Malinalco, regalo de Dios

--Primera parte --

MALINALCO, ESTADO DE MEXICO, 23 de enero de 2014.- La naturaleza y la historia tuvieron un hijo, al que llamaron Malinalco, que identifican como “la puerta al trópico de México” por su clima caluroso, exuberante vegetación entre montañas, colinas y cumbres, de las que brotan ríos y manantiales, con extensos campos verdes, cubiertos, en el día, por un hermoso y envidiable cielo despejado, y por las noches, por un manto de estrellas, muy apreciado por astrónomos de todo el mundo, que acampan aquí para estudiarlas.

La cercanía de Malinalco con la Ciudad de la Eterna Primavera, Cuernavaca, Morelos, y con Chalma, donde se venera al milagroso Cristo Negro o Señor de Chalma, así como su pasado prehispánico y colonial, que se siente en sus calles empedradas, sus capillas de barrio y sus pequeños hoteles sui generis, han hecho de este lugar un Pueblo Mágico y con Encanto, a donde han emigrado muchos famosos, desde escritores, artistas y políticos, que han construido hermosas residencias campestres.

“Los amaneceres aquí son un regalo de Dios, lo mismo que las tormentas eléctricas, en las borrascas y la lluvia de estrellas en los días de calma”, afirma Margarita J. Linares al agregar:

“Aquí las estrellas se ven como en ningún otro lugar; es mágico. Lugar ideal para astrónomos que estudian las estrellas, pero la gente común, como yo, sentimos que tocamos el cielo con las manos. Con el alma.

“Disfrutas la libertad. Tu libertad en contacto con la naturaleza. Todos tus sentidos se agudizan al máximo, especialmente si practicas rapel, tirolesa, parapente o estudias el comportamiento de las estrellas”, dice Margarita, una ingeniera en Alimentos.

Explica que desde hace años viene con un grupo de jóvenes a acampar en Malinalco, para practicar escalada en rapel, tirolesa, cabalgatas, parapente y vuelo en globo aerostático.

“Soy cazadora del viento”, afirma Margarita al referir que “mi pasión es el deporte extremo en las alturas, pero cuando descendemos de las montañas nos conquista todo lo que vamos encontrando al bajar: vegetación por doquier, ojos de agua y cascadas que nacen entre las rocas, flores exóticas, únicas, grandes, de colores muy llamativos”.

“Parece el cielo, pero puede convertirse en el infierno”…

Sin embargo, Simone Dagar, un extranjero que también práctica deportes extremos, sostiene que “así como Malinalco parece el cielo, puede convertirse en un infierno si te encuentras con una serpiente coralillo o con la araña viuda negra, que son especialmente venenosas; pero también te puedes considerar muy afortunado si te topas con un armadillo o con un jaguar”.

El olor a pan recién hecho, a tortillas de comal y a elotes tiernos es un imán que atraen a los coloridos mercados de Malinalco, donde la diversidad vegetal es muy basta.

Casi en todas las casas hay huertos familiares, en los que es común ver zapotes blancos, guayabos y ciruelos creciendo al lado de helechos, jacarandas y nopales.

También se aprecia el cultivo y nacimiento de la exquisita y bella orquídea, que contrasta con la peligrosidad de animales salvajes del bosque, como las serpientes coralillo, de cascabel (en 27 especies) y el cantil; así como innumerables arañas, siendo la más peligrosa la “viuda negra” y las 12 especies de alacrán que viven en las cumbres y montañas.

Entre los pobladores se habla de que en las cuevas más altas se encuentran el vinagrillo o nana del alacrán, la salamanquesca una bella lagartija con cola azul y las mariposas nocturnas, altamente venenosas, alrededor de las cuales hay muchos mitos.

Malinalco es uno de los municipios con mayor biodiversidad en el Estado de México, su selva baja caducifolia, sus bosques de pino y bosques de galerías dan cabida a una enorme variedad de flora y fauna.

Aquí habitan mamíferos como cacomixtles, armadillos, zorros, coyotes, ardillas y venados, incluso algunos estudios realizados por investigadores de la Universidad Autònoma del Estado de Mèxico (UAEMEX) afirman que en algunos sitios todavía pueden vivir jaguares; rodeados de hongos, algunos comestibles, otros tóxicos e incluso alucinógenos y miles de plantas sobre muchas de las cuales se han desarrollado usos tradicionales como medicina, alimentos, curtidores de piel y jabón, entre otros.

En el Museo vivo "Los Bichos de Malinalco" y el campamento tortuguero Mali-Xanat se exhiben la mayoría de esos insectos, peces, tortugas, plantas, serpientes, tarántulas y hongos, que a diario son sometidos a nuevas investigaciones.

Cultivo de rosas y turismo, principal actividad económica

Malinalco se encuentra al sur del Estado de México, a 65 kilómetros de Toluca, la capital del Estado de México, y a 59 de Cuernavaca.
Tiene una superficie territorial de 231.7862 km2 y cerca de 23 mil habitantes, por lo que la densidad poblacional es de 121 habitantes por kilómetro cuadrado.

Sus actividades económicas predominantes son forestal y agrícola (88.42%).

Aquí se siembran 35 tipos de cultivo diferentes, de los cuales la floricultura, en especial el cultivo de rosas, ha desplazado los productos alimenticios tradicionales.

Las rosas, nardos y gladiolas representan el 42.68% del total de producción, en tanto que el maíz, chícharo, mamey, tomate verde, aguacate y caña de azúcar cuentan por 42.59%, dejando el resto a plantas forrajeras y otras legumbres y frutas.

La ganadería es una actividad con presencia regular en Malinalco, se concentra principalmente en producción de ganado bovino y gallinas, aunque también se producen otros derivados como leche, huevos y miel.

El comercio, restaurantes y hoteles son otra actividad de importancia en el municipio, principalmente en la cabecera municipal, por la atracción turística de su zona arqueológica, su cultura y tradiciones que casi todos los fines de semana los pones de manteles largos, para celebrar una fiesta.

Continuarà…

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* DIRECTORA DE REPORTAJES METROPOLITANOS
Exclusivo para RM
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