Santería: Yemaya

Es una Orisha mujer quien es dueña de las tres cuartas partes del mundo, es decir, que le pertenece todo el océano. En Cuba se dice que es muertera, a lo que se refiere que sus Omos son buenos espiritistas, también se dice que tiene un pleito con el Orisha Oya, porque ella la engañó al cambiarle el panteón por el mar. Algunas santeras de edad grande dicen eso.

Maferefun Yemaya


Es muy complejo hablar sobre esta santa, ya que es tan importante el lugar que ocupa en el canastillero, es tan vieja como Obatala y muy poderosa.
Todo empieza cuando le fue entregado por Olofi el dominio de la tierra, pero por su carácter tempestuoso y destructivo solo le quedo el dominio del océano, digo que es difícil, porque aun con ese temperamento es la que crio a los hijos de Oshun cuando ella salía a ir ala rumba.
Es una gran madre ya que cuando llegaron negros africanos a las costas de América, y siendo la dueña de todo el océano, ella los libro de los peligros con esa naturaleza maternal de la que cuida una madre a su hijo, protectora, amorosa y leal a su principios maternales.
Al ser la dueña del océano su imagen humana es la apropiada a una sirena, YEMAYA, un nombre fuerte, dominador, de carácter explosivo pero a la vez maternal, YEMAYA para los yorubas significa, “Iya mo ella” o “Yeye emo ja” que significa “Madre de los peses”.
Es afecta o su gran preferencia de la vida es el de la caza, su obstinación por el proteger, el cuidar, usa el machete mejor que oggun, ya que ese fue el motivo del pleito que termino abriéndole el estomago de un machetazo al estar peleando oggun por la envidia que lo hacía mejor que él.
Es una santa muy castigadora y justiciera, en la antigüedad los viejos Iworos no decían su nombre, sin antes tocar el piso con sus yemas de los dedos y besarlos antes.
Para mi es una santa muy milagrosa y muy hermosa, se dice que en una ocasión en los 80´ su magisterial presencia salió del malecón de Cuba.
La personalidad de sus hijos, son personas muy voluntariosas, fuertes y vigorosos, son impetuosos y arrogantes, pero maternales, aman el lujo son justos, tiene un sentido natural de respetar las jerarquías.
Pero tengo que aclarar que también hay personas que están mal de la cabeza que se creen que todo lo saben y que todo les pertenece que son irrespetuosos con sus padrinos y sobre todo con sus mayores, esas personas no HONRRAN a YEMAYA.

Está representada en la sincretización católica como la Virgen De Regla en Cuba. En México por la Virgen De San Juan De Los Lagos.

Yemayá es un Orisha de la religión de regla, dentro de los patakis representa a Yemú, mujer de Baba en el principio de la existencia humana.

Es una Orisha mujer quien es dueña de las tres cuartas partes del mundo, es decir, que le pertenece todo el océano. En Cuba se dice que es muertera, a lo que se refiere que sus Omos son buenos espiritistas, también se dice que tiene un pleito con el Orisha Oya, porque ella la engañó al cambiarle el panteón por el mar. Algunas santeras de edad grande dicen eso.

Yemayá es reina de los Eggún, por eso se le atribuye a sus hijos que son espiritistas; ya que de una u otra forma, el hecho de que en algún momento fuera dueña del panteón es la razón por la que se le acredita la espiritualidad y el poder de la adivinación.

Yemayá es de los primeros orishas que existieron en la tierra, su poder es tan grande que es representado por el océano. Sólo de pensar en la cólera que tiene el mar se puede ver reflejado el poder con el que puede acabar con la tierra. Es un Orisha de carácter difícil y fuerte y por lo mismo desbordante. Antes poseía la supremacía del mundo, pero después Oya se la quito y solo se le dejo los dominios del mar.

Pataki de Yemayá

Existe un pataki en donde se cuenta que unos aldeanos alabaron a sus orishas y tuvieron la desgracia de no recordar a Yemayá, en lo que sale arremetida y empieza a levantar un tsunami, para acabar con la existencia humana por la falta de respeto y del olvido de su persona; en eso se aparece Obatala pidiéndole se calme y no acabe con la creación que él hizo.

Yemayá es la madre de Shango y su padre Agayu, cuyo romance se debió a que Agayu era dueño de un puente que atravesaba entre las aldeas, y cobraba para que la gente lo pudiera utilizar; cuando Yemayá cruzó aquel puente Agayu le cobró de forma sexual. De esta situación nació Shango. Yemayá lo criaba, pero era tan latoso que decidió dejárselo a su padre, Agayu, ya que no lo soportaba más. Cuando fue a buscar a su hijo, Agayu no lo encontró, su desesperación no la dejo regresarse, decidió esperar al progenitor de su hijo mientras se comía todas las provisiones y descansaba en la Estera de Agayu.

Al entrar, Agayu se puso rojo del coraje, ya que alguien había violado su puerta y se habían comido sus alimentos; entonces, lleno de ira entró a su recámara y vio a Shango con tremenda barriga y roncando como si nada en su Estera. Lo tomó del cuello y mientras lo sacudía le dijo:

¿Quién eres tú para gozar de los privilegios de mi casa?

Espera, tranquilo, soy hijo tuyo, no me maltrates.

