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Agosto 16, 2015 21:29 hrs.

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Por Marco Polo Aguilar


Mientras que el (des) gobernador Rogelio Ortega sigue preocupado y deshoja la margarita para tapar los boquetes financieros que administraciones perredistas cavaron desde Zeferino Torreblanca, Ángel Heladio Aguirre y la de él mismo, para el gobernador electo Héctor Astudillo Flores, la violencia en Guerrero es más grave que la deuda, por lo que está más ocupado en buscar “una estrategia que recobre la paz y la tranquilidad para los guerrerenses”.
Y es que Guerrero no deja de ser el reflejo más crudo de la violencia que azota al país y lo que le ha traído al estado, desde luego, una lacerante pobreza. Desde el inicio de la alternancia en el estado, en el año 2005, claras fueron las señales de debilidad de sus gobernantes.
Sus dos gobernadores constitucionales (Torreblanca y Aguirre), que no surgieron de la izquierda, ni siquiera acariciaron de la pobreza o al menos, no hay rastro alguno de que hayan llevado una vida sencilla, pero si vieron pasar a miles y miles de guerrerenses que se empobrecían a diario como resultado de sus equivocadas políticas de beneficiar más a sus cercanos y de muchos más actos de corrupción que los favorecían.
Es la fecha de que en Guerrero siguen perdidos mil 535 millones de pesos, dinero que fue utilizado en cuentas sin etiquetar, proyectos perdidos, sueldos fantasma, pago a aviadores, bonos inexplicables, programas inexistentes, facturas que no cuadran, subejercicios sospechosos y obras que se fondearon pero no se construyeron, en el año 2013, época del aguirrismo.
Zeferino Torreblanca, por ejemplo, a cinco meses de haber tomado posesión como gobernador, en una frase emblemática de su administración declaró que “ni quiero, ni puedo, ni tengo porque combatir el narcotráfico”, lo que dio manga ancha al crimen organizado. Todavía, ahora en 2015, al competir como candidato a alcalde de Acapulco por el PAN, con gran desfachatez dijo sentirse “con la capacidad, el ánimo y el conocimiento de poder aportarle algo a mí estado”, al que él mismo llevó por los malos momentos que vive, sobre todo en el Puerto de Acapulco, municipio que pretendía gobernar.
Heladio Aguirre, por su parte, hizo un gobierno de ocurrencias. Sin políticas públicas y sólo dedicado a sus francachelas. Lleno las nóminas de las diferentes Secretarías de estado con sus familiares, amigos y compadres. La violencia se disparó en los tres años y medio que gobernó y tuvo que pedir licencia por la desaparición forzada de 43 normalistas de Ayotzinapa. La ley, para impartir justicia, la utilizó como una ruleta rusa.
Ahora, en la transición, Héctor Astudillo Flores confía que con el apoyo de la federación disminuirá la violencia en el estado. Lo que le quita el sueño es que los guerrerenses encuentren la paz.
“Guerrero requiere urgentemente mayor seguridad, que la gente recupere la confianza para que quien tiene el interés de invertir para generar empleos lo pueda hacer en otras condiciones diferentes a las que se tienen actualmente”, dice convencido Astudillo.
De la deuda histórica que existe en el estado, de 13 mil millones de pesos, Astudillo expuso: “No es un asunto que sea lo más grave, me parece que lo más grave de Guerrero es el asunto de la violencia, lo de la deuda yo creo que tiene salida”.
Héctor Astudillo iniciará el 27 de agosto, de manera oficial, el proceso de entrega-recepción de la administración pública del estado, dos meses después entrará en funciones como gobernador constitucional y advierte que con la ayuda de la federación se tiene que hacer un esfuerzo máximo “para que Guerrero no sea un estado en donde se hable de violencia”.
Mucho trabajo le espera al gobernador electo, ya que nada cómodo es gobernar Guerrero, mucho menos, cómo dice el ex gobernador y ahora senador René Juárez Cisneros, “no es Disneylandia”, pero si Astudillo quiere achicar la brecha entre pobreza y violencia, basta recordar aquella máxima del Mahatma Gandhi: “La pobreza es la peor forma de violencia…” y habrá que tomar en cuenta que siete de cada diez guerrerense viven en la pobreza ¿O tú que piensas amable lector?
Movimientos telúricos…Arquitecto de profesión, Asunción Martínez Ortiz es un joven dirigente del PRD en Chilpancingo que pretende lo que parece imposible: cambiar la mala imagen de los perredistas en la capital del estado…tomó las riendas del partido en noviembre y trae las “pilas bien cargadas”, pretende acercar a más jóvenes al partido, sobre todo formar nuevos de cuadros…lo que distingue a Martínez Ortíz es que tiene un compromiso político y social con el PRD, es de esos dirigentes que se han forjado desde abajo, haciendo trabajo de campo, por lo que no hay ninguna duda que su trabajo rendirá frutos, ya que es un dirigentes totalmente de izquierda…Pues a pesar de que las secretarías de Salud de Guerrero y federal han informado que la chikungunya no ha cobrado víctimas, todo parece indicar que esta se propaga rápidamente, ya que La Universidad Autónoma de San Luis Potosí y La Agencia Espacial Mexicana realizan una investigación en el área de la geomedicina para crear un mapa de riesgo nacional sobre la plaga del dengue y la enfermedad transmitida por el mosquito transmisor de la chikungunya…aseguran que este proyecto comenzó desde el año 2010 con un monitoreo vía satélite de zonas marginadas y afectadas, y que ahora, a través del Laboratorio Nacional de Geoprocesamento de Información Fitosanitaria de la universidad en cuestión, un equipo de geógrafos localizará los puntos donde el mosquito transmisor está presente en el país…según la Organización Mundial de la Salud la chikungunya se detectó el 60 países y se trata de una enfermedad viral que se transmite por la picadura del mosquito portador del dengue y se caracteriza por dolores musculares…Se ha dado el caso que el (des) gobernador Rogelio Ortega, en su afán por entregar buenas cuentas al próximo gobierno del estado jinetea el dinero que la federación le ha autorizado a diversas dependencias, un claro ejemplo fue el del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, que encabeza Marisela Reyes Reyes, en dónde Ortega no quiso darle a ese instituto los 145 millones de pesos que autorizó la Secretaría de Hacienda para los pasados comicios del 7 de junio…Ahora, el director de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, José Luis Hernández Rivera, denunció que dependencias del gobierno estatal están jineteando unos 20 millones de pesos que aprobó el Congreso del estado para la construcción de un edificio, incluso elevando su costo de manera exorbitante, además de otros 50 millones de pesos que aprobó el Congreso federal…El director de la Normal recordó que el gobierno de Ángel Heladio Aguirre construyó en edificio, en esa misma escuela, con un costo de 38 millones de pesos y “nosotros hicimos con recursos federales un edificio similar que costó tres millones y medio de pesos que incluía unos baños por separado. El edificio construido por el gobierno estatal ya se está ladeando”…marcop1955@hotmail.com

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La violencia es más grave que la deuda: Astudillo

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