1

5,329 vistas

Junio 20, 2016 09:42 hrs.

Lilia Cisneros Luján › diarioalmomento.com

Periodismo ›


Una colorada (vale más que cien descoloridas) Si bien el trascurrir por la vida en ocasiones se asemeja más a un valle de lágrimas que a rica miel sobre hojuelas, la historia registra como es que el amor y la ternura pueden poner fin a la animadversión, resentimiento y aun el odio que en más de una ocasión se incuban no solo en algún individuo sino en generaciones completas.
Hasta hace unas décadas, 75 kilómetros cuadrados entre Ecuador y Perú, se mantenían en relativa armonía por cierta relación amistosa entre las tropas que ambos países tenían en sus fronteras.
Lo soldados ecuatorianos y peruanos convivían casi fraternalmente; en ocasiones jugaban futbol y compartían reuniones sociales. Lo que inició en enero de 1981, justo cuando el señor Alberto Fujimori pretendía reelegirse, hizo sonar balas, propició acusaciones mutuas entre ambos países[1] y por supuesto exacerbó lo ánimos no solo de los militares involucrados sino de ambos pueblos, con el pretexto de la soberanía, el patriotismo y la no aceptación de un tratado de límites aún vigente y hasta el retiro de un reconocimiento otorgado a personajes que luchaban por la paz[2] ¿Cuál fue la auténtica esencia del ensañamiento de dos jefes de estado? ¿Cómo es que se escaló el resentimiento entre dos pueblos que quizá ni idea tienen del origen de este problema?
Hacer patria, regresar al poderío que antes teníamos, matar al otro –física, verbal o mediáticamente- como una forma de reconocerse poderoso, es tan antiguo, como la rabia y el rencor incubado por quien es incapaz de comunicarse sana y maduramente. Revirar con calificativos, como desadaptados, inferiores, metiches, amargados, cobardes, indignos, es solo el efecto de lo que una emoción convertida en encono puede producir no solo en quien originó el evento sino en todo aquel que se engancha con el mismo, según el clásico conflicto de los Montesco y los Capuleto. ¿Es más fácil odiar que amar? ¿Cómo es que un sentimiento –hasta de implorar justicia- se convierte en la obsesión de lastimar al otro? Es justamente el recordatorio perpetuo y la alimentación permanente del sentimiento negativo lo que lleva al ser humano –individual y colectivamente- al encono. Una de las manifestaciones más ruines del encono es la venganza. ¿Alguien ha averiguado porque hay padres que prefieren heredar a extraños –incluso animales- que a sus descendientes? ¿Cuántos casos de psicopatía y sociopatía se inician en la infancia de niños que solo escuchan malos calificativos de uno de los cónyuges y la familia de estos? ¿Qué grado de conciencia existe del potencial de dañar al otro por quienes en lo más recóndito de su ser viven con rabia y aversión contra todo aquel que les pueda descubrir?
En el más reciente y obvio maratón de encono popular, una joven pintora norte americana, fue agredida de múltiples maneras, primero cancelando su página de Internet y luego golpeada en la cara por dos seguidores de Trump[3]Además de la venganza el encono generado en el odio genera intolerancia ¿Las reacciones homófobas desencadenadas por los homicidios del Orlando, ¿encierran la furia por otorgarles mediáticamente más espacios a los homosexuales que a ciudadanos productivos desaparecidos y asesinados?
Desearle lo peor a otro ser humano, cuando va más allá de la defensa adaptativa, se ahonda y se refuerza en el tiempo, se auto perpetúa como una espiral que lleva a infiernos tan o más dantescos que los que ya se han descrito. ¿Conoce individuos que ante cualquier tipo de conflicto expresan su odio a un partido –PRI, PAN, PRD, republicanos, demócratas, laboristas etc.- sin haber nunca estado cerca de un militante o estudiado sus fundamentos y aun cuando hayan sido beneficiarios de estos? Cuando el odio ha llegado al nivel del encono, es difícil procesar y absorber la dificultad a no ser que se cuente con apoyo idóneo.
Otro de los problemas del encono es el universo de los afectados. Por legados de honorabilidad generaciones enteras han vivido en la paranoia, el abuso, la reacción, el ataque, el despojo y hasta la guerra. ¿Se justifica la aniquilación del otro, solo por la incapacidad de algunas personas a reconocerse como depredadores humanos? Conocí a una mujer nacida en Bélgica, que sufrió en su infancia sentimientos de rechazo por parte de los nacionales de ese país que acogió a su familia. Se casó con un norteamericano, cuyos beneficios siempre apoyaron a la mujer y su familia, pero los hijos aprendieron odiar a los ’greengos’ de la misma forma que ella no amaba los belgas. ¿Fue este el motivo de que un chico con mente superdotada, no se desarrollara como era de esperarse? ¿La beca que le fue negada se debió a sus comentarios de rabia y rencor, respecto de los conciudadanos de su padre? Se de una hija que castigó a la madre durante 7 años con su ausencia y también de una madre que lo hizo con su primogénita solo por desacuerdos filiales. Al final las víctimas de este tipo de malquerencia, han muerto la madre se ha encerrado y la hija sigue repitiendo las descalificación contra toda mujer que le produzca envidia. Estos miserables seres son incapaces de alegrarse por la existencia del otro, aun cuando todo les haya dado; en cambio están prestos a continuar aborreciendo a su prójimo con saña y suponer que con ello lograran la ’inexistencia del otro’. Perdonar es la fórmula mágica y esto no significa sometimiento masoquista, porque si alguien es tóxico preferentemente hay que permanecer lejos, aunque no por ello se justifica, tenerle ojeriza o tirria.
________________________________________
[1] Quito aseguró que una patrulla peruana, había penetrado en su territorio atacando el puesto militar ecuatoriano en Cueva de Tayos, en la margen del río Cenepa. Por su parte Lima, dijo haber sido atacada por los ecuatorianos, cuando hacían un recorrido de vigilancia y por eso respondieron al fuego
[2] Al opositor de Fujimori -Pérez de Cuéllar- le fue retirado el premio ’Monseñor Leónides Proaño’. Su postura a favor del protocolo de Río –límites- y de la de limpiar la frontera ecuatoriana de tropas redujo los bonos a favor del ex-secretario de la ONU.
[3] Illma Gore, pintó a DT grande y desnudo con un pene pequeño ’Haz a Estados Unidos grande otra vez’; y su obra se envió a Londres a resguardo pues ninguna galería ha deseado exhibirla.

VER NOTA COMPLETA

Encono

Éste sitio web usa cookies con fines publicitarios, si permanece aquí acepta su uso. Puede leer más sobre el uso de cookies en nuestra política de uso de cookies.