Encolerizado, Agayu no le cree y quiere que pague su falta, Shango insistió diciéndole que era su padre y al final, Agayu dijo:

Bien, si eres mi hijo tendrás que pasar una prueba.

Haré lo que mi padre mande.

No eres mi hijo, para mí sólo eres un descarado.

¡¿Qué va a hacer?! Dijo histérico Shango al ver que su padre lo dirigía al cráter de un volcán  No me avientes, tengo mucho miedo 

A pesar de que la histeria de Shango alegró el corazón de Agayu, sin tentarse el corazón, aventó al pobrecito de Shango, quien cayó envuelto en llanto.

Shango cae al piso de lava, sigue llorando aunque no se quema. Después empieza a jugar con bolas de magma hirviendo y empieza a reír. Agayu estaba a punto de irse cuando empezó a escuchar una risa por lo que se asoma y ve que Shango no se quema. Agayu se da cuenta que Shango si es su hijo y no puede ocultar que le da gusto. Lo saca de aquel volcán entre besos y abrazos y colgado de los hombros. Shango empieza a gobernar en la tierra de Agayu, ya que éste es un Orisha salvaje e intransigente, por lo que Shango se acomoda en la cabeza de Agayu, porque éste último no tiene razón, no tiene cabeza para gobernar y se ayuda de su hijo de otras tierras.

Como veremos un poco más adelante, Shango es dueño de los tambores y la alegría. En una fiesta Shango había bebido de más y era el encargado de la música. A lo lejos vio a una mujer muy hermosa y sensual de nombre Yemayá a la cual fijo su mirada y no perdió detalle de ella, al darse cuenta de esto, Yemayá se incomodó, pero Shango siguió con su baile e hizo lo posible por tener comunicación con ella, ya que él se sentía enamorado (él es así, se enamora a la primera) y trata de ser caballeroso, atento y servicial con la bella dama. Al final de la fiesta se ofrece a llevar a tan hermosa dama a su casa.

Las intenciones de Shango eran obvias, cuando iban en camino él trataba de ser amable y ella se portaba seria y cortante. Yemayá estaba muy molesta. Para cuando llegaron a un muelle, se sube a una canoa y Shango, que tenía pavor al mar, la acompañó pues eran muchas las ganas de estar con ella, después de estar remando Shango se empezó a sentir cansado y desesperado por lo lejos de la bahía.

 Oye, ¿dónde está tu casa?, ya estamos lejos y no veo tierra firme.

Ésta es mi casa y tú eres mi hijo y me has faltado el respeto todo este tiempo desde que me viste en la fiesta dice Yemayá enojada y ofendida éste es tu castigo por no reconocerme Yemayá se avienta enfurecida al mar y éste enfurece también, Shango aterrado, es rescatado por Obatala.

Los castigos de Yemayá son duros, así como su cólera, ella para castigar es terrible, pero es muy justa. Le gusta manejar el machete y lo hace a la perfección, cosa que hace que Oggún, el maestro del machete, sienta coraje hacia ella, porque lo hace casi de la misma manera que él; en una ocasión le abrió el estómago en un pleito que tuvieron.

A Yemayá no le gustan los perros ya que ella dice que le recuerdan la perra vida que Oggún le dio. Ella es la encargada en dar la fortuna de la fertilidad, en su útero se desarrolla el feto; aunque no es menos cierto que Obatala es el escultor del ser, pero quien interviene para el cuidado es Yemayá.

Como Oshun es amante de la rumba y el carnaval, le da la crianza, y Yemayá del cuidado, educación y atención de sus hijos. Por esa razón los hijos de esta diosa son fuertes y metódicos, además de que son voluntariosos en el aspecto paternal y en ocasiones se pasan de serios. Llegan a ser majaderos, ya que son soberbios y gustan de probar a las personas y/o amistades, en ocasiones son ofensivos y lo irónico es que se ofenden con facilidad; les gusta tener orden y es por tal motivo que siempre quieren ser jefes y si no lo son, ellos son autoritarios.

Antiguamente al pronunciar el nombre de Yemayá era de tal respeto que había de tocar el suelo con los dedos y besarlos pidiendo la bendición de tan grade Orisha, de la dueña del mar. Yemayá come carneros, patos, gallos, guinea, palomas, codornices, gansos pone de Ardimu, pescado entero ó frito, sandía, piñas, uvas, manzanas, papayas, naranjas, melón de agua, melado de caña, las rosas blancas. El Ochinchin de Yemayá está hecho con base en camarones, alcaparras, lechuga, tomate y acelga, ekó, plátanos verdes en bolas o Ñame con quimbombó, palanquetas de gofio con melado de caña, coco quemado y azúcar negra.

Yemayá vive dentro de una sopera con agua y sus principales atributos son:
el color azul, posee siete Otanes y viven en agua, lleva dos remos, siete Adanes (manillas), timón, barco, caballos de mar, peces, conchas, corales, un sol, una luna llena, una mano de cauris, una sirena, un salvavidas, una estrella, una llave, una maraca pintada de azul, abanicos redondos.
Lic. Jorge Javier Hernández Gómez.
Omo Oshun, Awo Orunmilla.
osalofobello-osaershu
Bosques de Aragón, Nezahualcoyotl, Edo. Mex.
Tel. 26516882 Cel. 044 55 85 49 78 76.