Preocupa al Senado el Presidente

Nuestro Presidente debe escuchar y acatar los consejos surgidos de la Cámara de Senadores, relacionados con su proceder frente a Estados Unidos, de guardar compostura, mantener la prudencia y no armar conflictos artificiales. Estamos totalmente seguros de que lo hará, porque sabe perfectamente lo que significa envalentonarse únicamente para demostrar ante sus delirantes admiradores que es muy valiente. Ya logró este cometido.
La realidad es esa: Ya muchos seguidores lo han puesto como ejemplo de presidentes del pasado. ’¿Antes, quién se hubiera atrevido a enfrentarse al gobierno de Estados Unidos?’ Escuché a una jovencita chaira. A esta soñadora ya la convenció, como lo hizo también con muchos otros. Pero la inteligencia dice que ya debe parar, porque sólo se trata de incitar a ese gremio. No de despertar realmente el coraje del vecino
Lo que sigue es serenarse y dejar de rascar la panza de ese coloso, que una vez molesto, no dejaría títere con cabeza en la Presidencia de México. El problema se deriva de las peticiones de congresistas republicanos, de reconocer a las asociaciones de narcos mexicanos como terroristas y una vez alcanzado ese propósito, venir a nuestro territorio a perseguirlos con toda la parafernalia de sus fuerzas armadas, increíblemente poderosas.
Nuestro Presidente habló así: ’Nada más decirles: o cambian su trato hacia México o desde hoy comenzamos con una campaña informativa en Estados Unidos para que todos los mexicanos sepan de esta alevosía y agresión de los republicanos a México. Si continúan con esa actitud vamos a estar insistiendo que ni un voto de mexicanos o hispanos, de los que quieren a su patria’.
El subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Brian A. Nichols, contestó: ’Así como nosotros respetamos la soberanía de México, le pedimos al Presidente López Obrador que respete nuestra soberanía’, declaró en una reunión con senadores:
La actitud del mexicano fue percibida como una intromisión injerencista, que puede escalar a niveles no recomendables, si se insiste en esa especie de ex abruptos que resultan incómodos y retadores. Por eso hay que aceptar que las palabras fueron soltadas en un momento de coraje, sin reflexionarlas y con cierto dejo de valentía para encender la emoción de los fieles a su figura.
El senador Ricardo Monreal mostró mucha cordura al recomendar prudencia y tolerancia, para no generar reacciones inconvenientes para nadie. Inclusive descartó que existan condiciones para una invasión. Razón para que el mandatario muestre calma ante la relación con Estados Unidos, toda vez que a nadie conviene que esta sufra alguna alteración.
Gustavo Madero, coordinador del Grupo Plural, fue menos diplomático. Dijo con crudeza que sorprende muchísimo la posición asumida por el gobierno lopezobradorista, por lo que pidió al Presidente cambiar su actitud de bravucón’.
El panista coincidió con la ex embajadora de México en el país vecino, Martha Bárcena, al señalar que México tiene muchos frentes abiertos con el gobierno del norte y que mejor cambie su actitud y trate de encontrar mejores formas de diálogo y de colaboración. Es lo que convendría no sólo a ambos gobiernos, sino también a los ciudadanos de ambos países.
La ex embajadora señaló que uno de tantos frentes abiertos, es la necesidad de pensar en una estrategia para restablecer la relación en materia de seguridad. Aunque a nuestra manera de ver, aquí habría un problema de grandes y graves dimensiones, derivado de la insistente negativa de nuestro mandatario, de cambiar la absurda táctica de abrazos, no balazos.
’Hay ya un grupo de demócratas seriamente preocupados por la estabilidad de México y esa es la palabra: estabilidad. Es la piedra de toque de la política hacia México de cualquier gobierno estadounidense’, remató.
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