Maullidos Urbanos

Aunque hasta hace pocos años se manejaba la idea de que la población en nuestro país era básicamente joven, lo cual se consideraba como un bono positivo, se deben atender las observaciones del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de que de forma lenta pero inexorable los mexicanos envejecemos cada vez con mayor rapidez.
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De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2018, en México residen 124.9 millones de personas, de las cuales 51.1% son mujeres y 48.9% son hombres, una relación de 96 varones por cada 100 mujeres, pero el proceso de envejecimiento avanza al registrarse una disminución de la población con menos de 15 años de 27.5% a 25.3% de 2014 a 2018.

​Durante una videoconferencia para presentar estas cifras Julio Santaella Castell, presidente del INEGI, explicó que con esta encuesta, levantada entre agosto y octubre de 2018 en casi 120 mil viviendas, se ’confirma esta tendencia que hemos venido observando de un envejecimiento de nuestra población’.

​Precisó que esta situación se refleja en el descenso de la población más joven, con menos de 15 años, al pasar de una proporción de 27.5%, en el año 2014, a 25.3% de la población en el 2018.

​Por su parte Édgar Vielma, director general de Estadísticas Sociodemográficas del INEGI, puntualizó que México aún no es un país envejecido, porque aún el grueso de la población se encuentra en las edades tempranas, es decir de cero a 19 años y dijo: ’Esto todavía manifiesta que somos un país joven, pero sí hemos estado teniendo una evolución hacia engrosar la parte superior de la pirámide (población), y por el contrario, teniendo una reducción en el rango de cero a cuatro años, de pasar de 4.1% a 3.7%’.

​Con este tipo de información las autoridades de los tres niveles de gobierno tomar las medidas necesarias para preparar las nuevas condiciones sociales que significará que existen menos jóvenes o, en otras palabras, personas de mayor edad.

​Por ello cada autoridad, desde su correspondiente ámbito, deben prepararse para atender a menos niños jóvenes y más a individuos más maduros, como sería el hecho de que se preparen a menos médicos pediatras y más geriatras, en especial ante el crecimiento de diversas enfermedades como la diabetes, para ofrecer la mejor atención posible. Se deben adoptar las medidas para enfrentar a corto y mediano plazo esta nueva realidad social.