y destacó, que las partidas presupuestales no son suficientes, ante penales con sobrepoblación, que colapsa al sistema penitenciario, ya que los recursos se ven debilitados por el pago de gastos y salarios.
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