La guerra que no cesa

La embestida contra la Familia Michoacana, después llamados Los Caballeros Templarios, la inició Felipe Calderón el 11 de diciembre de 2006.

Hasta la fecha, lejos de dar resultados ha exacerbado los ánimos y vuelto más explosivo el asunto. Tanto que el diario El País (12 de enero), cabecea: “México enfrenta una guerra en Michoacán”. Y el Departamento de Estado de los EU alertó a sus nacionales de no ir por esa entidad, aunque también sumó a varias otras, un total de 17, lo que muestra a las claras que no es un sitio sino gran parte del territorio mexicano el que está incendiándose.

El gobernante de aquellas tierras, que parece un espectro viviente, ha dicho que ahora sí, ¡por fin!, habrá una colaboración de todos los órganos de gobierno federales y estatales para combatir a los malosos, los cuales se carcajean de lo lindo y ofrecen conferencias de prensa incluso a cadenas como Fox gringa (el caso de Servando Gómez La Tuta, quien balconeó a Luisa María Calderón, la hermana de Felipe).

Los enfrentamientos entre las llamadas autodefensas y los Caballeros son cada vez más frecuentes, siendo los ciudadanos, los periodistas y los vehículos diversos quienes sufren más las consecuencias. Y en el gobierno federal hay una serie de contradicciones evidentes, sobre todo respecto a los grupos armados que dicen enfrentar a los malosos, pues unos los condenan y otros los defienden y hasta justifican su proceder; entre estos últimos tenemos a: Manuel Mondragón y Kalb y Miguel Ángel Osorio Chong. Mientras tanto, a Peña Nieto le da por mandar buenos deseos y olvidarse que el secuestro, la extorsión y delitos varios han crecido durante su mandato.

Ahora una nueva etapa publicitaria intentará calmar los ánimos, pero en realidad no traerá los resultados que desea el oficialismo, más bien hará que los enfrenamientos se exacerben. ¿Estado fallido Michoacán o gobierno inútil el federal?

Una voz muy sonora

El padre Alejandro Solalinde, que dirige el afamado refugio Hermanos del Camino, dijo que con sus reformas de “gran calado”, Enrique Peña Nieto pone en riesgo el país. Y es que si bien la famosa y desprestigiada clase política las aprobó, la realidad es que no se consultó a la ciudadanía. Y ya sabemos que ésta, hace muchos años, ha reprobado las acciones de quienes se dedican a la grilla y no a solucionar los problemas más urgentes de los mexicanos. Un ejemplo, Solalinde se refirió a las situación de quienes viven en zonas donde se explotan minas, cuyos trabajadores reciben un salario ínfimo, están siempre expuestos a morir, no tienen ninguna protección social, etcétera.

Además, la explotación de la tierra es tan exhaustiva que a fin de cuentas quedan los terrenos inservibles, los ríos contaminados y el aire con excesiva polución. Y así podíamos señalar lo que viene de ese capitalismo salvaje que va a depredar todo y no hará más que aumentar los problemas en lugar de resolver las necesidades humanas. La alerta que hace don Alejandro es muy atendible y necesaria.

Nuevo jalón

Dice la secretaria de Desarrollo Social del GDF, Rosa Icela Rodríguez (La Jornada, 13 de enero), que en los próximos meses se atenderán a 160 mil personas o 40 mil familias que no han gozado de una serie de beneficios que otorga el gobierno capitalino; que si bien es el 1.7 por ciento de la población chilanga bien vale la pena. Y es que de 191 programas existentes, habrá otros como “Aliméntate” que repartirá un millón 500 mil tarjetas. Asimismo, en febrero se dará luz verde a un proyecto para que las personas de la tercera edad vayan al cine gratis y haya otros beneficios en servicios. Actualmente mediante diversas tarjetas hay viajes gratis en el Metro, agua y predial a bajo precio, descuentos en clínicas de salud, gastos médicos y seguros de vida, entre otros, los cuales se ampliarán. Es cierto, hay que difundir más esos apoyos sociales.

Dos

El lobo de Wall Street de Martin Scorsese con Leonardo Di Caprio, ha causado amplia polémica por sus escenas muy crudas y su radiografía del poder financiero que es hoy de los principales en el mundo; ya sabemos que a pocos de estos defraudadores y sembradores de ilusiones falsas, se les castigó. Incluso a varios se les perdonó si cooperaban con las autoridades judiciales.

Y si bien el sexo llevado a los extremos les puede ocasionar problemas a ciertos espectadores, la realidad, como dijera Dostoievski, supera a la ficción, por lo tanto no hay que escandalizarse de algo que está presente en aquel país del dólar como si fuera Dios. Gravedad de Alfonso Cuarón ganó, afortunadamente, el Globo de Oro; bien por este cineasta que ahora es reconocido; él es parte, por cierto, de un grupo de nacionales que han sido muy apreciados por sus trabajos, muchos de ellos espléndidos, Carlos Reygadas, Amat Escalante, et al