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Enero 15, 2016 12:09 hrs.
José García Sánchez › diarioalmomento.com
Política ›
Petróleos Mexicanos empieza a vender el barril de crudo por debajo de sus costos. Ahora sí tendrá que ajustar cuentas al interior de la empresa si no quiere quebrar y dejar que la corrupción se lleve entre las patas la reforma energética de la que tan orgullosos se dicen estar los priístas, a pesar de que los resultados no han sido los esperados.
Es tiempo de que el sindicato no sólo responda ante la protección y complicidad que le brindó la parte empresarial sino que para que castigue finalmente la conducta de sus líderes. De las 36 secciones del sindicato puede asegurarse que ninguno de sus secretarios generales está limpio de un delito grave.
Son varias las demandas penales que pesan contra todos y cada uno de ellos, precisamente por apoderarse de dinero que no les corresponde. Le pertenece a la empresa o a los trabajadores.
Ante esta realidad surge la urgente necesidad de erradicar los ilícitos empezando por el líder nacional, Carlos Romero Deschamps, cuya destitución y castigo deben llevarse a cabo de inmediato.
La mezcla mexicana de petróleo registró una nueva caída al tocar los 21.38 dólares por barril.
Luis Videgaray, para quien todo está bien en la economía mexicana, alertó sobre el comportamiento de los precios del petróleo al señalar que se trata de “una caída muy pronunciada, una caída que nosotros estimamos no es transitoria, tiene todavía un horizonte de larga duración y tiene mucho que ver con factores de oferta y de demanda”.
Por otra parte, el sindicato perderá desde el inicio de año 13 mil plazas. El Consejo de Administración autorizó un primer recorte al presupuesto de poco más de 70 mil millones de pesos, lo cual incluye el despido de 13 mil trabajadores de la empresa.
El ajuste al gasto de la petrolera debe considerar las adecuaciones presupuestales que requiera durante el ejercicio fiscal 2016, pero también poner orden en el proceso de despidos, de los cuales se han aprovechado los líderes sindicales, con la anuencia, complicidad y sociedad de Romero Deschamps.
Hay, por ejemplo, una serie de cajas de ahora a las que son forzados a pertenecer los integrantes del sindicato a pedir prestado para el consumo obligado de bienes y servicios que los propios líderes ofertan. Los intereses rebasan el cien por ciento mensual en ocasiones, y se acomiden a cobrarles con su liquidación.
Así, los obligan a venderles automóviles, drogas, casas que nunca entregan, y una serie de servicios y productos que no necesitan los trabajador pero que deben aceptar a menos que quieran ser desaparecidos, torturados, secuestrados por los esbirros de Deschamps.
Al tercer trimestre del año pasado, 10 mil 109 trabajadores habían salido de la petrolera, muchos de ellos no han sido liquidados precisamente porque los líderes sindicales quedaron de pagarles su salario mientras llegaba la liquidación y esa liquidación ya no existe.
La inercia del STPRM acelera la quiebra de la empresa petrolera, esto, aunado a la tibieza de las autoridades mexicanas que no se atreven a detener la producción por temor a la ira de sus jefes, los empresarios y políticos de Estados Unidos, anuncia un verdadero desastre económico para México.
La medida inmediata radica en el aislamiento de Carlos Romero Deschamps de toda actividad sindical. Encarcelar a los líderes, incluyéndolo a él, dándole curso a un sin fin de demandas que existen en su contra y enajenándoles a todos ellos, los bienes mal habidos para restituirlos al patrimonio de la empresa, que es a donde corresponden.
Por otro lado, que personal calificado debe tomar posesión de los mecanismos de los ductos, donde se hace evidente toda fuga, pero no se notificó nunca porque los operadores estaban amenazados o eran cómplices de esta “ordeña”, pero siempre fue detectada y permitida.
Fue la “ordeña” de ductos lo que acercó al crimen organizado a las instalaciones de Petróleos Mexicanos, ahora ya tienen raíces dentro de la empresa para vender drogas y armas, contribuir a las intimidaciones de los líderes contra los trabajadores disidentes, secuestrarlos, golpearlos, etc.
Es urgente enderezar el sindicato para que a pesar de los bajos precios del crudo la caída económica de Pemex no sea tan drástica.
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