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Marzo 04, 2014 09:01 hrs.

Daniela Jerez › diarioalmomento.com

Seguridad ›


Tras la captura del narcotraficante más buscado en México y Estados Unidos, las autoridades estadunidenses estudian la posibilidad de que Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, pague sus delitos en aquella nación; sin embargo, el capo también debe pagar sus culpas en territorio mexicano. Por lo pronto, el procurador Jesús Murillo Karam ya adelantó que no será entregado a corto plazo a las autoridades estadunidenses.

Y las confesiones de El Chapo tras su captura son...
Los delitos que Guzmán Loera enfrenta en Estados Unidos son violaciones a la Ley sobre Organizaciones Corruptas, posesión de cocaína, manufactura, distribución de droga, lavado de dinero y crimen organizado.

Al respecto, el analista Miguel Ayala Vieyra señala que “antes que otra cosa, El Chapo debe responder a la justicia mexicana y pagar por los delitos que cometió en el territorio para posteriormente, con el debido proceso, saldar deudas con la justicia de Estados Unidos”.

El recrudecimiento de la violencia tras la reaprehensión de El Chapo es muy posible pues como expone el especialista, “se ha visto a lo largo de la historia que tras la captura de un gran capo, los segundos mandos comienzan a disputarse el poder del cártel por lo que inicia una revuelta interior que se refleja en un repunte de la violencia en el país”. Lo anterior va de la mano con lo dado a conocer por la firma de inteligencia estadunidense Stratfor que apunta a un repunte en la violencia pues el resto de los jefes del cártel de Sinaloa buscarán quedarse con el poder.

Otro posible escenario del repunte de la violencia podrá ser la disputa de los territorios que hasta ahora están en manos del cártel de Sinaloa por parte de otras bandas enemigas; especialmente territorios como Sonora, Baja California, Chihuahua, Sinaloa y Durango. Ayala Vieyra aplaude la operación de inteligencia del Gobierno Federal para detener a Guzmán Loera pero advierte que el capo es tan solo un eslabón por lo que el gobierno aún tiene muchas cosas por hacer como redoblar los esfuerzos para erradicar las células criminales distribuidas en todo el país:

“El Chapo ya no era el poder real en el cártel de Sinaloa, más bien, era una figura emblemática pues al ser el hombre más buscado, tanto por México como por EEUU, siempre permanecía escondiéndose. Ya no tenía la facilidad de operar por lo mismo, así que sus aliados como ‘El Mayo’ Zambada o Juan José Esparragoza ‘El Azul’ eran quienes tenían el poder real”.

El Chapo; la historia

Fue en la década de los 90 cuando Guzmán Loera se convirtió en objetivo de captura por parte de las autoridades mexicanas luego de que su enemistad con los Arellano Félix por el control de Baja California, lo pusiera en los reflectores nacionales e internacionales tras el asesinato de el cardenal Juan Jesús Posadas que debido a su Ford Grand Marquis fue confundido con el Chapo y asesinado en el aeropuerto de Guadalajara.

Dos semanas después Guzmán Loera fue aprehendido en Guatemala y trasladado al penal de máxima seguridad; Almoloya de Juárez en el Estado de México y posteriormente en Puente Grande, Jalisco donde debía cumplir una condena de 20 años y nueve meses por delitos de asociación delictuosa y cohecho, sin embargo, como bien sabemos, el capo emprendió su huida el 19 de enero de 2001.

Una vez que escapó, el capo retomó el poder del cártel de Sinaloa que dirigía junto con “El Mayo”, “El Azul” y Arturo Beltrán Leyva “El Barbas”. Sin embargo, en 2008, éste último rompió con la organización y le declaró la guerra a Guzmán pues lo acusó de traición por entregar a su hermano, Alfredo “el Mochomo” al Ejército.

La venganza por parte de “El Barbas” fue el asesinato de Edgar Guzmán Salazar; uno de los hijos de El Chapo. En 2009, Arturo Beltrán Leyva fue asesinado por la Armada de México. Desde entonces, los rumores aseguraban que el capo se movía con facilidad en Baja California, Chiapas, Durango, Sonora, Sinaloa, incluso, se hizo famoso el relato de que en alguna ocasión El Chapo comió en un restaurante de Chihuahua custodiado por 100 guardaespaldas y que antes de retirarse, pagó la cuenta de todos los comensales.

Habrá que recordar de igual manera las polémicas declaraciones del arzobispo de Durango, Héctor González Martínez quién aseguró que todos sabían dónde se ocultaba El Chapo y que éste era “omnipresente”. Habitantes guatemaltecos también aseguraron ver en múltiples ocasiones a Guzmán Loera quien circulaba de manera habitual por esta nación así como por Honduras.

Las confesiones de El Chapo tras su captura…

El Chapo Guzmán es padre de 16 hijos; las más pequeñas, las gemelas María Joaquina y Emali, quienes son vistas como “el talón de Aquiles” del capo pues durante el interrogatorio al sinaloense, éste aseguró por qué no huyó a la sierra sabiendo que las autoridades lo rastreaban: “Ya me iba a ir pa´l monte, pero no había visto a mis niñas”.

El capo también confesó que comió con Rafael “Caro” Quintero cuando éste salió de la cárcel en agosto del año pasado. Guzmán Loera aseguró a las autoridades que “Caro” no tiene interés de regresar al narcotráfico porque “está enfermo y viejo”.

También habló de Servando Gómez “La Tuta” y de los Caballeros Templarios a los que se refirió como unos “rateros mugrosos”. Aseguró además, que él es un narcotraficante pues “yo no secuestro ni robo ni extorsiono ni nada de eso”. Habló de los Zetas, sus otros enemigos, y se refirió a Heriberto Lazcano “El Lazca” como su enemigo pero como todo un caballero. No así para Miguel Treviño, “el Z-40” del que se refirió con desprecio.

Y ¿dónde andan “el Mayo” y “El Azul”? Guzmán Loera refirió a las autoridades que el primero anda en el monte mientras que el segundo “seguramente” anda por Guadalajara. Aseguró también que nunca fue su intención asesinar al cardenal Posadas, sino que todo fue una confusión pues “yo pensé que los Arellano venían en el Grand Marquis, eso me dijeron mis escoltas”.

Sin embargo, como te presentamos en 2012, el abogado del caso Posadas; José Antonio Ortega, aseguró en aquella ocasión que: "nuestra tesis es que es un operativo militarmente planeado para ejecutar al cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo y consistió en citar a las bandas de narcotraficantes para provocar que se pelearan. El Chapo, no sabía que iban a citar a los Arellano y los Arellano no sabían que iban a citar al Chapo, no era ficticio, era real, para que cuando se vieran se agarraran a balazos, se mataran, y en medio un tercer grupo llegara y ejecutara al cardenal. Eso fue lo que dijo el general Jesús Gutiérrez Rebollo en su declaración". Clic aquí para más información.

Y, ¿a cuántas personas asesinó?- le preguntaron las autoridades-, a lo que El Chapo contestó sin tapujo alguno que ordenó la ejecución de entre 2 mil o 3 mil personas.

Para conocer más del tema EPN cuestiona a Malova por marchas “pro” Chapo

@yoinfluyo

dreyes@yoinfluyo.com

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La Tuta y Templarios son “unos rateros mugrosos”: El Chapo

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