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Septiembre 09, 2024 00:02 hrs.
Armando Ríos Ruiz › tabloiderevista.com
Política ›
Como siempre, únicamente los militantes de Morena, que todo el tiempo defienden lo que el Presidente dice y desea, aunque sea en perjuicio de la colectividad o simplemente porque acomoda a su forma de pensar o para quedar bien con el jefe, han manifestado que en la reforma de la propiedad privada no hay ningún riesgo, lo mismo que en la Ley de vivienda en renta.
Ambas decisiones fueron promovidas por Martí Batres, seguramente por mandato de su dios presidente, porque hoy no se mueve la hoja de un árbol plantado por Morena, si este señor no quiere. De acuerdo con el primero, la modificación al artículo tercero de la Constitución local tiene el propósito, únicamente de homologar el principio de propiedad del artículo 27 de la Constitución General de la República.
Así de inocente las cosas. Pero si no hubiera otra intención, ¿entonces para qué modificar ninguna letra siquiera? A lo largo de seis años, muchos mexicanos aprendimos a desconfiar de las acciones emprendidas por el Primer Mandatario, toda vez que, en los hechos, siempre ha sido para mal. La destrucción de instituciones ha servido para aniquilar fuentes de ayuda para la población, que hoy vive en la incertidumbre de su futuro. Aunque feliz con las dádivas.
Valga recordar por infinitésima vez el sistema de salud, el mejor del mundo que, al decir del mandatario después de su último informe, lo señaló sólo para provocar a sus adversarios y que ha traído desesperación y muerte. Valga recordar también la desaparición del fideicomiso para desastres naturales, que hoy deja en indefensión a los lugares afectados por los fenómenos de esa índole.
Alguien podría decir, el mismo Presidente, que envió carretadas de dinero a Acapulco después de la embestida sin precedentes del huracán ’Otis’ y es cierto. La verdad es que se mandaron toneladas de dinero sin control y esto, sólo porque estaban próximas las elecciones presidenciales y muchos guerrerenses habían expresado su amenaza de no volver a votar por Morena.
Siempre que ocurre algo similar al tema que abordamos, los morenistas y principalmente sus promotores suelen decir que es para ayudar a la población, principalmente a los que tienen menos recursos y en esta ocasión, Martí Batres aseguró que así se protege la propiedad privada, la pública y la social ’para salvaguardar el interés superior de la nación, de la ciudad y de lo público, dentro de los marcos y principios establecidos a nivel federal.
Esta explicación no dice nada. Más bien exalta la duda, porque no refleja absolutamente ningún bien para la sociedad.
Es una intención de salir del paso sin tener que hacer una aclaración del por qué se reformó ese artículo y esto, sin remedio, provoca recelo sobre las verdaderas intenciones, ya que el deseo de quienes mandan es llevar a México a un régimen dictatorial dizque comunista.
Dizque comunista debido a que el propósito real es empobrecer a los mexicanos hasta su aniquilación, porque los pobres no ofrecen de plano resistencia debido a esa misma laxitud y los únicos que engordan o se fortalecen, son quienes ejercen el poder. En este momento no se nota y esto abona a la desgracia futura. Después, no hay más remedio que huir del país.
Los morenistas han explicado que el artículo 27 de la Carta Magna dice que las expropiaciones sólo se harán por causa de utilidad pública y mediante indemnización. Pero la intención que conocemos, consiste en que quiere un país pobre y, por lo tanto, cualquier propiedad ubicada en las colonias triple A puede ser confiscada a placer, aduciendo la utilidad pública.
Algunos juristas se han adelantado a vaticinar que colonias como Bosque de las Lomas, El Pedregal y otras, serán blanco de expropiación para construir viviendas de interés social.
Lo anterior sólo es el principio de lo que será la nueva administración, que evidencia el firme propósito de cambiarlo todo para transmutar un país que buscaba la superación colectiva, en otro en el que todos carezcan de lo más necesario. Es básico para los verdaderos propósitos que persigue.
ariosruiz@gmail.com
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