Teotihuacán pueblo mágico

Querido lector, como siempre un gusto y placer transmitirle hechos, sucesos, información que sea de utilidad para usted. Sigo respondiendo a sus comentarios, los cuales agradezco en demasía, no es solo darle cualquier cosa, lo invito a pensar, reflexionar y que también vaya, acuda a los espectáculos que se presentan en esta gran urbe.

En estos momentos hay elecciones, cierres de pre-campañas ¡guerra sucia! gritan en todos bandos, todas son la mejor opción para la sociedad, llegan a obtener su objetivo y se repite la historia, apoyos, promesas, cambios, beneficios quedan en un bote de basura que es continuamente limpiado para evadir responsabilidades y tierra las evidencias.

Afortunadamente hay otra cara de la moneda, son empresarias y empresarios que aún en época de pandemia, mantienen a su personal recibiendo un salario para la manutención de sus familias. Teotihuacán es un ’pueblo mágico’, después de visitarlo es más que eso: es historia, cultura, tradición, sorpresas y grandes seres humanos que están para atenderte de una forma magistral.

Las pirámides de Teotihuacán es un lugar donde quedan los vestigios de lo que fue nuestra historia, el pasado lleno de sabiduría, pocas cosas quedaron en pie después de la conquista española, llegó el criollismo, la mezcla de razas e ideologías, gracias a estas fusiones existe un lugar llamado Voy Navi, un espacio para conocer la magia que existe en el lugar desde el aire.

El Capitán Miguel Monterrubio piloto del Globo Aerostático Júpiter, el más grande de Latinoamérica, crea una atmósfera imaginativa de lo que se vive a casi diez mil pies de altura, lo que puedes ver, el camino de los muertos, las pirámides del sol y la luna, las maravillas que puedes captar desde el cielo, las caricias del aire, como si vírgenes y guerreros acompañaran el viaje que finalmente se hizo realidad.

La Lic. Lilia Aguilar, gerente del Hotel Quinto Sol, me permitió conocer las maravillas del lugar que administra, un lugar para negocios, para descansar las cuatro estrellas se quedan cortas por la atención, la alberca con luces, gimnasio, salas de juntas y habitaciones que te dicen no te vayas o regresa pronto, comida de todo tipo que hace de tu estancia una aventura en un lugar catalogado como pueblo.

Otros empresarios me invitaron a conocer también los lugares que administran; la pandemia ’pegó’ muy duro al área restaurantera y hotelera, que quede claro que no es un grito de auxilio, es una invitación a conocer el lugar, de hospedarse en sus instalaciones, descubrir la historia que nos ha enriquecido en miles de años y siguen vigentes, son palpables.

Existen muchos viernes en el año, pero el pasado 10 de febrero, es inolvidable para un servidor, no había prisa, no existía presión alguna, las historias contadas un día anterior en el Hotel Quinto sol, donde encuentras temazcal, curación holística, y si cree querido lector en las tradiciones ancestrales donde un Chaman puede realizar una unión espiritual, una purificación para unir dos cuerpos y almas hasta la eternidad, no es una ’boda’ cualquiera, es la conjunción del cielo y la tierra en dos seres que desean compartir su existencia de manera ancestral.

Siendo las siete de la mañana comenzaba la aventura Von Navi, me presentaba a Júpiter, la forma en que iba creciendo y tomando forma, esperaba cruzar el cielo en compañía de un experimentado capitán, pasaron algunos minutos cuando abordé el colosal globo que me permitiría grabar en un dispositivo, pero sobre todo en mi cerebro algo que no había vivido, un congestionamiento de pequeños globos surcando el cielo, literalmente toqué las nubes, una energía rodeaba mi cuerpo.

Un viaje de este tipo permite al ser humano tener otra perspectiva de las pirámides, tal vez lo que veían los aztecas, ese gran conocimiento, Quetzalcóatl se hacía presente a través de sombras, de simbolismos creados en la imaginación de la atmósfera, ver el amanecer, la salida del sol y del lado opuesto la magia de la luna, igual que las representaciones que se encontraban debajo de mí, no había diferencia alguna.

Pero todo tiene un principio y un fin, cuarenta y cinco minutos de viaje, fueron suficientes para reflexionar, de darse cuenta de que tenemos una belleza incalculable a unos kilómetros de distancia, no es cualquier cosa, son experiencias que permiten al ser humano soñar, crear, compartir un espacio con las aves, la experiencia de libertad, de olvidarse hasta de las campañas políticas.

Pero como siempre querido lector, usted tiene la última palabra, lo invito a que conozca la riqueza que tenemos, no es necesario viajar a Egipto, no tiene que trasladarse a otro continente, hay maravillas increíbles, apoyemos a los empresarios que con alianzas pueden seguir brindando un excelente servicio para usted y su familia o con la persona amada a su lado, compartir en todos los sentidos enriquecen el alma, el espíritu, los sueños o como usted desee nombrarlos.