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Abril 28, 2016 10:12 hrs.

J. Antonio Martínez Vázquez › diarioalmomento.com

Entretenimiento ›


Cualidades del zombi en la cultura pop son derivadas de prácticas de brujería en Haití: Alfonso Ortega Mantecón.
Cuestiones sociales de geopolítica y tecnología influyen en la transformación del zombi: pueden reflejar miedos y anhelos de las sociedades donde nacen. Así lo piensa Alfonso Ortega Mantecón quien ofreció la charla ’La transformación de la figura del zombi en el cine mundial y nacional. Orígenes, perspectivas y nuevas concepciones’, que se llevó a cabo este 26 de abril en la Sala 4, Arcady Boytler.
Organizada por el Centro de Documentación de la Cineteca Nacional y la Asociación de Análisis y Teoría Cinematográfica (SEPANCINE), la ponencia del licenciado en Comunicación revisó la historia cinematográfica del zombi y catalogó las diferentes versiones de esta criatura que han aparecido en las ficciones de diversas épocas y nacionalidades.
Ubicado en la mitología haitiana de la brujería vudú, el origen antropológico del zombi tiene un vínculo esencial con la figura del bokor: un hechicero bajo sueldo que, mediante drogas y pociones, puede aparentar la muerte de su víctima para después recuperar el ’cadáver’ y tenerlo bajo su control. Muchas cualidades del zombi de la cultura pop son derivadas directamente de estas prácticas de brujería en Haití.
Cinematográficamente, el ponente acotó el origen del zombi al expresionismo alemán, corriente artística en donde figuraron las primeras versiones de criaturas monstruosas como Mefistófeles en Fausto (Faust: Eine deutsche Volkssage, F. W. Murnau, 1926), el conde Orlok en Nosferatu (Nosferatu, eine Symphonie des Grauens, F. W. Murnau, 1922) y el hipnótico Cesare en El gabinete del Dr. Caligari (Das Cabinet des Dr. Caligari, Robert Wiene,1920).
Luego de considerar sus raíces históricas, el también cineasta clasificó a los zombis de la ficción cinematográfica en cuatro tipos: el Zombi vudú (en películas como White zombie[Victor Halperin, 1932] y I walked with a zombie [Jacques Tourneur, 1943]), el Zombi moderno (popularizado por la filmografía del director estadounidense George A. Romero), el Zombi pos-Romero (Zombie [Lucio Fulci, 1979] y Pet Sematary [Mary Lambert, 1989]) y el Zombi del siglo XXI (ejemplificado en la saga de Resident evil).
De acuerdo con Ortega Mantecón, el cine de zombis ha perdido su carácter terrorífico en la última década para formar parte de otros géneros fílmicos como la comedia —en cintas comoEl desesperar de los muertos (Shaun of the Dead, Edgar Wright, 2004), Zombieland (Ruben Fleischer, 2009) y Juan de los muertos (Alejandro Brugués, 2011)— y el romance adolescente.
En el ámbito nacional, la figura del zombi ha retomado aspectos de las categorías propuestas anteriormente, como el control mental y la figura del bokor en Santo contra los zombies(Benito Alazraki, 1962) y Santo contra la magia negra (Alfredo B. Crevenna, 1973), y el zombi cómico en El Santos vs la Tetona Mendoza (Alejandro Lozano, Andrés Couturier y Álvaro Curiel, 2012). El profesor destacó a Halley (Sebastián Hofmann, 2012) como una propuesta que trasciende estos estereotipos.
Las Charlas de cinefilia del Centro de Documentación continuarán el martes 3 de mayo con la conferencia de Andrés Foglia Ortegate: ’Vivir y morir por los cuerpos que llamamos Amor: una aproximación crítica a la razón del Yo enamorado en la edad de oro del cine mexicano’, que tendrá lugar en la Sala 4, a las 18:00 horas. Entrada libre con boleto en taquilla 5.

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Prácticas de brujería (Cine)

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