’La Penumbra’, monstruo de mil palabras

La luz llega envuelta en la palabra. El maestro Alexandro Guerrero da una cátedra de sapiensa y cultura. Habla de la novela ’La Penunbra’, de José García Sánchez. Es la presentación de la obra. Aborda sobre la calidad de la metáfora de los textos. Recuerda a Papini, rememora al México profundo, el abandono; condición de olvido, al mismo olvido de la divinidad, causante de resignación, la guerrilla. Rinde homenaje al periodismo y habla de muerte y olvido.
Alexandro recuerda que ’La Penumbra’ es iluminación, personajes, el ejército y la ruta de los migrantes, escenas de hiperviolencia. Xochimilco y su agua es parte del libro, una obra simbólica, liturgica, bien delineada por el autor.

SÓCRATES A. CAMPOS LEMUS

En su intervención, el columnista Socrates Amado Campos Lemus comenta:
Cuando uno viaja por las palabras y las ideas y los datos y las casas y las calles y las nubes secas o los silenciosos claros o las voces desesperadas de la novela de José García Sánchez no puede uno menos que entender que nos encontramos en México. Donde los duros tiempos son los duros tiempos de siempre, como si no nos moviéramos, como si las palabras solamente cambiaran los tiempos y dejaran las mismas cosas, las dichas y las no dichas, la gritadas y las silenciada, las que nos hablan de amor o las de desesperanza. Algunas veces me pregunto si la novela no es su vida o la vida lo obliga a convertirse en una novela.
Siempre nos hemos respetados José y yo, porque sabemos el valor de la palabra. Es un gigante que sabe la fortaleza del ser, del verdadero ser. Del amigo, del hermano, del padre, del hijo y a lo mejor del Espíritu Santo, y eso que no es muy creyente, porque la vida lo clava en esa realidad que leemos en su novela y en esa rabia que leemos y sentimos en sus escritos.
José nos habla sutílmente de la vida y de la muerte, del amor, del silencio y del grito, todos en su perfecta amormonia. Podría decirse que ’La Penumbra’, es un tanto como él, pero en mucho mejorado, no se ilumina, no se entierra en los túneles donde solamente hay lenguaje de ciegos, al contrario, pone lentes para caminar con firmeza en cada línea y en cada página y en cada libro.
El espíritu mexicano está en esta hermosa, brillante, reflexiva novela de José García. Es como si nos dijera: ’un día me ire a vivir a Teoría, porque en Teoría todo está bien’, aunque nos esté llevando la tiznada por estos teóricos que nos gobiernan... perdón, pero no podía dejar de protestar... es mi naturaleza.

HABLA EL AUTOR

Con la sencillez que lo caracteriza, José García dice que los amigos se muestran y demuestran en la cárcel, en la cama y en las presentaciones de libros. Rie. Acusado y culpable como me siento de escribir un texto complejo, argumento en mi defensa, que todos los días escribo una columna periodística, tratando de que lean lo que hago con el mayor número de personas. Realmente lo deseo y termino por creerlo.
Explica José que la novela exige de un rigor en la escritura, pero también en la lectura. Una entrega que justifique escritura y lectura en el tiempo donde la mirada se posa sobre sus páginas. De ahí proviene la idea de halagar al lenguaje con el lenguaje, tratando de producir goce en el murmullo de sus engranes.
Escribí ’La Penumbra’ con el mayor respeto posible a los personajes, su lógica y congruencia a partir de su personalidad. Traté de imitar, en la densidad del lenguaje, su diversidad de significados y símbolos aunque sólo haya plasmado un remedo.
José explica que los muertos están presentes en los personajes de su obra, como si cada uno de ellos los hubiera matado y, al mismo tiempo hubieran muerto poco a poco.
He hecho una referencia permanente a la mexicanidad en esta novela, lo es desde sus raíces literarias, donde la metáfora también empuja sutilmente la narración, no se estanca en la retórica por sí misma sino que avanza, describe y cuenta.
En fin, ’La Penumbra’ es un homenaje a la memoria. Los recuerdos más cercanos sólo cabalgan entre la penumbra. Es un retorno a los sueños que nos conforman. ’La Penumbra’ es un encuentro entre lo individual y lo social. Es tiempo sobre papel. Es una esperanza inalcansable y oculta, donde cada personaje es un monstruo. Un monstruo de mil palabras.