Esquiroles de la SEP

Quienes dudaban que la reforma educativa es una andanada contra los derechos laborales, ahora tienen la certeza de que lo es. El esquirolaje que interpone la SEP de la manera más burda lo demuestra al tener preparados 26 mil maestros no calificados para sustituir a los profesores rebeldes, comprometidos con su realidad.
Quienes pensaban que la calidad educativa es lo menos importante en la reforma educativa, ahora tienen la certeza de que así es, al sustituir con profesores que reprobaron el examen de evaluación a los paristas en rebeldía ante las incongruencias de la reforma electoral.
Así la SEP lanza su propuesta educativa: malos maestros pero mansos, domesticados, conformistas, disfrazados de maestros responsables con la educación.
Para el gobierno más vale un mal maestro adaptado que un buen maestro rebelde. El anuncio de cambios en la educación madrugó un día después del día del maestro para dar a conocer la preferencia por un magisterio mediocre, de acuerdo con los lineamientos de un gobierno que no ha dado pie con bola en materia de educación desde hace muchos años.
Cada vez que los profesores esquiroles enseñen la rebeldía de Cuauhtémoc, Cuitláhuac, Miguel Hidalgo, de José María Morelos, Benito Juárez, Emiliano Zapata, etc. Sentirán que son un fraude para ellos mismos, para su país y para los niños que tienen enfrente. La desobediencia de nuestros héroes forjaron la historia que arroja nuestro presente y que ahora la impericia de los gobernantes para resolver los problemas internos quieren desaparecer.
Pero lo urgente para ellos es desterrar y castigar cualquier signo de rebeldía. Las órdenes del extranjero es tener al país planchado como una tela uniforme en criterios y en pensamientos en lo que algunos, muy pocos, llaman educación.
En cada programa que los altos jerarcas de la SEP, de dentro y fuera del país, coloquen en sus textos los nombres de los héroes que nos dieron Patria sentirán, si tienen un poco de conciencia, que son un fraude, que intentaron infructuosamente engañar a un pueblo pero que la historia y la memoria está latente como rebeldía agazapada entre los maestros y los futuros mexicanos hoy envueltos en el rol de alumnos.
El esquirolaje con el que amenaza la SEP revierte todos los valores que hasta ahora se han enseñado dentro y fuera de las escuelas. Contradice hasta las películas de Cantinflas y los factores mínimos de ética que mostró el cine mexicano durante años. Es decir, es un borrón sin el mínimo respeto por la historia y la memoria de los mexicanos.
Tener al esquirolaje como un ejemplo a seguir para los niños del país, luego de una revolución que modificó las normas laborales, no tiene perdón. Asusta tan fría determinación y, sobre todo alarma una impunidad tan clara.
Amenazar a los maestros, a quienes se les ha faltado al respeto desde el inicio de la propuesta de reforma educativa, con maestros no calificados muestra la esencia de una propuesta de gobierno que merece más respeto a sí mismo. La simple idea de echar por la borda la esencia de la reforma educativa que es la evaluación de los profesores, habla de una incongruencia tal envergadura que devela improvisación en una estructura que se pensaba hasta ese momento poco más elaborada, un poco más inteligente, más programada, más profunda, más informada, más humana.
Pero las reformas empiezan a mostrar su esqueleto desahuciado, y tiene en la educación la mejor radiografía.
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