Patanería y pedantería de AXA y Coppel

• por un Uber.

• Se niega a cubrir gastos médicos como corresponde por tener la responsabilidad de pagar una póliza por daños a terceros.

• Tienda departamental trata a su personal con problemas del VIH con desprecio, discriminación y deshumanización.


De nueva cuenta, otra empresa de seguros, ahora AXA, se envalentona y reta a una familia a ’háganle como quieran’ al negarse a pagar y cubrir los gastos médicos correspondientes, con base a una póliza de daños a terceros, a un matrimonio que, en su motocicleta, fueron embestido por un operador de Uber.

Marcos Beltrán, víctima de este accidente, se quejo que, desde un principio del suceso, hace dos años, su esposa y él sufrieron el percance cuando un conductor de Uber los chocó. ’Mi pierna quedó destrozada y llevo dos años sin poder trabajar ni moverme de manera independiente; además, la aseguradora AXA, quien tiene póliza de daños a terceros, no nos ha querido cubrir los gastos médicos.

Dijo que esta desgracia cambio drásticamente la vida de su familia, para siempre. Narra que el 4 de diciembre de 2020, junto con su esposa, circulaban en motocicleta por una avenida en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, por el carril de la derecha y a baja velocidad. Sin embargo, ’un conductor de Uber se cruzó inesperadamente a otro carril y nos chocó, ocasionando que mi esposa saliera disparada y que al caer sobre el pavimento se rompiera el fémur. Mi pierna izquierda absorbió todo el golpe y me desbarató la tibia y el peroné. Desde el primer momento, el ajustador de AXA, quien era la aseguradora del Uber, se negó a darnos el pase médico’.

En el IMSS, no recibieron atención médica inmediata.

Por su fuera poca su desgracia, dijo que acudieron al IMSS (en Guadalajara) donde tardaron mucho tiempo en atenderlos lo cual tuvo complicaciones posteriores en la salud de ambos al no recibir atención médica inmediata.

Lo más lastimoso, expuso fue el ajustador de AXA le dijo a mi hija que ’le hiciéramos como quisiéramos pero que no me iban a dar nada’.

’Llevo dos años sin trabajar, dos años usando pañales de adulto, dos años sin caminar ni bañarme en la regadera sin ayuda. Este accidente me dejó imposibilitado de trabajar para el resto de mi vida de la manera en la que lo hacía. Hasta el momento, no hemos recibido ningún tipo de ayuda económica ni médica a pesar de que AXA tiene la responsabilidad de pagar una póliza por daños a terceros’, reclamó vía change@f.change.org.

Coppel, discriminatorio

Por otra parte, también por medio de esta plataforma social, José Donit, denunció que tras trabajar para Coppel sucursal Puerta Aragón en Ciudad de México, durante un año y tres meses, fue despedido por tratarse el problema del VIH, lo cual le causó desprecio, discriminación, ofensas y deshumanización por parte del gerente de la sucursal Adrián ’N’.

Este empleado, encontró en su mochila unas pastillas que funcionan como tratamiento y permiten tener en control el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), haciéndolo incontagiable e indetectable.

Sin embargo, dijo que Adrian ’N’, ’al encontrar estas pastillas, me cuestionó duramente sobre para qué eran esas pastillas, a lo que yo mentí diciéndole que eran para cualquier otra cosa. El gerente no quedó conforme con mi respuesta y decidió investigar por su cuenta; pasaron algunos días y me llamó a una junta con mi equipo, donde expuso y exigió que contara sobre mi diagnóstico a lo que yo me negué de inmediato y lo frené respetuosamente, diciendo que no tenía ninguna responsabilidad de contarle a nadie algo personal que no interfiere con mi actividad laboral. Él aceptó y afirmó no divulgaría nada’.

No obstante, tiempo después se enteró por sus compañeros que el gerente empezó a difundir su diagnóstico sin su consentimiento; además de hacerle comentarios ofensivos llamándole: "sidoso" y le decía al personal que se cuidaran porque "es peligroso". ’Esto, no sólo es discriminatorio, ofensivo y deshumanizado; también crea más estigma sobre el VIH’, refirió.

Relata que decidió hablar con el gerente y le expliqué lo que tenía que saber sobre su enfermedad, su tratamiento, la diferencia entre el VIH y Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), su indetectabilidad y los cero riesgos que corrían al convivir y trabajar con él. ’De nuevo ofreció una disculpa y dijo que dejaría de hacer todo eso, cosa que NO cumplió’.

Lamenta que pese a la queja que interpuso en Recursos Humanos (RH) de la empresa, no hicieron nada. ’Continuó el acoso, habladurías, y ofensas por varios días más; hasta que un día en mi lugar de trabajo estaba la jefa de RH, Laura "N", el gerente Adrián "N", el gerente general Antonio "N" y la gerente de zona Guadalupe "N"; juntos me dijeron que ya no podía trabajar ahí porque era un riesgo para todos los demás y que tenía qué firmar mi renuncia. Me negué, dije que era discriminación y me respondieron que NO podía salir del edificio hasta firmar. Casi como si se tratara de una tentativa de secuestro, en ese momento dije que iba a llamar a la policía y fue así como finalmente me dejaron salir’.

Indicó que se acercó al Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación (COPRED) de la Ciudad de México y a la asociación VihveLibre, y que, con su asesoría, le apoyaron por lo cual decidió levantar una denuncia en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje y COPRED. Aún así, el gerente dijo que "ni me molestara en denunciar, porque ellos tenían abogados muy grandes y no procedería nada".

Aseguró que nunca tuvo ningún problema con nadie, hacía su trabajo con normalidad, cumplía sus metas exigidas, y cumplía con todas las responsabilidades su puesto. ’Todo esto me desencadenó problemas de depresión y ansiedad e incluso atenté contra mi propia vida, pero hoy ya no quiero callar más y es por eso que exijo una reparación al daño, una disculpa pública para toda la población que vive con VIH y que COPPEL implemente políticas y capacitaciones de cero discriminación a sus empleados’.

Correo: guillermo.pumageneracion1979@gmail.com