Tixtla: después de la elección extraordinaria

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) aceptó la derrota que sufrió ayer en Tixtla. Ganó el Partido de la Revolución Democrática (PRD) con su candidato Hossein Nabor Guillén.
También ganaron el Partido del Trabajo y el Partido Acción Nacional (PAN), sus aliados en esta elección.
Pero es necesario señalar que los verdaderos ganadores fueron Ángel Aguirre Rivero (el padrino político de Hossein Nabor) y el ex presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso local y ex alcalde del municipio de Quechultenango, Bernardo Ortega Jiménez.
La mayoría de los que salieron a votar ayer decidieron que fuera el PRD el que repitiera en la alcaldía tixtleca, pese a las diversas irregularidades que cometieron en campaña, como fue la entrega de despensas y la guerra sucia en las redes sociales. Sin olvidar, claro, que votaron el 49% de los electores. Lo cual indica que el 51% decidió abstenerse.
En la democracia se pierde o se gana. En esta ocasión le tocó perder al PRI que no pudo ratificar el triunfo obtenido el 7 de junio en las urnas.
Saúl Nava Astudillo tenían todo para ganar: trabajo político de años, gestoría social, apoyo de diversos sectores y el descontento social por la gestión de Gustavo Alcaraz Abarca.
Lo importante de todo es el operativo de seguridad implementado durante la jornada electoral para que los ciudadanos salieran a votar sin contratiempos. El gobierno de Héctor Astudillo Flores cumplió con su papel de garantizar la elección extraordinaria, contrario al ex gobernador perredista Rogelio Ortega Martínez.
El PRD está de fiesta. Y se entiende. Mientras que el PRI sufre su fracaso en las urnas.
Hossein Nabor recibirá en lo sucesivo la constancia de mayoría que lo acredita como presidente municipal electo de Tixtla. Ojalá cumpla con los compromisos que estableció cuando andaba en campaña y no le falle a Tixtla y sus 17 comunidades.
Nadie le desea mal. Hay que darle el beneficio de la duda.
Se espera que haga una buena gestión y no gobierne con gente insensible, porque Tixtla no merece más experimentos políticos.
Pero también vale preguntarse: ¿quién se benefició con la muerte de los 4 policías comunitarios en el Barrio de El Fortín, 3 días antes de la elección?
Es digno de reconocer la madurez política de su competidor Saúl Nava Astudillo, quien en un acto de respeto a la voluntad ciudadana aceptó los resultados y no hizo berrinche como acostumbran algunos candidatos cuando pierden una elección.
Este lunes, Saúl Nava posteó lo siguiente en su cuenta de Facebook: “La vida es de lecciones, muchas enseñanzas y de reconocer. Agradezco a tod@s los que confiaron en este proyecto, gracias de corazón. Tixtla es grande y esperemos continúe en ese camino. Gracias a Dios, mi familia y a tod@s ustedes, esto no termina aquí y desde donde me encuentre, mi prioridad será con Tixtla, con su gente. Sensacional lunes amig@s.”
Hossein Nabor necesita rodearse de un buen equipo de colaboradores si es que quiere hacer un buen papel y hacer a un lado a gente como Luis Honorato Flores y Reginaldo Jiménez Castrejón, perredistas de viejo cuño que ya les gustó estar en el Ayuntamiento, aunque sea para estorbar.
Pero en fin, Hossein Nabor es el que elegirá a su equipo de colaboradores y el que pagará los errores de su equipo cuando la rieguen.
Lo que más le interesa a los tixtlecos es que la inseguridad no siga recrudeciéndose en todo el municipio. Se esperan resultados pronto en ese rubro; de lo contrario, pasará lo mismo que ocurrió con Gustavo Alcaraz: un municipio a merced del crimen organizado.
También es necesario manifestar que el PRI estatal tiene que analizar muy bien del por qué perdieron la elección, porque desde mi punto de vista José Parcero López es un dirigente gris y que no tuvo la capacidad para encabezar a un buen ejército electoral en Tixtla. Es cuanto.
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