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Diciembre 07, 2015 10:50 hrs.
Fernando Irala › diarioalmomento.com
Periodismo ›
A punto de concluir el año –sobre todo para efectos burocráticos y escolares— el primer proceso de evaluación general del magisterio, previsto en las disposiciones que integran la reforma educativa, prácticamente ha pasado su prueba de fuego.
En la mayoría del territorio las evaluaciones se realizaron sin contratiempos, o con protestas menores de parte de quienes aún se oponen a las nuevas reglas, y algunos incidentes sin importancia.
En las entidades más conflictivas, la decisión –entre estrategia y precaución— fue calendarizarlas al final, una vez que las pruebas se hubieran aplicado en el resto del país, y estuviesen alumnos y profesores a punto de iniciar sus vacaciones.
Protegidas por despliegues policiacos, y programadas de una en una, las evaluaciones han tenido una participación mayoritaria de los maestros, lo que no está mal si se atiende sólo a las cifras, pero puede calificarse como un gran éxito, si se toma en cuenta que los participantes deben vencer miedos, resignarse a abandonar su métodos de lucha aplicados por decenios, y arriesgarse en una operación sujeta a los ataques y sabotajes de sus propias organizaciones sindicales, aún en manos de líderes radicales e intransigentes.
Ya pasaron Michoacán y Zacatecas, Oaxaca, este fin de semana Guerrero, y sólo falta Chiapas en los días que vienen.
Instituido y culminado el proceso en los términos en que ha transcurrido, puede afirmarse que se ha quebrado el control vertical que los dirigentes de la CNTE aplicaron por décadas sobre sus agremiados, y que sólo es cuestión de tiempo para que tamicen sus posiciones, se retiren o pierdan el poder.
Lo anterior, sin embargo, es lo menos importante. Lo verdaderamente relevante es que la preparación de niños y jóvenes se vuelva un objetivo prioritario en las escuelas y fuera de ellas, en los hogares y comunidades, y que la educación sea el soporte para que las nuevas generaciones puedan lograr mejores niveles de vida y escenarios distintos a los muy lamentables que vivimos por estos días.
Eso tardará todavía mucho, pero al menos parece que se han dado los primeros pasos en esa dirección.
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