¡Por fin una fiesta! PLAYBALL en grandes ligas

Con tantas malas noticias e innumerables problemas que ha traído éste año 2020 debido a la pandemia por el Coronavirus, la semana pasada hubo un hecho en el mundo del deporte que es digno de mencionar y festejar, además sin duda es una bocanada de aire fresco para la sociedad. Se trata que durante la semana pasada por fin dio arranque la tan esperada temporada 2020 de las Grandes Ligas.

Para quienes somos amantes del Béisbol teníamos la incertidumbre de si podríamos disfrutar la temporada éste año. Existía una gran posibilidad de su cancelación debido a todos los problemas que existían entre la liga y los jugadores. Después de muchas pláticas y horas incontables de negociaciones se logró llegar a un acuerdo para que el pasado 24 de julio se escuchara el grito de ’playball’ en los Estados Unidos.

La temporada este año tendrá modificaciones para que el calendario se cumpla en tiempo y forma. Entre las características se aprecia que los equipos jugarán 60 partidos, en lugar de los 162 habituales. Los primeros 40 encuentros serán contra sus cuatro oponentes divisionales 10 veces cada uno y los otros 20 juegos serán contra oponentes interligas en la misma área geográfica. Otro punto importante es que los lanzadores podrán tener un trapo húmedo para limpiar la pelota en lugar de lamerse los dedos. Por supuesto que queda estrictamente prohibido escupir y masticar semillas o tabaco; tampoco habrá intercambio de lineups entre los equipos.

Uno de los puntos que sin duda más llamará la atención es que la mayoría de los encuentros se estarán disputando a puerta cerrada. Será raro ver las gradas vacías y sin sentir esa emoción y ambiente que pone el aficionado cuando está en un estadio. Lo importantes es que el ’Rey de los Deportes’ ya está de regreso, y si las condiciones de salud en la Unión Americana lo siguen permitiendo, estaremos disfrutando el inicio de la fantástica Serie Mundial el próximo 20 de octubre. En tanto, continuemos disfrutando, aunque sea por televisión, las emociones de ver las bases llenas o de gritar de alegría por un ’home run’; para que se gane el partido en la última entrada.