La risa, remedio inflable

Mi experiencia más cercana a la muerte fue cuando me subí en un elevador con tres gordos monstruosos y me pescaron leyendo el letrero sobre límite de peso. / “Papá, cómprame un tamal.” “No.” “¿Papá! ¿Por qué nunca me compras uno?” “Porque yo quería que fueras médico y no tamalero.” / Odio ser bipolar, aunque es lo máximo. / Cuando un guapo usa condón, se protege; cuando un feo usa condón, protege al mundo. / “Hijo, Iba tu dinero en el pantalón que metí a la lavadora.” “¡Mamá, se me va a encoger!” “¿¿¿En eso gastas tu dinero???”



SARCASMOS

Sobre el regaño que me acomodó un queridopaisano residente en Francia, me dice un largo amigo: “Difiero de la opinión de tu lector paisano residente en Francia. Yo creo que la gracia (o desgracia) no es contar chistes nuevos o viejos, sino saberlos seleccionar. Yo disfruto mucho tus “sarcasmos”, nuevos o viejos, y creo que igual lo hacen decenas de miles de tus lectores. Tengo muchos años leyendo a Armando Fuentes Aguirre ‘Catón’ y utiliza la misma fórmula: chistes, chistes y más chistes. Me recuerdan el título de la obra “La risa, remedio infalible” creo que de Jardiel Poncela. En fin, mantén el excelente trabajo con chispazos de buen humor.” Otro queridolector: “Me parece que tu amigo se ha afrancesado malamente. Lamento que se canse de reír o de sonreír todos los días. (¿Quién dijo aquello de que un buen chiste nunca envejece?) En estos momentos en que estoy releyendo a Montaigne me maravilla que la gloria de las letras francesas --el protector de la libertad individual, como lo describe Stefan Zweig-- solo haya tenido un cometido en su vida: conocerse y no imponerse a nadie, ni su gusto ni sus observaciones ni su cometido en la vida. Recuerdo aquello que citaba nuestro Alfonso Reyes de Montaigne: el hombre ríe; el sabio sonríe. Si de algo vale la petición de un asiduo lector tuyo (como sabes, recibo más de 300 correos al día, pero siempre me doy cuenta si falta tu entrega diaria), no dejes de incluir sarcasmos, chistes, paradojas y cuanta tontería se te ocurra, llegue a ti o hurtes en los demás. ¡Más, Chole, más!” Otra: “Por favor haz caso omiso a tu amigo el que critica tus sarcasmos. Si a él le enfadan, pues no se los mandes, que a los demás nos gustan y alegran el día. Tu humor, tu agudeza y tu ilustrarnos sobre ciertos temas, esa ligereza es para que la publiques, no para que la des por terminada por el amargado sentido de algún aburrido.” Otro, más claridoso: “Si a tu amigo lo que le falta es coger, que no se desquite contigo.” Otra: “¡CHIN! Imagínate la de veces que me han criticado por lo que hago. Solo una persona amarguetas se queja del gusto de poner sarcasmos. Pensé que escribías para todos, no para complacer a uno solo. Yo me río aun de chistes viejos; reír es medicina que mucho necesito. Me has traído alegría en cada publicación, y me vale madre si no quiere leer tus sarcasmos. Yo los colecciono y los recirculo para alegría de mis amigos que les encantan. Así que mándale de mi parte puras noticias de amargura, de piedras y de escombros. Nada que lo haga recurrir a ese poquito de sangrita que sale cuando te llega un sarcasmo, esa fuga emocional tan especial de nuestra personalidad calladita. Andas pikie, no le hagas caso porque si dejas de publicar sarcasmos quiere decir que tienes algo mejor que compartir que puras noticias y predicciones, que son buenas, pero es linda la pimienta en el platillo diario. No le hagas caso a tu amigo.”



ÉBOLA

Y la dizque “terrible pandemia”, ¿ya la desinflaron quienes la estaban induciendo, propagando y alarmando?

OOOOOOMMMMMM
Recuerda meditar cuanto puedas, cuando puedas.


FESTIVAL CULTURAL MAZATLÁN
De octubre 9 a diciembre 20: carnaval del espíritu y la mente.



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