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Octubre 15, 2018 00:59 hrs.

Ignacio García › Emmanuel Ameth Noticias

Seguridad ›


Retenciones y linchamientos son palabras que aparecen constantemente publicadas en los medios de comunicación locales y que se han convertido en una constante en la prensa por distintos intentos de ’ajusticiamiento’ que realizan pobladores de algunas regiones contra personas que acusan—sin fundamentos—de cometer algún ilícito.

Los casos más significativos que han sucedido este año son la pareja linchada y quemada viva el pasado 30 de agosto en la comunidad de Santa Ana Ahuehuepan, en Tula, donde los pobladores los acusaron de ser ’robachicos’, pese a que hasta el momento no se ha podido comprobar que se trataran de delincuentes, sin embargo, siete días antes, el 23 de agosto, en la comunidad de Texcatepec, en Chilcuautla, otra persona fue linchada y quemada viva por supuestamente haber robado un vehículo.

A estos casos se suman el intento de linchamiento que sucedió en Chapulhuacán el 31 de agosto, donde dos personas tuvieron que ser trasladadas en helicóptero a Pachuca para resguardar su integridad, debido a que los pobladores cuestionaron su presencia, lo que demuestra que hay una paranoia social en la que una voz es suficiente para desinformar y generar caos en poblaciones segmentadas con niveles de marginación elevados.

La percepción de inseguridad que ha crecido en los últimos años tanto en Pachuca como en el resto del estado, así como la impunidad que gozan los delincuentes que son liberados horas después incluso después de ser captados en el momento del ilícito, son algunas de las razones por las que los pobladores en algunas regiones han decidido reprimir y agredir a cualquier persona.

La falta de capacidad de las autoridades municipales, en donde en algunos casos apenas y cuentan con policías, así como la desconfianza que existe con el sistema de justicia penal provocan que los pobladores agredan y linchen como si se tratase de la edad media a personas que no han sido juzgadas y cuya responsabilidad en los delitos no está comprobada, por lo que es probable que algunos de los linchados ni siquiera sean los causantes de algún crimen.

¿Quién verá por los linchados? La opacidad de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJEH) para esclarecer estos casos y la nula intervención de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH), así como de la inexistente comisión de Derechos Humanos del Congreso local indican que nuevamente tendrán que ser las asociaciones civiles independientes las que vean y exijan información sobre los mismos para por lo menos visibilizarlos y no olvidarlos del colectivo.

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Hidalgo, el estado de los linchamientos

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