El Presidente Andrés Manuel López Obrador es el principal impulsor de la senadora del PAN, Xóchitl Gálvez y será quien sepulte sus aspiraciones a la candidatura presidencial opositora.

Le ha dedicado muchas horas en su conferencia mañanera, lo que le ha valido a la legisladora ganar espacios en los medios de comunicación tradicionales, pero sobre todo en las redes sociales.

Ante el crecimiento de Gálvez, el Presidente sigue mencionándola, pero ahora para exhibirla como traficante de influencias, como quien ha usado el poder para hacerse millonaria, la expone de cuerpo completo para poner fin a sus pretensiones de ser la candidata presidencial de oposición.

Hizo públicos los contratos millonarios de la empresa de Xóchitl Gálvez, con los que se llevó a la bolsa, en menos de 9 años, casi mil 500 millones de pesos.

Contratos hechos al amparo del poder, pues la mayoría de ellos le fueron adjudicados de manera directa en el sexenio de Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto e incluso en el actual gobierno, lapso en el que ha ocupado cargos en el gobierno federal, local y como legisladora.

Es decir, ha utilizado sus puestos públicos para beneficiarse económicamente, en suma a traficado con sus influencias, ha usado la estructura del PAN y al propio partido para allegarse de millonarias sumas de dinero que engrosan su cuenta bancaria.

El Presidente puso fin a la novela de la oposición, centrada en promocionar a Xóchitl como la indígena humilde, que de vender gelatinas pasó a ser una exitosa empresaria.

Hoy la legisladora es señalada de amasar una gran fortuna al amparo de las posiciones políticas que ha desempeñado, incluso pesa en su contra una denuncia ante la Fiscalía General de la República en su contra por enriquecimiento ilícito.

Ayer el diputado de Morena, Alejandro Robles, presentó la demanda en contra de la senadora del PAN, argumenta que su declaración patrimonial se ha incrementado de forma irregular, además que hay una gran discrepancia entre lo que reporta y sus ingresos, obtenidos por los contratos gubernamentales de sus empresas.

Tal parece que las aspiraciones de Xóchitl Gálvez terminaron, faltan muchos meses para el arranque de la campaña presidencial y de su presunta honestidad, honorabilidad, credibilidad, nada queda. La oposición, seguramente, pronto impulsará otro candidato.

alfredoibanezjuarez@yahoo.com.mx

@ibanezalfredo