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Julio 17, 2022 01:21 hrs.

Raúl De La Rosa › diarioalmomento.com

Tecnología ›


Ya comentamos sobre cómo y desde cuándo México ha aportado a la Cosmología. Es obvio que dado el avance científico y tecnológico de países altamente desarrollados, los científicos mexicanos (Físicos, Astrofísicos, Cosmólogos) parecen insignificantes, pero tal como dice el mensaje promocional televisivo: hay talento, sólo falta apoyarlo.

Y aunque muy modestamente, después de la Segunda Guerra Mundial seguimos aportando. Dos ejemplos: Proyecto ALICE y Experimento BIGBOSS.

*PROYECTO ALICE.*
El experimento ALICE, del Gran Colisionador de Hadrones (LHC), busca reproducir las condiciones del universo temprano (durante uno y diez microsegundos después del Big Bang), a través de campos electromagnéticos colisiona iones de plomo, que permiten la formación de las densidades de materia o temperatura más altas logradas (¡cinco billones de grados centígrados!); con ésto consiguió producir un plasma de quarks y gluones, cuyas propiedades mostraron que lejos de comportarse como un gas, se comporta como un líquido perfecto (¿recuerdan la Teoría Birkhoff-Graef-Barajas?).

El colisionador de hadrones es una maquina subterránea ubicada a 100 metros bajo tierra, con una circunferencia de 27 km de longitud, fue diseñado por la Organización Europea de la Investigación Nuclear (CERN por sus siglas en inglés) en la ciudad de Ginebra, Suiza.

Pero ¿qué es el Proyecto ALICE? Es un conjunto de experimentos que tienen como finalidad controlar las reacciones del gran colisionador de hadrones y con ello reproducir los primeros instantes del universo. Y, ¿en qué participan los científicos mexicanos? En el desarrollo de dos de los dieciséis dispositivos que conforman al gran colisionador de hadrones: uno es el detector de partículas subatómicas, llamado V0A y el otro es el detector de rayos cósmicos. Para ello, se contó con el apoyo del CONACYT.

Aún más. Desde 1994 el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (CINVESTAV) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) colabora en el experimento ALICE y fue parte de la propuesta técnica de ese detector, en su momento fue la única institución latinoamericana en participar en el LCH y, de manera particular en ALICE fue la única institución de América que trabajaba en él, porque la presencia de los gringos y canadienses, es reciente. Gerardo Herrera Corral, investigador del Departamento de Física del CINVESTAV fue pionero en esa cooperación científica.

Pero, ¿qué son los dos dispositivos que México aportó al LHC?
El detector de rayos cósmicos (ACORDE, por sus siglas en inglés), es uno de los dispositivos que forman parte del gran colisionador de hadrones y tiene como finalidad detectar los rayos cósmicos de energías muy altas que desde el universo llegan al planeta tierra. Está ubicado a 50 metros de profundidad y las capas de la tierra que están sobre él, le sirven como filtro para que únicamente se puedan captar aquellos rayos de energías altas. Éste es uno. El otro es el dispositivo V0A, un detector de partículas subatómicas, que se encarga de medir cuántas partículas se producen en cada uno de los choques que se provocan en el gran colisionador de hadrones. Ambos dispositivos fueron diseñados por un grupo de investigadores del CINVESTAV del IPN; del Instituto de Ciencias Nucleares de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Benemérita Universidad de Puebla (BUAP).

*EXPERIMENTO BIGBOSS.*
Trata sobre una forma de energía que se encuentra en todo el universo y que se cree que está acelerando su expansión debido a la presión que ejerce. Se le llama Energía Oscura.

El experimento BIGBOSS tiene como finalidad ayudar a encontrar explicaciones sobre la llamada Energía Oscura, para ello se basan en las oscilaciones acústicas bariónicas y la teoría del corrimiento al rojo (¿recuerdan la serie cómica The Big Bang Theory?). Y, ¿qué pitos tocan los científicos mexicanos allí? Participan científicos mexicanos del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ).

Como podemos observar México ha aportado, y aporta, datos y herramientas para mejorar y ampliar el conocimiento que la humanidad tiene sobre el universo, su origen, sus componentes y su evolución. Es decir, aporta a la Cosmología... Y aún hay más, pero eso será tratado en otros momentos.

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